Una nueva ola de calor se cierne sobre el país esta semana y vaticinan que los problemas energéticos estarán nuevamente a la orden del día. Según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), un anticiclón está desplazando el aire cálido desde las zonas tropicales, provocando una sensación térmica que podría superar los 40 °C en algunas regiones. Por la ola de calor el sector energético advirtió que se pueden batir récords en la demanda de energía y crece el temor por los posibles cortes.

«Los pronósticos disponibles indican que la semana comprendida entre el 11/1/25 y el 17/1/25 se presentará con temperaturas máximas de 36°C y mínimas de 25°C en CABA, resultando medias entre 30 y 31°C, y más exigente aún en el centro y norte del país, alcanzando entre 32 y 34 °C de media, lo que se prevé que será una semana de alta exigencia sobre el Sistema Eléctrico, donde la demanda tiene alta probabilidad de alcanzar o incluso superar los récords vigentes de energía y potencia (597.7 GWh y 29653 MW)», detalló Cammesa en su informe de programación semanal.

Esto sucede luego de que el gobierno autorizara un incremento del 1.6% en las tarifas de luz a partir de enero, en el marco de la política de tarifazos permanentes. Sin ir más lejos, el rubro Electricidad, Gas y Otros Combustibles acumuló un aumento de 430% en 2024 según el IPC del Indec; es decir que de un verano al otro el precio del consumo energético del aire acondicionado se multiplicó. Todo en beneficio de las privatizadas y en función de continuar con el recorte de subsidios para avanzar en el ajuste fiscal.

El principal ojo del sector está puesto en el AMBA, donde se concentra el 40% de la demanda eléctrica de todo el país. Los aires acondicionados son el principal factor de consumo eléctrico en los hogares durante las altas temperaturas, algo inevitable con 36° grados centígrados.

De esta forma, miles de usuarios se verán afectados por nuevos cortes de servicio mientras destinan un porcentaje cada vez mayor de sus ingresos a pagarlo. Al mismo tiempo, las privatizadas continúan reclamando un mayor aumento de tarifas y hasta el FMI lo puso como condición ahora que están negociando un nuevo acuerdo. Esto cuando los bolsillos de la población no dan más, mientras las empresas siguen acumulando deuda con Cammesa y no invierten un solo peso en el servicio.

Esta es la profundización de una política de vaciamiento que viene del régimen parasitario sostenido por gobierno anteriores, donde rescataron a estas empresas con subsidios millonarios desde la salida de la convertibilidad en 2001, que puso fin a la dolarización de las tarifas.

Ahora quieren que seamos los trabajadores los que paguemos la crisis, por eso la descargan sobre nuestras espaldas. Los tarifazos están socavando cada día más los ingresos de la población, mientras nos confirman en la cara que vendrán nuevos cortes de luz. La situación podría agravarse frente a una eventual devaluación (en un contexto de fuertes presiones devaluatorias) puesto que el insumo principal está dolarizados, el gas, y las privatizadas pujarían por trasladar a las facturas ese mayor costo -a pesar de la licuación de otros, como los salarios de sus trabajadores.

Una salida de los trabajadores ante este cuadro empezaría por abrir los libros de las empresas de toda la cadena energética a fin de verificar los costos reales, en pos fijar tarifas acordes a las necesidades sociales. También debería investigar cuál fue el destino de los subsidios estatales de todos estos años, para demostrar el vaciamiento y la necesidad de un plan de inversión bajo control obrero, en el camino de nacionalizar toda la industria energética para orientarla al desarrollo del país en función del interés popular.

El gobierno prepara un nuevo tarifazo en el gas

Convocan a audiencia pública para actualizar las tarifas de transporte y distribución, en medio de la supresión de subsidios y un alza internacional del precio. –

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