Políticas

4/11/2025

La reforma laboral

Editorial de Gabriel Solano en 14 Toneladas T2E40.

Javier Milei.

Decidimos dedicarle el programa al tema central de la reforma laboral. Y eso tiene que ver con que el gobierno lo colocó como el tema central. Después del triunfo electoral de Milei, ahí él dijo claro que quiere ir a lo que llaman reformas estructurales: la reforma laboral, la reforma previsional y la reforma impositiva, pero especialmente se ha puesto el eje en la reforma laboral.

¿Uno tiene que preguntarse por qué? Porque realmente es una inquietud de por qué un gobierno coloca como eje la reforma laboral. Para muchos que decían que la clase obrera ya no existía más, que las relaciones laborales no son determinantes, es evidente que para un gobierno capitalista como el que tenemos en Argentina, un gobierno rabiosamente capitalista, fuertemente antiobrero, la clave pasa por modificar las relaciones laborales del país, haciéndolas más favorables para los capitalistas en detrimento de los derechos de los trabajadores.

El eje de la sociedad capitalista justamente está ahí, en la explotación de trabajo. Y lo que se quiere modificar es la legislación que habilita una mayor explotación del trabajo por parte de los patrones. Y el hecho que Milei haya unido de alguna manera el destino de su gobierno a la reforma laboral habla del carácter fuertemente capitalista y antiobrero del gobierno de Milei.


Ahora bien, nosotros sabemos muy bien que los gobiernos y también los capitalistas, cuando presentan este tipo de programas y representan una clase, buscan justificarlo en nombre de un interés general. Y con la reforma laboral pasa eso, porque hay un discurso que se vende mucho por los medios de comunicación, que lo repiten los periodistas vinculados al gobierno, pero que también lo admiten muchos sectores de la oposición, que es que necesitamos una reforma laboral para que Argentina pueda crear empleo y que el problema que tiene Argentina es que no crea empleo. Y de hecho, si uno se retrotrae en los últimos años en Argentina, no hay una creación de empleo significativa, y la que lo hay es un empleo general descalificado. El problema estaría no en que hay una gran fuga de capitales, con que el capital invierte muy poca parte del beneficio que obtiene, sino que el problema estaría en la rigidez de las relaciones laborales.

Ese es el discurso dominante, y que tenemos en general convenios colectivos vigentes, que muchos datan del año 1975, y que ya pasó muchísimo tiempo en el medio porque hay nuevas tecnologías y que por lo tanto tienen que modificarse los convenios colectivos de trabajo y la legislación laboral de acuerdo a los nuevos paradigmas de producción. Y si esto ocurriera, tendríamos más puestos de trabajo por un lado y por otro, una mayor registración del trabajo que hoy lo único que crece en Argentina, y parcialmente, es el trabajo informal. Este es el discurso dominante.

Ahora bien ¿esto es así? ¿hay evidencia empírica? ¿hay pruebas que una reforma laboral que elimine derechos de los trabajadores e incremente la posibilidad del capital de disponer de la fuerza de trabajo como quiera, va a terminar arrojando una creación de puestos de trabajo y va a terminar arrojando un mayor registro de empleo informal? No hay ninguna evidencia de eso.

Es importante partir de la evidencia, porque si alguien no dice que en el pasado ya ha ocurrido reformas laborales y que esas reformas laborales terminaron produciendo el efecto contrario del que se prometía lo que está pasando es que se oculta la información fundamental y se evita sacar la conclusión que hay que sacar. Y en Argentina tenemos eso, es evidente que la legislación es relativamente antigua. La Ley de Contrato de Trabajo, la primera que se aprobó en el año 1929, ya tiene casi 100 años y ahí se estableció las 8 horas diarias y las 48 horas semanales, ocho horas por día de trabajo y 48 horas por semana, es de 1929. Estamos en el 2025, o sea, ha pasado muchísimo tiempo, estamos casi 100 años de esa ley. En el medio creció muchísimo la productividad del trabajo. Es decir, al mismo tiempo un trabajador produce mucho más que lo que producía antes. Si se aplicase ese criterio de una manera más o menos lógica, siguiendo el sentido común, tendríamos que tener que se reduzca la jornada laboral y no que se alargue la jornada laboral, que es lo que busca esta reforma. Pero, sin embargo, este sentido común no se aplica. Y vamos a ver que todas las reformas van en un sentido contrario a generar más derechos para los trabajadores.

Y ocurre lo mismo con los convenios colectivos de trabajo del año 1975, que no es casual que muchísimos convenios datan de esa fecha, porque en 1975 se produjo en Argentina posiblemente la huelga general más importante de la historia de la clase obrera de nuestro país, que no fue capaz de detener el golpe que finalmente se dio unos meses después, el 24 de marzo del 76, pero si fue capaz de tirar abajo a varios ministros fundamentales del gobierno lopezreguista de Perón y de conquistar una serie de convenios colectivos, que insisto, mucho siguen vigentes hasta el día de hoy, y que como Argentina tiene una cláusula que se llama de ultraactividad, que es uno de los ejes que tiene el gobierno para eliminarlo, que consiste en lo siguiente: para modificar un convenio colectivo de trabajo hace falta un acuerdo obrero-patronal y si no hay ese acuerdo obrero-patronal sigue vigente el convenio que lo está por más que esté vencido.

Para el trabajador es importante la ulñtraactividad, porque en tanto no pueda conseguir derechos adicionales en un convenio colectivo al menos evita perderlos. Y tiene la posibilidad de decir "yo no firmo un convenio nuevo" . Es decir, si yo no puedo seguir ganando por lo menos me quedo con lo que tengo. Y un objetivo fundamental de la reforma laboral es terminar con la ultraactividad.

Entonces tenemos acá un discurso dominante que busca interesar a una parte de los trabajadores diciendo "con esta reforma laboral te iba a ir mejor, va a haber más empleo y más registración". Ahora, después lo vamos a analizar con más detenimiento, yo solamente acá lo enuncio de modo general.

En la década del 90, y cuando digo el 90 admitamos que el gobierno De la Rúa forma parte al menos periódicamente de ese período político de Argentina, hubo otras reformas laborales. Una en el año 91, que fue la Ley 24.013, bajo el gobierno de Carlos Menem; otra ley en 1998, es la Ley 25.013, también bajo gobierno de Carlos Menem; y bajo el gobierno de De la Rúa, que fue gobierno inmediatamente posterior al menemismo que duró solamente dos años, se hizo la Ley 25.250, que es lo que se llamó Ley Banelco, Ley Banelco porque luego hubo denuncias que fueron probadas en sede judicial, que los senadores que votaron esta ley habían sido sobornados con enorme cantidad de dinero, que se decía tenemos la Banelco, pero en realidad no fue por la Banelco sino que fue por plata en efectivo que salió de la Side.

En estas tres reformas se hicieron una serie de modificaciones de la legislación laboral que todas van en el mismo sentido. Van en la idea de crear trabajo temporario en detrimento del trabajo permanente; en la idea de afectar el régimen de las indemnizaciones por despido; permitir el fraccionamiento de las vacaciones; permitir en determinados casos los convenios por empresa en detrimento del convenio por industria. Todo va en esa dirección. Y cuando uno ve el resultado de esta flexibilidad laboral de la década del 90, lejos de haber creado empleo, lo que terminó ocurriendo es que tuvimos el desempleo más alto de la historia argentina. Bajo el menemismo y bajo el gobierno de De la Rúa, el desempleo brilló el 20%. No tenemos, insisto, antecedentes en la historia Argentina de un desempleo de semejante volumen.

De hecho, fue uno de los motivos que finalmente llevó a la derrota de Carlos Menem en el año 99, el no fue candidato pero el peronismo es derrotado, y luego de la caída del gobierno de De la Rúa, que se combinó con una crisis financiera, pero previo esa crisis financiera existían muchas luchas del movimiento obrero de Argentina y el movimiento de desocupados, enfrentando lo que es una situación insostenible desde el punto de vista social, una desocupación masiva, insisto, casi del 20% de la población.

Es decir, que se nos prometen reformas de este tipo, cuando vemos que resultado que termina ocurriendo es el resultado inverso al que se dice: no se crea empleo, sino que se destruye, y no se registra empleo, sino que al revés, lo que crece es el empleo informal.

Algo parecido ya pasó con el gobierno de Milei y no podemos ignorarlo, porque el gobierno que tiene este discurso ya aprobó en la Ley Bases determinadas cuestiones de reforma laboral y algunas son importantes. Por ejemplo, estableció una reducción significativa de la multas por el trabajo no registrado. Esta idea que tanto se habla de industria de juicio, en la Ley Bases, que fue aprobada por el bloque de La Libertad Avanza, por el bloque del PRO, por el bloque del radicalismo e incluso por votos del peronismo, se reducen las multas significativamente por trabajo no registrado. Se establece un fondo de cese de desempleo distinto a la indemnización por despido. Se establece también un aumento del período de prueba, un tema importante porque después bajo el periodo de prueba al trabajador se lo puede despedir sin pagar ningún tipo de indemnización. Y la Ley Bases extiende el período de prueba. Y se incorpora un concepto muy polémico, pero muy polémico, que es que en las pequeñas empresas haya una figura de colaborador del empleador que no tiene ningún derecho laboral. Es decir, no se entiende que haya una relación laboral y por lo tanto ese trabajador, que es una relación laboral, no se lo considera como tal y ni siquiera tiene derecho al salario regular, puede ser sometido a todo tipo de arbitrariedades de la patronal. Esto se estableció bajo el gobierno de Milei en la Ley Bases.

¿Qué pasó desde que se aprobó la Ley Bases hasta el momento? ¿creció el trabajo en blanco? No, creció el trabajo en negro, pasó de un 40,8% a un 43,2% el trabajo no registrado en la Argentina. Es decir, que ya tenemos la evidencia empírica de a dónde nos lleva este tipo de política bajo el gobierno de Milei. Y ¿aumentó la creación de puestos de trabajo? Tampoco, la desocupación pasó del 5,9% al 7,9% un aumento importante. Todavía no tiene el volumen del 20% que tuvo bajo el gobierno de Menem. También, hay que decirlo, porque el trabajo que hay ahora de aplicaciones permite que muchas personas que están desocupadas hagan una pequeña changuita, que da un pequeño ingreso, pero prácticamente es una persona desocupada y eso disimula la desocupación estructural. Pero tenemos que, bajo el gobierno de Milei, la aplicación de esta reforma laboral, que todavía no es lo que todos ellos quieren, pero es un avance en ese sentido, terminó creando mayor desempleo y terminó creando más trabajo no registrado, lo que suele llamarse trabajo en negro. De hecho, hoy tenemos 200.000 personas desocupadas más que lo que teníamos al principio del gobierno de Javier Milei.

Entonces no está probado que las reformas laborales creen empleo y registren más personas, sino que la evidencia empírica que tenemos en Argentina es que resultado que termina arrojando es exactamente el contrario.

Ahora se nos propone una reforma laboral todavía mucho más fuerte, mucho más fuerte, y lo que establece del punto de vista de los proyectos que están en danza, todavía no hay un proyecto final, pero hay proyectos de distintos diputados, hay declaraciones que hizo el secretario de Empleo en la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados, hay declaraciones en los medios de comunicación, todo eso va conformando las ideas que el gobierno pretende aprobar rápidamente. Cuando uno ve los puntos que incorporan, prácticamente significa la liquidación del derecho laboral en Argentina. Es la reforma posiblemente más reaccionaria que se hizo en Argentina, si es que finalmente se aprueba.

Acá parte de un principio que quiere ser eliminado, que se llama de irrenunciabilidad. Es un principio muy importante el derecho laboral. ¿En qué consiste? En que si hay una ley laboral, el trabajador no es que pueda renunciar para él mismo esos derechos que están en la ley laboral general. Y ¿por qué es un principio importante? Porque finalmente en la sociedad capitalista, el capitalista y el obrero no están en una relación paritaria. El capitalista es el dueño de los medios de producción, el obrero solamente tiene su fuerza de trabajo, que la puede vender el capitalista y a partir de esa fuerza de trabajo recibe un salario que le permite vivir él y su familia. La idea de que un obrero para conseguir un empleo va a renunciar a los derechos que la ley le otorga de una manera voluntaria oculta esa relación de fuerza que tiene la sociedad capitalista. Entonces, en el derecho burgués incluso estaba hasta ahora y sigue estando por el momento la idea de que no se puede renunciar a los derechos, porque si alguien renuncia a su derecho no lo hizo voluntariamente, si no bajo la coerción de lo que Milei dijo en un momento "No estás obligado a trabajar en estas condiciones. También tenés derecho a morirte de hambre". Y como ese derecho no existe, nadie se va a morir de hambre, o un trabajador o trabajadora no va a someter al hambre a su familia, entonces la idea de que alguien va a renunciar en realidad lo que hay es una coerción y acá se pretende eliminar ese principio fundamental.

Se pretende extender una jornada laboral. Esto también es importante porque decíamos ante, en 1929 fue la votación de lo que es la Ley de Contrato de Trabajo vigente, estaban las 8 horas diarias y las 48 semanales. Aca la quieren llevar a 12 horas diarias, bajo la idea de un banco de horas en las cuales la jornada se calcula anualmente y por lo tanto el obrero termina más dependiente del capitalista que nunca. Porque si bien cuando vos analizás la jornada te puede dar de ocho horas, vos mañana te dice el patrón no vengas a laburar, o vení solamente 4 horas porque tengo poca producción, pero pasado mañana quedate 12 horas, entonces como 12 horas más 4 todavía te da 16, 16 dividido 2 te da 8, sigue habiendo jornada de ocho horas desde el punto de vista de un promedio, pero un día trabajaste cuatro y otro día trabajaste 12. El día que trabajaste 12, cuatro horas más que las 8 horas diarias, no te van a pagar la hora extra. Entonces el banco de horas lo que hace es someter más al trabajador a los vaivenes de la necesidad del capitalista, en detrimento suyo, en detrimento de su formación, de su ocio, de hacer deporte, de estudiar, de estar con su familia. Imagínense uno mismo dice bueno mañana tenés que venir 12 horas, pero yo tengo que ir a la facultad, yo quiero ir a ver un partido de fútbol, yo me comprometí con mi hijo a llevarlo a tal lugar, no porque mañana 12 horas y en el banco de horas anuales a vos te toca, te corresponde, y no vas a recibir un pago, como es una hora extra. Eso está en esto.

Se incorpora el salario dinámico. Esto ha sido explicado por el funcionario que puso Techint en el gobierno, este Cordero, el secretario de Trabajo. ¿A qué se llama salario dinámico? A que se incorporan cláusulas de productividad. Entonces la productividad del trabajo, que finalmente depende de que el capitalista invierta, quiere invertirla en la idea que el trabajador tiene que hacer un mayor esfuerzo personal, cuando en realidad la capacidad productiva del trabajo depende de la inversión del capitalista. Nosotros entendemos que si hay mayor maquinaria el trabajo va a producir más. Ahora si para que haya mayor productividad el obrero no puede descansar, no puede ir al baño, no tiene vacaciones, esa productividad no nos interesa. Y acá se quieren introducir cláusulas de productividad con el salario dinámico.

Un tema clave, que realmente es una brutalidad, y lo explicaban también los defensores de Milei, quieren paritarias que establezcan techos, no pisos. En la actualidad ¿cómo funciona la paritaria, digamos, de la construcción, de la alimentación, de los metalúrgicos, de los siderúrgicos, del neumático? Se establece un salario que es el piso para toda la rama y en una determinada empresa los trabajadores si ven que le pueden arrancar el patrón más puede hacer una huelga parcial y conseguir un aumento adicional. Acá no, acá la paritaria firma el techo, digamos un millón, pero en cada lugar el patrón está habilitado a pagarte por debajo. Entonces se invierte el sentido de la paritaria, prácticamente la destrucción de régimen paritario tal cual lo conocemos. Y se avanza en el convenio por empresa en detrimento del convenio por industria, e incluso se puede llegar al límite de la contratación personal, en la cual ya ni siquiera es una comisión interna que discute con una patronal, sino que se abre la posibilidad de la contratación personal en las condiciones que pide el patrón.

Todo esto está en la reforma que se viene. En relación a los despidos, que también es un punto importante, se quiere poner un límite a los diez salarios que te pagan si te echan. En la actualidad cuando despiden un trabajador se calcula un salario por año, si un trabajador tiene 20 años, bueno, son 20 salarios. Acá si vos tenés 20 años te corresponden 10 salarios nada más. Entonces se habla de crear empleo abaratando el despido. Y como todas las creaciones de trabajo fueron siempre abaratando el despido, lo que ocurrió es que hubo más despidos que contrataciones, y por lo tanto si hay más despidos que contrataciones lo que tenemos se llama desocupación, no más ocupación. Es decir, estas son las reformas laborales que se vienen.

Y no es casual que esto ha sido avalado por los gobernadores en la reunión que tuvieron con Milei la semana pasada. Milei dijo en varios reportajes que se hicieron posteriormente de esa reunión que hubo una coincidencia unánime de los gobernadores con la reforma laboral. Algunos gobernadores no dijeron eso, pero no lo desmintieron. Entonces si el vocero de la reunión, que fue Milei, dijo que fue unánime y nadie lo desmintió, tenemos que creer en la versión de Milei. ¿Y por qué es importante creer en la versión de Milei? Porque lo que corresponde ahora es prepararse para una gran lucha. Aca estan en juego derechos que conquistaron los trabajadores con décadas y décadas y décadas de lucha, y se lo pretende arrasar en el Congreso con esta reforma laboral. En el intento absolutamente maniqueo de querer oponer al trabajador que hoy tiene un derecho con el trabajador que no está registrado. ¿Qué le decimos al trabajador que no está registrado? Qué lo que se quiere hacer no es mejorar su situación, sino que generalizar su situación de precariedad para todo el movimiento obrero. Por lo tanto, el trabajador que no está contratado con la legislación que le corresponde, no va a poder aspirar a estar mañana registrado, porque esos derechos se perdieron para todo. Ni tampoco va a tener el derecho a hacer un juicio si mañana es despedido, cuando acá lo que se está haciendo es eliminar las multas que tienen que pagar los patrones en los casos de contratación ilegal y porque además se generaliza el sentido, digamos, para el conjunto del movimiento obrero, este tipo de convenios completamente flexibles.

Hay que agregar una cosa más. Acá se está hablando de un Rigi para la pequeña y mediana empresa, diciendo que para bajar el costo laboral tenemos que reducir aparte los impuestos. No alcanza solo con extender la jornada laboral, no alcanza con fraccionar las vacaciones, no alcanza con abaratar el despido, además tenemos que bajar los impuestos que se pagan sobre el salario. ¿Cuáles son los impuestos que se paga sobre el salario? Básicamente tres. La jubilación, una parte la paga el obrero, otra parte para el capitalista. La obra social, una parte la paga el obrero, otra la paga el capitalista. Y un pequeño plus para el Pami. No hay más que esos tres. Cuando se habla de reducir esos impuestos, lo que están diciendo es que van a afectar a los jubilados, a la salud del trabajador y la salud de los jubilados.

Por eso ya está sonando en los medios que la reforma previsional que se viene aumentaría a los 70 años la edad de jubilación para todos, mujeres y hombres, y además que el promedio con el cual se va a establecer lo que se llama tasa de sustitución, que es la primera jubilación que vos cobrás después de terminar tu vida activa como trabajador, ya no va a ser como es en la actualidad el promedio de los últimos diez años, sino el promedio de los últimos 30 años. ¿Dónde está la trampa? Es que en general, como promedio lo digo, el trabajador llega a mejores salarios al final de su vida laboral activa. Si vos promedias 30 años y no 10, la jubilación que te va a quedar es menor. Es decir que la reducción de aportes patronales a la Anses o a las obras sociales tiene como complemento la destrucción del régimen previsional.

Esto es lo que se viene y hay que salir a pelear. No hay que esperar al 2027, hay que luchar ahora. Ese es el planteo del Partido Obrero.

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