Políticas

18/5/2019

La candidatura de Cristina Kirchner y el XXVI Congreso del PO

La declinación de la candidatura presidencial por parte de Cristina Fernández de Kirchner, y su ubicación como vice de Alberto Fernández, es el mayor gesto político que la ex presidenta ha dado al capital financiero en los últimos meses. Previamente, Axel Kicilof se había cansado de asegurar que respetarían el pago de la deuda con el FMI.


La candidatura de CFK fue motivo de análisis durante el XXVI Congreso del Partido Obrero, que se realizó en el mes de abril. Un punto que se abordó detenidamente allí fue la integración del kirchnerismo a las listas del PJ en las elecciones provinciales adelantadas (en Córdoba, bajaron a su candidato para apoyar a Juan Schiaretti, el más macrista de los gobernadores).


Examinando el problema desde el lado de los gobernadores, la propuesta de resolución política hacia aquel congreso señalaba lo siguiente: “Por el lado del Peronismo Federal de los gobernadores y el massismo, las posiciones son variadas. La mayoría rechaza una interna con Cristina Kirchner, porque hoy todas las encuestas anticipan que en una Paso de la oposición sería ella quien las gane. Entre los que rechazan esta variante, a la vez, existen dos posiciones. Unos que plantean un acuerdo con el kirchnerismo pero sin Cristina Kirchner a la cabeza, y los que directamente plantean la exclusión de todo el kirchnerismo. El rechazo de la burguesía a la candidatura de CFK y la presión de un sector de la burguesía para una alternativa al macrismo que provenga del lado del peronismo puede llevar a que ella misma deponga su candidatura. Sería la variante extrema de la política de unidad del kirchnerismo”.


En abril, la resolución política que aprobó el Congreso señalaba que “las vacilaciones sobre la candidatura de Cristina Kirchner están determinadas también por la crisis (…) la dependencia más general de la burguesía nacional del gran capital internacional aleja al kirchnerismo de cualquier veleidad anti-imperialista (…) Esta orientación capitalista de Cristina Kirchner, sin embargo, no ha servido para que la masa de la clase capitalista cambie su rechazo a su vuelta al gobierno. Aquí radica la verdadera causa de por qué, siendo que todas las encuestas le otorgan el primer lugar (…) Cristina Kirchner dude en formalizar su candidatura”.


Como se ve, ese congreso evaluó la posibilidad de una capitulación. Si bien Cristina será finalmente candidata, ha entregado la máxima candidatura a uno de los mayores exponentes del pejotismo tradicional, como señal de disciplinamiento ante el gran capital.


El kirchnerismo propone a los trabajadores la inmensa trampa de destronar a Macri asociándose a aquellos que van a llevar adelante su misma política de ajuste y entrega. Frente al problema planteado por el kirchnerismo y por el dominio político de los gobernadores en los procesos electorales, la resolución del congreso llamaba a “desarrollar un programa de transición que oponga los intereses de los trabajadores a las oligarquías locales y su Estado, por un lado. Por otro, resaltar el carácter del recambio de Macri para llevar adelante la descarga de la crisis capitalista sobre las masas que revisten las alternativas del nacionalismo”.


El PO plantea que debemos derrotar a Macri y al FMI con una política de independencia de clase. No pago de la deuda, anulación de los tarifazos, nacionalización de la banca y el comercio exterior, prohibición de despidos y suspensiones, salario igual a la canasta familiar. Que la crisis la paguen los capitalistas. En función de estos planteos, resaltamos la necesidad de un congreso del Frente de Izquierda.