Políticas

1/12/2021

La carne se sigue encareciendo, pero el gobierno premia al capital agropecuario

Prepara un esquema de créditos a tasa subsidiada y ampliación de las exportaciones.

En el día de ayer varios funcionarios del gobierno nacional se reunieron con empresarios en medio de una nueva disparada del precio de la carne, por encima del 8% solo en noviembre, y cuando se augura un incremento de hasta el 20% hacia las fiestas de fin de año. La intención oficial es llegar a un acuerdo para contener algo el encarecimiento, a cambio de un esquema de prebendas y subsidios a los ganaderos.

Los funcionarios presentes fueron Julián Domínguez, ministro de Agricultura, Roberto Feletti, secretario de Comercio Interior, el ministro de Economía Martín Guzmán y el de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas. Todos coincidieron en que el problema es que hay un “acople” entre el precio internacional de la carne y el del mercado interno, y que 2022 traerá una mayor alza de las commodities. Sin embargo, cuando Feletti propuso subir las retenciones a la exportación, rápidamente los ministros lo desacreditaron por completo. Lejos de un choque, el gobierno intenta recomponer los lazos con el capital agrario para fomentar las ventas al exterior como forma de recaudar dólares para el pago al FMI.

Por eso la intención oficial será avanzar en el próximo año hacia el otorgamiento de un plan de créditos a tasa subsidiada a los productores y una mayor ampliación de las autorizaciones para exportar, del orden de un 25-30%. Esto con el justificativo de incrementar la oferta de cortes, tanto los destinados al consumo interno como para exportación. Con esta propuesta buscan poner paños fríos y llegar a un acuerdo con la cadena cárnica para garantizar un stock para mediados de diciembre de al menos 20 toneladas de cortes “parrilleros”, en función de apaciguar las subas en las vísperas de las fiestas. Esto cuando se vienen un 24 y 31 con el kilo de asado un 88% más caro que el año pasado, y con el consumo de carne per cápita más bajo en un siglo (la última estimación fue de 42 kilos al año).

Feletti podría así incluir algunos cortes en su “canasta navideña consensuada”, que prepara luego del fracaso de su “congelamiento” de precios. Con ese objetivo el desacreditado secretario de Comercio mantuvo reuniones con el consorcio ABC, con Coto y con el frigorífico Friar, entre otros, y con la idea de incorporar carne en el “remake” de Precios Cuidados que ensayaría hacia 2022. Esto cuando de antemano ya tiró la toalla frente al reclamo de las alimenticias de excluir sus productos más caros, que no se verán contemplados en la medida.

Las medidas de controles de precios que nadie cumple y que todos burlan son la fachada del gobierno para demostrar alguna preocupación por el bolsillo popular, mientras ofrece prebendas al gran capital agrario y la industria frigorífica y ratifica los salarios y las jubilaciones mínimas en niveles de indigencia. En los hechos es incapaz de defender su propia tesis sobre que el acople explica las subas de la carne por encima de la inflación, a pesar de los cupos a las exportaciones. Finalmente, se vale de ese discurso solo para encubrir su propia responsabilidad en la depreciación de la moneda y el derrumbe de los ingresos de las familias, no para chocar con los agroexportadores.

La lucha contra la carestía empieza por la recomposición de los salarios, la convocatoria a paritarias de emergencia, la indexación de los aumentos de acuerdo a la inflación y las jubilaciones según el 82% móvil. Luego, para “defender la mesa de los argentinos” es necesario combatir las especulaciones de precios abriendo los libros de toda la cadena de producción al control obrero, de la cría a las góndolas, y proceder a la nacionalización del comercio exterior, lo cual instantáneamente desacoplaría los precios internos de los internacionales. En definitiva, requiere de una orientación contrapuesta al acuerdo con el FMI y el pago de la deuda.