La autodenominada Multisectorial, que se formó al inicio del conflicto y proclamó como una de sus banderas el apoyo a la lucha de los estatales, no apoyó la Marcha. El pretexto fue la presencia de dirigentes sindicales (ATE, Atep) que “traicionan” a los trabajadores. Pero esos dirigentes, a esas horas actuaban en el vaciamiento de la Marcha. Sólo fue un pretexto: entre el campo de la movilización y el del gobierno, la Multisectorial optó por este último, como un competidor más del “frente” transversal.

Quien actuó de vocero de este engendro fue Gumersindo Parajón, y con él se alinearon la Democracia Cristiana, el Partido Socialista, un sector de la UCR y varias vertientes del peronismo. Significativamente, el PCR, que integraba esta Multisectorial, se distinguió porque apoyó hasta el final la Marcha que sus aliados abandonaron.

Raúl Castells señaló que el Mijd no iba a participar de la Marcha de la Bronca, porque ya había hecho su propia movilización (una marcha divisionista para reclamar bolsones y microemprendimientos) que sumó 350 adeptos.