Políticas
11/11/2025
Las lecciones del triunfo de Mamdani
Editorial de Gabriel Solano en 14 Toneladas T2E41.

Seguir
Mamdani, ganador de las elecciones neoyorquinas.
Importa analizar la situación de la elección de Nueva York, el triunfo de Mamdani, y relacionarlo con lo que pasó en Argentina solamente hace unas semanas atrás, donde triunfó Javier Milei. Tuvieron resultados distintos y hasta en un sentido opuestos, pero, sin embargo, que sean resultados distintos y hasta opuestos no puede ocultar que hubo un proceso bastante parecido en la previa a las dos elecciones. ¿Cuál fue ese proceso? Que el presidente de Estados Unidos Donald Trump, cuando va Milei a la Casa Blanca, dice claramente que si el pueblo argentino no vota a Milei va a retirar cualquier tipo de ayuda económica a la Argentina y que eso va a desatar una gran crisis económica financiera. El pueblo argentino, así, tiene que ir a votar bajo el chantaje de Trump. ¿Cuál fue el resultado? Lo conocemos: ganó en Argentina Milei y por lo tanto se impuso el chantaje de Trump. Cuando uno va a ver lo que pasó en Nueva York tiene que ver que también hay un chantaje del gobierno de Trump contra el electorado de Nueva York, y hasta cierto punto más fuerte porque es dentro del propio país: había amenazado -y sigue amenazando al día de hoy- al pueblo neoyorquino con que si votaba a Mamdani -y ahora, si lo sigue apoyando- iba a retirar la ayuda que manda el gobierno federal al municipio de Nueva York enviando solamente un mínimo al que está obligado por ley, pero que iba a retirar todo tipo de ayuda económica; y, es más, que iba a mandarles también la Guardia Federal. Como vimos en Argentina, gana Milei y gana el chantaje de Trump. Y, sin embargo, en Nueva York ocurre lo contrario: pierde Donald Trump, pierde el Partido Republicano, y gana la candidatura de Mamdani y por una diferencia muy significativa porque supera el 50% de los votos dándole una derrota muy fuerte a Trump.
En sus discursos Mamdani directamente polariza con Trump y sale a responderle de manera permanente. No rehúye a ese ataque que realiza Trump, sino que lo enfrenta; como se ve, no es fatal que un chantaje del presidente del país imperialista más importante del mundo tenga que dar el resultado que pretende el imperialismo, porque en el caso argentino lo da, pero en el caso de Nueva York, dentro de su propio país, Trump es derrotado.
¿Cuál es la diferencia en el proceso político entre la elección argentina y la elección de Nueva York, por lo que hay lecciones que sacar? En el caso argentino hubo una muy fuerte adaptación del conjunto de los partidos políticos capitalistas de la Argentina, incluso los que se reclaman para sí mismos nacionales y populares y que tienen una presencia en el movimiento obrero a través de la burocracia sindical como es el peronismo, a la presión del imperialismo norteamericano. Y no solamente a la presión del imperialismo norteamericano, sino que en la previa, a través de la burocracia sindical, se fue desenvolviendo una política de paz social con la ofensiva capitalista que llevó a que los trabajadores tengan que votar en la elección en un cuadro de desmovilización y atomización. Y cuando un trabajador vota de manera atomizada, no vota como clase, se le impone lo que es la formalidad de la democracia capitalista: vota en tanto ciudadano, como si tuviese un interés particular y no un interés colectivo como clase. En ese proceso en el cual los trabajadores van a votar sin iniciativa, sin lucha y desorganizados se termina imponiendo el chantaje de Donald Trump y su agente en Argentina, que es el gobierno de Milei.
En Nueva York no pasó lo mismo. En la previa -meses para atrás- hubo una gran lucha, especialmente de la juventud, donde uno de los temas más movilizantes fue salir a la calle y ocupar universidades contra el genocidio sionista-imperialista del pueblo palestino. Eso en la Argentina no lo tuvimos porque los que luchan contra el genocidio del pueblo palestino fueron solamente el Frente de Izquierda y algunas fuerzas de izquierda más. Pero hemos visto cómo el peronismo y la mayoría del progresismo se borraron y eso ha llevado a que sea todavía un tema que no tiene la masividad que tiene por ejemplo en Nueva York, y que, al revés, a que aparezcan la Daia y el sionismo con iniciativa. En cambio en Nueva York una enorme movilización popular que no solamente confrontó con el sionismo, sino que confrontó dentro de Nueva York con el gobierno de Donald Trump, que de manera permanente mandó la policía a reprimir las ocupaciones estudiantiles, deportó a una parte de la población que estuvo a la cabeza de esas luchas -porque aparte hay muchas universidades donde estudian estudiantes de todo el mundo y fueron deportados- y persiguió a los profesores de esas universidades.
Es muy diferente, entonces, cómo llega el pueblo de Nueva York y cómo llega el pueblo argentino a las elecciones. Y además aparece un candidato como Mamdani, un joven migrante que forma parte del ala izquierda del Partido Demócrata (el Partido Demócrata es un partido imperialista, y los gobiernos demócratas son los que más guerras hacen, incluso muchas veces más que los republicanos, que representan a la derecha). Este candidato levantó un programa que representa aspiraciones populares inmediatas dentro de Nueva York, una ciudad que es carísima para quienes laburan allí, para la población trabajadora de Nueva York, para la población migrante de Nueva York; un programa que plantea el congelamiento de los alquileres -porque la denuncia permanente es que el alquiler es imposible para un trabajador que tiene un salario promedio de Nueva York-, la gratuidad del transporte público, la gratuidad del cuidado de los niños, escuelas infantiles, el aumento del salario mínimo, y la contratación de miles y miles de profesores y docentes para reforzar el sistema educativo. Y todo esto financiado, dice Mamdani, con un impuesto a los ricos y si en un lugar del mundo hay ricos justamente es en Nueva York, porque es la capital del capital financiero mundial. Entonces hace un programa que interpela a una población muy amplia que no solamente está dispuesta a votarlo, sino que está dispuesta a militar, justamente, por ese programa, al punto tal que se creó un gran movimiento que no tuvo solamente como punto de partida las grandes luchas contra el genocidio sionista-imperialista del pueblo palestino sino que se desarrolló un gran movimiento para defender este programa en las elecciones, al punto que Mamdani logra movilizar a unos 100.000 colaboradores en la campaña electoral que van casa por casa haciendo campaña y convenciendo al pueblo de que tenía que votar por este candidato.
Y el choque no es solamente con Donald Trump, que es el presidente de los Estados Unidos, sino que también es un choque al interior del Partido Demócrata, porque un sector importante del Partido Demócrata le quita el apoyo a Mamdani a pesar de que él milita dentro del Partido Demócrata; y pasa a apoyar al candidato que lo enfrentó, Andrew Cuomo, un tipo muy reaccionario que viene también del Partido Demócrata y se presentó como candidato independiente; tiene sobre sí denuncias muy fuertes, muchas de ellas sobre abuso sexual, y Trump lo pasa a apoyar por más que fuera un candidato independiente porque tenía más posibilidades de ganarle a Mamdani que el propio candidato del Partido Republicano que no llega a los diez puntos de la elección.
Entonces, ¿cuál es una lección que tenemos que sacar de acá? Una lección es que la lucha previa que se desenvolvió en Nueva York, que estuvo ausente en Argentina, cambió también el resultado electoral y que la propia elección, cuando se hace sobre la base de un programa -que muy lejos está de ser un programa comunista, como acusa Trump, tampoco es un programa socialista o anticapitalista, pero choca con la estructura actual que tiene la ciudad de Nueva York, con los intereses capitalistas que dominan allí- puede desatar una gran movilización incluso dentro del propio proceso electoral, haciendo que 100.000 personas, sobre todo jóvenes, salgan a militar casa por casa y también en las redes sociales para lograr este triunfo que se plasma en más de un 50% de los votos.
Entonces acá tenemos que sacar una conclusión: cómo enfrentamos estas presiones del imperialismo, si las vamos a enfrentar con una adaptación como ocurrió en la Argentina, o a través de una movilización popular que no solamente se da en el proceso electoral sino que se da en el conjunto del proceso político social y que toma como programa no solamente reivindicaciones inmediatas de la población sino también temas centrales como lo es la defensa de Palestina contra el genocidio.
Es muy importante tener en cuenta la conclusión. Ahora, ¿cómo sigue este asunto en Argentina y en Nueva York? Bueno, en Argentina es importante la pregunta porque después de la elección Milei queda cada vez más, digamos, dependiendo del salvataje norteamericano; todavía no son claras muchas cuestiones, no es claro cómo se va a implementar el swap de dólares que se anunció, no es claro que se esté ejecutando porque no se sabe más nada de este refuerzo de 20 mil millones de dólares de un consorcio de bancos, entre los cuales iban a estar la JP Morgan y el Citibank; de eso todavía no sabemos nada y hay una presión, digamos, de Estados Unidos, para que Argentina se alinee cada vez más a los intereses geopolíticos del imperialismo dentro de nuestro país y en el conjunto de la región.
Sin embargo, y esto es un tema para seguir, Trump no solamente pierde las elecciones en Nueva York. El mismo día que se vota en Nueva York se vota en una serie de Estados, en una serie de municipios; se votan los intendentes (allá se llaman alcaldes) y unos gobernadores, se votan plebiscitos en diferentes Estados; y en todos pierde Trump. ¿Por qué en todos pierde Trump? Porque Trump tiene una fuerte caída en la popularidad dentro de los Estados Unidos -está en aproximadamente un 30%. La economía norteamericana no crece como debería crecer y, al revés, lo que se ve en el horizonte es una gran crisis, una gran crisis. Quien era la segunda del FMI, que se llama Gita Gopinath, está anunciando que por la burbuja financiera, que especialmente tiene su epicentro en los Estados Unidos y en su bolsa, se puede prever que va a haber una crisis en el corto plazo, en la cual pueden desaparecer como riqueza el equivalente a 35 billones de dólares. Y un eje de esa crisis está en las empresas de inteligencia artificial, donde hay muchísima inversión; hay mucha especulación con las acciones que han subido muchísimo, lo que sin embargo no tiene como contraparte un aumento de los beneficios. Entonces, si uno compra una acción y cada vez vale más la acción y no hay beneficios, esa acción cae y eso es lo que está ocurriendo; entonces se prevé que se puede pinchar esta burbuja, y la destrucción de 35 billones de dólares de riqueza en el mundo significaría una crisis internacional de características gigantescas si se mira la que tuvimos en el año 2008. El gobierno de Argentina ha quedado dependiente cada vez más de Donald Trump, cuya popularidad cae dentro de los Estados Unidos, que pierde las elecciones intermedias y que además tiene como base una posible crisis financiera que, algunos vaticinan, podría tener un alcance histórico.
Dentro de Nueva York se va a producir también una confrontación de clase porque ese movimiento de lucha tan importante, que llevó a Mamdani a un triunfo electoral histórico, ahora va a tener que hacer una experiencia con el propio gobierno de Mamdani; porque difícilmente estas aspiraciones mínimas las pueda cumplir ya que representan un choque con el Estado central de los Estados Unidos y un choque con la gobernación de Nueva York, y esa experiencia tendrá que procesarse y la vamos a seguir desde acá con muchísima atención.
Entonces vamos, a nivel internacional, a crisis cada vez más agudas. América Latina está viviendo una ofensiva del imperialismo norteamericano como hace mucho tiempo no se ve; de ninguna manera podemos pasar por alto que tenemos al principal portaaviones de los Estados Unidos en la costa venezolana, una amenaza muy clara de intervención militar. Entonces tenemos un intento de Estados Unidos y de Trump en particular de hacer de América Latina un patio trasero dominado integralmente por el imperialismo norteamericano, desplazando a China; y de hacer dentro de los Estados Unidos una guerra contra los trabajadores, porque ningún país puede prepararse para una guerra (contra China, por ejemplo, en el caso de Estados Unidos) si fronteras dentro no tiene a los trabajadores derrotados. Y el problema que plantea la elección de Mamdani y el movimiento que llevó a ese triunfo es que todavía Trump no tiene las condiciones para una guerra internacional dentro de los Estados Unidos y eso se va a tener que procesar en el próximo período.
Entonces vamos a choques importantes en toda América Latina y dentro de los Estados Unidos, en los cuales tiene que emerger una alternativa socialista, porque el triunfo de Mamdani, con lo importante que es, no debe confundirnos a nosotros con que los programas de conciliación de clase tienen la capacidad de enfrentar la ofensiva del imperialismo. Para los trabajadores se trata justamente de estructurarse como clase para poder luchar en Argentina, en Estados Unidos y en toda América Latina contra el imperialismo y contra el capitalismo.




