Tras la muerte de Morena Domínguez en Villa Diamante, Lanús, los vecinos del barrio se concentraron en la puerta de la escuela a la que asistía la niña de 11 años para reclamar justicia y denunciar los recurrentes robos en la zona. Alrededor de las 14hs, manifestantes se dirigieron a la Comisaría 5°, ubicada a once cuadras, que se encontraba vallada y protegida por un enorme dispositivo de seguridad.

En medio de una gran bronca con la policía  y denuncias de zonas liberadas, decenas de manifestantes se enfrentaron a los efectivos, lanzando piedras. A lo largo de la tarde, esta escena se repitió en varias ocasiones. Un nutrido cordón policial avanzó alrededor de las 17,30hs para dispersar a los manifestantes.

El entrelazamiento de las fuerzas de seguridad con el delito sumerge a la población de los barrios más humildes en una situación angustiosa. Con planteos como la baja de la edad de imputabilidad y el endurecimiento de penas, los gobiernos buscan  tender una cortina de humo para tapar aquella realidad y su propia responsabilidad.

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