Políticas
23/6/2025
La guerra en Medio Oriente suma nuevos padecimientos para los trabajadores de Argentina
Milei apoya los ataques del imperialismo y el sionismo, cuyos intereses con antagónicos a los del pueblo argentino.

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Milei embarca a Argentina en la ofensiva guerrerista del imperialismo.
Javier Milei respalda los bombardeos de Trump y Netanyahu sobre Irán, cuando la escalada bélica en la región sumará nuevas penurias al pueblo argentino. La eventual suba del petróleo y del GNL será trasladada al surtidor y las tarifas energéticas en nuestro país, sumado a que el impacto de la guerra en los mercados alejará todavía más la posibilidad de que Argentina vuelva a tener acceso al crédito internacional, que en definitiva es a lo que se reduce todo el plan económico del gobierno.
En primer lugar, Milei pone en riesgo a toda la población del país alineándose detrás de Estados Unidos e Israel en su ofensiva militar contra los pueblos de Medio Oriente. Por otra parte, si como resultado del ataque imperialista Irán hiciera efectivo el cierre del estrecho de Ormuz -el corredor marítimo por donde circula el 20% del petróleo y el 30% del gas natural licuado (GNL) del planeta- se dispararía el precio internacional de los hidrocarburos, generando un cimbronazo económico a nivel mundial.
En ese cuadro, las petroleras radicadas en Argentina equipararían los precios internos a los internacionales en alza, provocando fuertes aumentos en el combustible. Lo anterior eleva el costo del transporte terrestre, incidiendo en el precio de todos los bienes transables. A su vez, se encarecerían las importaciones de crudo y GNL, lo cual, además de impactar negativamente en la balanza comercial, daría lugar a incrementos en las tarifas de gas y electricidad que pagan los usuarios, dado que el gas es el insumo base de toda la cadena energética. De hecho, la suba de los combustibles a nivel global también encarecerá los fletes internacionales, y, por lo tanto, a la totalidad de los productos que importa el país.
A su turno, la escalada en el precio internacional del petróleo siempre arrastra al resto de las commodities. Eso redundaría en alimentos más caros en las góndolas criollas, ya que el agro busca replicar en el mercado local los mismos beneficios que obtiene vendiendo materias primas al exterior. Como vemos, si se profundiza la guerra peligrará la desaceleración inflacionaria a la cual tanto se aferra Milei para ganar las elecciones de medio término. Asimismo, el bolsillo de los trabajadores argentinos pagará las consecuencias de que la organización económica del país esté orientada al servicio de los intereses capitalistas, donde un puñado de petroleras y pulpos agrarios tiene la potestad de atar los precios internos a las fluctuaciones del mercado internacional.
Por otro lado, los coletazos de la contienda bélica también atentan contra la baja del riesgo país, dificultando aún más el reingreso de Argentina al mercado de crédito internacional, objetivo de primer orden para Milei en pos de garantizar el repago de la deuda externa. Sucede que en contextos de máxima inestabilidad los capitales tienden a deshacerse de los bonos y acciones de los países emergentes como el nuestro para refugiarse en inversiones financieras más seguras, como los bonos del Tesoro norteamericano. Además, si fruto del conflicto se agrava la inflación en Estados Unidos y la Reserva Federal resuelve subir la tasa de interés, el flujo financiero hacia el país del norte será todavía mayor.
Este escenario no solo atenta contra la obtención de financiamiento internacional, sino también contra la inversión extranjera directa, que viene en franco retroceso, y el sostenimiento de la bicicleta financiera que está en el corazón del esquema económico del gobierno. Ni qué decir que las exportaciones argentinas pueden verse afectadas si se acentúa la recesión global a causa de la guerra.
Finalmente, Milei se enorgullece de las bombas arrojadas por la Casa Blanca y el sionismo sobre el suelo iraní, sin reparar en que las consecuencias de la conflagración desatada socavarán los pilares económicos de su propio gobierno. Está dispuesto a oficiar de peón del imperialismo yanqui hasta las últimas consecuencias, comprometiendo en ese apoyo a un país entero que ahora se encuentra en el tablero de la guerra y a merced de cualquier represalia.
Por lo tanto, la mejor contribución que podemos hacer desde Argentina contra la masacre imperialista en curso es movilizarnos masivamente por el fin de la agresiones de Trump y Netanyahu hacia la población de Irán, Gaza, Siria, Líbano y Yemen y para echar a Milei, cómplice de esa barbarie.
