Políticas
27/11/2024
¿Llegó el fascismo?
Editorial de Gabriel Solano en el Episodio #34 de 14 Toneladas.
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Las "Fuerzas del Cielo" en San Miguel.
En los últimos días se abrió un debate en la situación política de Argentina, opiniones de periodistas, de analistas, pero especialmente en el movimiento popular, de cómo caracterizar estos fenómenos relativamente nuevos y anuncios que tuvimos en estos días de construcciones políticas ligadas al gobierno de Javier Milei, ligadas a La Libertad Avanza, que tienen connotaciones, claramente desde el punto de vista ideológico, desde el punto de vista de su reminiscencia histórica, a lo que puede ser visto como el fascismo.
Una de ellas, que tuvo muchísima publicidad, fue un acto de lanzamiento en San Miguel de la agrupación “Las Fuerzas del Cielo”, que tenía como un animador de los más conocidos a este que se hace llamar el Gordo Dan que es un tuitero con sueldo en el gobierno que quiere ser candidato para las próximas elecciones y que en ese acto dijo que se iba a constituir como el brazo armado de Javier Milei, interesante. Y eso generó obviamente muchísimo debate y zozobra también en relación a si un sector ligado directamente a La Libertad Avanza se va a armar en defensa de la política de Javier Milei.
Cuando hablamos en defensa de la política de Javier Milei hablamos de los despidos, las privatizaciones, la reforma laboral, el ataque a la universidad pública, el ataque, la salud pública. ¿Se van a armar para eso? Este es un tema que obviamente generó zozobra e, insisto, muchísimos artículos en los periódicos de este fin de semana. Y en paralelo a esto, y en el mismo sentido, desde el punto de vista político, ideológico, también estuvo el lanzamiento de una fundación ligada directamente a La Libertad Avanza que es la Fundación Faro, que está presidida por un personaje nefasto, que está muy ligado a Javier Milei, Nicolás Márquez, que también es muy activo en redes sociales y que se dedica en reportajes, en entrevistas, en sus libros, a atacar especialmente a la izquierda, pero también a los sectores de la diversidad sexual. Y él en su discurso, cuando le dieron la palabra en el acto este en San Miguel de “Las Fuerzas del Cielo”, dijo “ahora podemos identificar dónde están los buenos y dónde están los malos”. Los buenos son ellos y los malos que hay que combatir son los “zurdos hijos de puta”. Y también fue llamativo en toda la presentación que se hizo en este acto en San Miguel, que desde el punto de vista de la escenificación, las banderas tenían un formato que también tenía reminiscencias del fascismo italiano, las consignas patria, familia y propiedad. En el domingo este que pasó un columnista político de Clarín llamaba la atención con la semejanza con lo que era un lanzamiento en el pasado, en la década del 70, de la agrupación que se llamaba Tradición, Familia y Propiedad de un tipo muy, muy, muy reaccionario, que es Beccar Varela, que atacaba a Lanusse, un milico reaccionario, por comunista, era tan reaccionario este tipo que armó una agrupación para atacar Lanusse como comunista, parece algo a veces que uno le hace acordar a Milei que ataca como comunista a Larreta, que ataca como comunista a Elisa Carrió, obviamente a nosotros que somos comunistas, al resto no, es decir también este planteamiento de tipo reaccionario.
Ahora, a la luz de estas novedades, a la luz de este lanzamiento de “Las Fuerzas del Cielo”, de la puesta en pie de esta Fundación Faro de Nicolás Márquez, ¿podemos sacar la conclusión de que en Argentina tenemos una fuerza fascista consolidada y tenemos un gobierno de características fascistas? La respuesta, obviamente, es que no, de ninguna manera, porque hoy no tenemos un gobierno que ha logrado montar una fuerza organizada política, social, militar, de combate para atacar a los trabajadores y sus organizaciones y desarrollar un cuadro de guerra civil contra la clase obrera. Eso hoy no está. No quiere decir, obviamente que no lo puede tener un futuro, porque un capitalismo en descomposición, de ataque permanente a los trabajadores desarrolla inevitablemente tendencias fascistas y esas están presentes en diferentes lugares del mundo y también están presentes en Argentina. Por eso la pregunta correcta que uno tiene que hacerse no es si hay fascismo o no hay fascismo en Argentina, porque es muy evidente que no, sino en qué medida el gobierno hace intentos que deben ser denunciados en sus inicios porque, como se decía, siempre al huevo de la serpiente hay que tratar de eliminarlo cuando todavía es un huevo, no cuando la serpiente nació. Y eso pasa también con el fascismo, poder verificar y poder identificar en el desarrollo mismo de la lucha política, tendencias fascistas que existen ya en el gobierno actual. Y eso existe, obviamente que existe. Hemos tenido en las últimas semanas, que también fue motivo de mucho debate público, el ataque directo a escritoras, que publicaron una serie de libros que el gobierno de la provincia de Buenos Aires decidió colocarlos en la biblioteca de los colegios. Y hay una campaña deliberada atacando a estas autoras y armando de hecho, y digo de hecho porque no hay todavía una resolución, una lista negra de títulos, de catálogo de libros, eso es un hecho fascista. O el anuncio del propio gobierno que va a hacer una especie de mapeo ideológico en la Cancillería y en otros organismos del Estado; está pasando en el Conicet, donde se separa directamente a las personas que no tienen el mismo pensamiento en relación, por ejemplo, a la Agenda 2030, al problema de la crisis climática, a la cuestión del aborto; diferentes temas que son obviamente cuestiones de debate público, nacional e internacional. El gobierno quiere perseguir a quien plantea disidencias con los puntos de vista de Javier Milei o de su hermana; eso también es un planteamiento de tipo fascista.
Pero estos planteos de tipo fascista conviven en el cuadro actual con otras cuestiones, conviven con un entrelazamiento cada vez mayor del gobierno con la burocracia sindical. Y este es el aspecto hoy dominante de la situación política argentina. El gobierno está arribando a un pacto con la mayoría indudable de la CGT para hacer pasar una política de ataque de los trabajadores que no tiene antecedentes. Y en esa política, de acuerdo con la CGT, no solamente está la burocracia colaboracionista más tradicional: los Gerardo Martínez, que han pactado con todos los gobiernos; los Andrés Rodríguez de UPCN que han pactado con todos los gobiernos, sino incluso Hugo Moyano, que cuando su hijo Pablo dijo que renunciaba a la CGT, él dijo que el Sindicato de Camioneros se queda dentro de la CGT y coloca a otro de sus hijos, Huguito, que es abogado, posiblemente en el triunvirato, y lo manda a negociar con el gobierno diferentes cuestiones como son la implementación de la reforma laboral, un nuevo régimen de ART en Argentina.
Entonces, si el fascismo se caracterizó históricamente por desenvolver un cuadro de guerra civil contra la clase obrera, ilegalizar los sindicatos, encarcelar a los dirigentes obreros no solo de los partidos comunistas, sino de otras tendencias de movimiento obrero, hoy Milei no se deja llevar por esa orientación, sino que tiene una política de pacto con la burocracia sindical. Y ese pacto hoy es el principal instrumento que tiene la clase capitalista argentina para llevar adelante una ofensiva contra los trabajadores.
Y junto con eso aparecen otros pactos. Algo que se conoció estos días: una senadora muy, muy, muy cercana a Cristina Fernández de Kirchner, Corpacci, que es senadora por Catamarca, acaba de poner su firma en el pliego de Ariel Lijo para que sea uno de los integrantes de la Corte Suprema de Justicia, en el caso que el Senado termine aprobando ese pliego. Como esta senadora, Lucía Corpacci, integra la comisión que tiene que generar el despacho, puso la firma y se convirtió en un hecho político indudable, porque todo el mundo sabe que Lucía Corpacci no va a colocar una firma en el pliego de Lijo sin que tenga la venia directa de Cristina Fernández de Kirchner. Es decir, que el acuerdo no es solamente con la burocracia sindical, sino que es un acuerdo con el propio kirchnerismo en relación al manejo de la justicia que tiene como contraparte ¿qué cosa?: que el gobierno dejó caer la aprobación el proyecto de ley de Ficha Limpia, impulsado especialmente por el macrismo y el radicalismo, que de aprobarse dejaría fuera a Cristina Fernández de Kirchner de las elecciones del año que viene. Ahora, Cristina depende para que sea candidata de la confirmación de la sentencia contra ella de la Corte Suprema de Justicia. El juez Maqueda, integrante de la Corte, dijo “no tenemos prioridad en tratar la causa de Cristina”. Por lo tanto, es muy probable por los tiempos de la Corte Suprema de Justicia que Cristina pueda ser candidata el año que viene; si se aprueba la ley de Ficha Limpia no. Y el gobierno, lo dijo el jefe de Gabinete, no tiene interés en aprobar esta ley. Así que parece que el manejo de la justicia, el manejo de las candidaturas del año entrante, no solo muestra un acuerdo con la burocracia, sino también con el kirchnerismo.
Entonces, hay que ver cómo se van combinando en la situación política argentina diferentes manifestaciones de tinte fascistoide que deben ser denunciadas sistemáticamente por la izquierda revolucionaria, pero a la vez no confundirse, porque eso nos llevaría a ignorar los compromisos de la burocracia, del peronismo e incluso el kirchnerismo con el gobierno, que son, insisto, los instrumentos principales para hacer pasar la ofensiva capitalista contra el pueblo.
Y ¿por qué es importante tener una caracterización correcta ? Bueno, es importante porque de ahí se derivan las tareas que pueden desarrollar un partido y una clase obrera también. Si nosotros afirmásemos hoy que ya tenemos un gobierno de características fascistas, le estaríamos dando a nuestro enemigo de clase una fuerza que hoy no tiene. Y darle a tu enemigo de clase una fuerza que hoy no tiene conduce inevitablemente el derrotismo. Obviamente, si la tiene, ignorarlo conduce a ser un aventurero en política, también es muy desaconsejable. Pero en el caso este que estoy diciendo conduce a una política derrotista y muchas veces a través de este tipo de caracterizaciones que no se corresponden exactamente con la realidad, también se termina colando una orientación de tipo frentepopulista, de colaboración de clases, de los que dicen “bueno, si acá gobierna un facho nos tenemos que juntar todos, no importa que sean peronistas, que sean esto, que sean aquello, hagamos un frente democrático de todos”. Nosotros no opinamos igual; al revés tenemos que marcar en las actuales circunstancias políticas cómo la oposición al gobierno de Javier Milei desde el punto de vista capitalista, el peronismo, el radicalismo, ni que hablar de PRO, son fundamentales para sostener a este gobierno. Entonces, a partir de esta caracterización, nosotros impulsamos una lucha contra el gobierno que tiene que tener como punto fundamental un apoyo entre los trabajadores, porque un gobierno capitalista como el actual cuenta con el acuerdo de muchísimos sectores capitalistas. Fíjense nada más en lo siguiente: a la Fundación Faro, que cobraba el cubierto 25.000 dólares -imagínense una familia popular come dos o tres años con esos montos de 25.000 dólares- fue una cantidad de empresarios muy ligados al gobierno anterior. Estuvo Manzano, del riñón íntimo de Sergio Massa; estuvo Mindlin, también de los grandes beneficiados con los subsidios energéticos bajo el kirchnerismo; estuvo Eduardo Elsztain, el dueño de Irsa, que también hizo muchísimos negocios ni que hablar de la Ciudad de Buenos Aires con el macrismo, pero también con Cristina Fernández de Kirchner. Estuvieron desde ya todos los que son estos unicornios de las nuevas empresas de tecnología. ¿Pero qué quiero mostrar con esto? Que la burguesía, la clase capitalista de carne y hueso que gobernó con el peronismo en el pasado, hoy está apoyando el gobierno de Javier Milei, e incluso bancando al gobierno con este tipo de iniciativas económicas y culturales. Y la burguesía no tiene drama en ir a un acto fascistoide, aplaudir expresiones de las más reaccionarias, cuando de fondo está la defensa de sus intereses de clase.
Y para nosotros, del Partido Obrero, se trata de impulsar la lucha para terminar con este gobierno capitalista a partir de una acción histórica de los trabajadores.