Políticas
26/3/2025
La gestión de recursos del gobierno de Neuquén
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Rolando Figueroa.
El gobernador neuquino, Rolando Figueroa, luego de haber aplicado una motosierra a fondo contra los gastos fiscales para educación, salud, ayuda social y obras públicas durante todo el año pasado, se jactó de haber cerrado el ejercicio 2024 con un “ahorro” de 1.000 millones de dólares y un superávit fiscal 570 millones de dólares.
Dijo que semejante ajuste a los sectores populares y laburantes permitiría encarar el presente año con un festival de obras públicas y de “política social”. Pero, apenas han transcurrido un mes y medio del año 2025 y ahora dice que ha solicitado a sus ministros “revisar los presupuestos para este año y aplicar un recorte en los gastos corrientes”, según cita el diario LMN del 25 de marzo.
Tres días antes, el 22 de marzo, el boletín oficial de prensa del gobierno, publicó declaraciones del ministro de Economía, Guillermo Koening, que afirma que “Neuquén tiene un 60% de sus ingresos dolarizados, que se ven perjudicados porque la inflación supera al tipo de cambio, y agregó que otro inconveniente es la baja en los precios internacionales de petróleo”.
El ministro reforzó sus concepto diciendo que tienen que “ser restrictivos con los gastos sin afectar la provisión de los servicios básicos que tiene que prestar el Estado, como salud, educación y seguridad porque para eso los contribuyentes pagan sus impuestos”, (Idem).
Es una broma de mal gusto. Porque el gobierno provincial ha bancado políticamente y a través de sus diputados y senadores afines cada iniciativa parlamentaria del gobierno nacional, desde el DNU 70/2023 hasta el reciente DNU del cheque en blanco para un acuerdo con el FMI.
Lo que ocurre es que Milei-Caputo se resisten a devaluar previo a las elecciones, y habiendo suspendido las Paso, octubre les queda muy lejos. En tanto la inflación se mantiene en porcentajes que no ceden por debajo del 2% mensual y muestran signos de reactivarse.
Por eso el gobernador, en su discurso inaugural de las sesiones en la Legislatura, clamó por la devaluación, elogiando la que ejecutó Milei ni bien asumió. Como pasa el tiempo y no se produce la misma, el gobierno de Rolando Figueroa ha decidido incrementar el nivel de metida de mano en los bolsillos de la población de menores recursos, y también en los asalariados del Estado. Mientras las obras pública que se han iniciado este año, marchan a ritmo de cuentagotas.
La mano nada invisible
Otra broma de mal gusto del ministro Guillermo Koening es eso que cuida a los habitantes neuquinos porque pagan impuestos.
Es sabido que los gobiernos como acicate para que los sectores populares paguen impuestos difunden el slogan que “los impuestos vuelven en obras al pueblo”.
Dos ejemplos para ver cómo entienden este slogan el gobernador Figueroa y el ministro de Economía Koening son: 1) Si los impuestos que pagan los habitantes de los sectores populares vuelven en obras, el Estado debería construir con lo recaudado de esos impuestos, por ejemplo, los planes de viviendas populares. Planes que brillan por su ausencia los últimos años ante un déficit habitacional creciente. Pero el actual gobierno se ha puesto el guante blanco y ha lanzado no un plan de viviendas sino un plan de recupero de las cuotas de pago de las viviendas construidas hace décadas. Se aplica así el criterio que el vecino de a pie, debe pagar dos veces por las obras públicas. Una cuando paga el impuesto, y otra cuando paga la cuota de la vivienda familiar que le hayan adjudicado; 2) Otro ejemplo de doble pago para los sectores populares es el caso sobre los servicios de salud. Recientemente el boletín oficial de prensa se jacta en voz de las autoridades del Ministerio de Salud, que durante el año 2024 los hospitales recaudaron $16.810 millones en concepto de recupero financiero. Un tributo que deben pagar quienes acuden a un hospital teniendo una obra social. El gobierno pasa por alto que la salud pública se sostiene con lo que paga de impuestos ese ciudadano que por las limitaciones o el coseguro que cobra su obra social, prefiere atenderse en el hospital público por el cual paga sus impuestos. O que debe recurrir al hospital porque, excepto en la capital, por la noche, feriados y fines de semana, no atienden los servicios de clínicas o laboratorios privados que tienen convenios con las obras sociales. Otro caso de doble pago.
Pero, la mano abierta a las patronales
La contracara de estos dobles pagos que sufre la población laburante es el trato fiscal para los empresarios. En el mismo boletín de prensa oficial se anuncia que el gobierno acaba de destinar $1.000 millones para apoyo de las patronales frutícolas que “que tengan menos de 100 hectáreas”, un eufemismo para destinar el subsidio a los que tienen “hasta 99 hectáreas”, que en la zona frutícola de Neuquén no es un productor familiar sino un patrón que explota mano de obra para la cosecha.
El ministro de Producción, Juan Peláez, afirma que el apoyo estatal será “a tasa cero, con un plazo de gracia de tres meses”. Un muestra acerca de cuál es la clase social sobre las que el gobierno pone su “sensibilidad social”. Mano abierta y generosa para las patronales, mano en el bolsillo de las y los asalariados.
El gobierno de Figueroa es una elenco de una orientación rabiosamente procapitalista, desde las hidrocarburíferas y multinacionales, pasando por los terratenientes, hasta las medianas y pequeñas patronales.Para el pueblo trabajador solo hay motosierra.
Rolando Figueroa ata cada día más su suerte a la suerte del gobierno nacional, que en cierta forma ya fue coreada multitudinariamente ayer 24 de marzo: ¡Fuera Milei!.

