En la tarde de ayer finalmente el gobierno con mil maniobras logró tener dictamen en el Senado para tratar la Ley Bases y el Paquete Fiscal. La cosa estaba muy pareja pero la intervención solapada del senador Carambia le abrió paso a esta ley entreguista. Ya con el dictamen escrito en la Comisión, el senador de Por Santa Cruz negoció su firma por lo que vulgarmente se dice “un plato de lentejas”, que es el corrimiento del tope de regalías del 3% al 5% en la ley que regula la actividad minera.

La modificación no tiene ningún efecto práctico inmediato porque las empresas ya establecidas tienen los contratos firmados por 30 años con garantía de inmovilidad fiscal. Solo regiría teóricamente como posibilidad de alguna futura radicación. Por otra parte, el cambio es muy menor. La cifra recaudada por este rubro en todo 2023 con el 3% vigente fue de 14.552 millones según cifras oficiales. Esta cifra es mínima (menos del 1%) en el presupuesto provincial y seguirá siendo mínima porque no se aplica a las 6 explotaciones en actividad y aún seguiría siendo mínima si se aplicara.

A cambio de estas migajas, el voto de Carambia entregó YCRT, Aerolíneas, el Correo, los poderes extraordinarios para Milei, la reforma laboral, un sistema RIGI de nuevas inversiones que va a arruinar la industria ya instalada y que es un saqueo de los recursos naturales; la eliminación de la moratoria previsional que va a dejar a millones de personas sin jubilación y sobre todo a las mujeres fuera; un generoso blanqueo a los poderosos y rebaja de los impuestos, mientras se aplica de nuevo el Impuesto a las Ganancias a los trabajadores.

Si la política de Milei golpea a Santa Cruz por los cuatro costados ¿qué necesidad tenía de facilitar que esta política se consolide con la aprobación de un paquete de leyes antiobreras? Carambia traicionó el interés de la provincia en primer lugar.

El senador de Vidal entregó todo en una negociación ridícula, que habla de su estrechez de miras y de la estrechez de miras de todo el gobierno provincial que se termina de configurar con estos hechos, como un gobierno de mercenarios y traidores.

A los trabajadores nos queda movilizar en todas partes cuando la ley se trate en el Senado y reclamar a los senadores de Santa Cruz que cambien su postura y voten contra el paquete de leyes. Promovamos asambleas en las empresas en riesgo de privatización y en petroleros que no saben qué va a pasar después del 1 de septiembre con el retiro de YPF. Organicemos un  plan de lucha que tenga un punto fuerte y exijamos a la CGT y la CTA que convoque un paro de 36 horas para la fecha que debata el Senado.

¡La ley antiobrera no debe pasar!

El gobierno negoció “a lo casta” por la Ley Bases: un dictamen modificado sin garantías en el Senado

Modificaciones de diverso orden y compromisos forzados son la receta de Francos para un tratamiento legislativo con final abierto. –

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