Políticas

21/5/2021

Segunda ola

Larreta: cierre tardío de escuelas y medidas antieducativas 

El fracaso de una política.

secretaria gremial Ademys

Los anuncios tardíos del gobierno de Alberto Fernández y de Horacio Rodríguez Larreta, fijando restricciones parciales a la circulación durante nueve días en medio de un descontrol sanitario manifiesto, abarcan también a la escolaridad presencial.

La novedad respecto al limitado DNU anterior es que se extiende a otras jurisdicciones antes no alcanzadas. La Ciudad de Buenos Aires, que no había acatado la suspensión de clases presenciales -como tampoco Santa Fe- y que fue hasta la Corte Suprema para evitarlo, ahora se suma a la medida cuando los índices de contagios diarios, fallecidos y capacidad de las terapias intensivas llegaron al límite.

Pasaron de afirmar que “en las escuelas no se contagia” a que es necesario “no pisar las escuelas”, como resultado de su fracaso y no porque hayan cambiado las prioridades. Tras semanas de lucha docente, reclamos de familias y estudiantes, el gobierno de Larreta finalmente cierra escuelas de una manera particular, porque tampoco habilita la virtualidad.

Ni por zoom

La cuestión del cierre por cinco días sin habilitar el acompañamiento pedagógico virtual es completamente improvisada y deja sin red a las escuelas, que vienen haciendo un esfuerzo por acompañar a lxs estudiantes a pesar de carecer de recursos. A su vez, se comunicó que esos días perdidos se recuperarán en el mes de diciembre.

Este “apagón” de Larreta parece responder a dos motivos. El primero es que no ha distribuido computadoras y conectividad para poder estudiar. Un año y medio después de iniciada la pandemia, el balance es lapidario. Vienen de recortar 371 millones de pesos de tecnología educativa para reasignarlo a subsidios a escuelas privadas. Lxs estudiantes de los barrios más pobres de la ciudad se han movilizado cuatro veces por este tema y no recibieron respuesta.

Patricia Bullrich cometió un sincericidio cuando señaló que no tuvieron tiempo de organizar una propuesta para la virtualidad. La ministra Soledad Acuña defendió la medida argumentando que la virtualidad no remplaza a la presencialidad, cuando ella misma encabezó la reforma denominada “Secundaria del Futuro” y la Unicaba, cuyo pilar era la introducción de las TICs y la modalidad a distancia (Clarín, 21/5). La impostura no puede ser mayor. El resultado es desastroso, porque de esta forma se profundizará la desigualdad educativa, producto de este ajuste presupuestario y vaciamiento educativo.

El otro motivo de este parate total es establecer una diferenciación con el gobierno nacional. Busca explotar el recule de Fernández, cuando en febrero el Consejo Federal de Educación fijó la derogación del semáforo epidemiológico para avanzar en una orientación aperturista. Larreta encontró una “bandera” que le rinde en términos de posicionamiento electoral y que quiere levantar hasta el final; este cálculo explica la repentina defensa de la presencialidad y la educación de parte del macrismo.

Las agitaciones derechistas por la apertura de actividades, la negación de la pandemia, el ataque a la docencia, es un todo un eje del gobierno de la ciudad que quiere explotar a su favor, colocándose como el vocero más eficaz de las patronales privadas, los empresarios, que tempranamente reclamaron las escuelas abiertas como lugares de cuidado, ya que les permitía ahorrarse el costo de las licencias para los trabajadores obligados a integrarse a sus puestos de trabajo.

Las exigencias de docentes, familias y estudiantes

El fracaso educativo y sanitario es tan evidente que la extensión de días en diciembre no puede pretender salvar la continuidad pedagógica, porque con seguridad se perpetuará la grave situación epidemiológica y la falta de garantías para la virtualidad plantea un panorama en que se seguiría sin clases de ningún tipo. Incluso puede ser utilizado para presionar para una reapertura sin condiciones de las escuelas luego del 31 de mayo.

¿El gobierno no piensa enviar computadoras y acceso a conectividad en las escuelas? Las familias están preocupadas por la situación académica y la docencia también. Dado el cuadro epidemiológico, la única forma de garantizar una continuidad es por medio del acompañamiento virtual, que es limitado y no remplaza el proceso de enseñanza y aprendizaje presencial, pero es la única forma de hacerlo en este contexto.

Las quejas se multiplican y corresponde organizar el rechazo de esta medida antieducativa contra toda la comunidad educativa, que había elaborado diferentes estrategias para la virtualidad. El apoyo a la juventud piquetera, que justamente ayer se movilizó para reclamar computadoras, cobra completa vigencia, dejando en claro que ante la falta de inversión los que más se van a quedar afuera son lxs niñxs y jóvenes más pobres. El gobierno nacional tampoco asigna recursos, y plantea una virtualidad que no garantiza; por lo tanto, el reclamo también debe dirigirse al Ministerio de Educación de la Nación.

Larreta tampoco anunció qué va a pasar con la entrega de alimentos en un cuadro de miseria social creciente, donde las familias dependen de las canastas que se entregan y ni siquiera tienen la Tarjeta Alimentaria.

La docencia que está luchando en este contexto tan difícil reclama que se pase a la virtualidad para defender la salud, la vida y la educación. Sigamos organizando esta pelea.

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