Políticas

3/10/2022

Los gobernadores del Norte “seduciendo al capital” en Estados Unidos

Mediante una nueva entrega de recursos.

Wado de Pedro y los gobernadores del Norte Grande en su gira por USA.

Durante esta semana tuvo lugar una gira de varios gobernadores de provincias del Norte por Estados Unidos. Fueron de la partida Gerardo Zamora (Santiago del Estero), Gildo Insfrán (Formosa), Ricardo Quintela (La Rioja), Raúl Jalil (Catamarca), Oscar Herrera Ahuad (Misiones), Gerardo Morales (Jujuy), Jorge Capitanich (Chaco) y Gustavo Sáenz (Salta). Por Tucumán viajó el vicepresidente primero de la Legislatura, Regino Amado. Se trata de una amplia delegación acompañada por Wado de Pedro y por el embajador de Estados Unidos en Argentina. La gira contó con el aval del kirchnerismo y el patrocinio de la embajada norteamericana.

La gira, según dicen los propios protagonistas, fue para mostrar el potencial del Norte Grande en materia de minería, energía, alimentación y turismo. El viaje tuvo como propósito atraer nuevas inversiones y financiamiento en infraestructura, materias en las que no existe gran inversión a nivel mundial, los capitales están más preocupados por la especulación con bonos y acciones que por invertir para aumentar su producción. Han concluido el periplo sin muchos anuncios, luego de haberse reunido con todos los grupos empresarios, con el Departamento de Estado, el FMI el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo.

En una de las tantas reuniones, los gobernadores firmaron un convenio con Amazon Web Services con la intención de “acortar la brecha digital”. En un país donde la mitad de los niños son pobres y el salario promedio apenas llega a cubrir la canasta de pobreza, no parece un objetivo que tenga sentido así planteado. En realidad, lo que se firmo es un convenio para que Amazon provea de servicios informáticos a los gobiernos provinciales y municipales mediante el correspondiente pago. Veremos si esto es finalmente viable en un país en el que faltan los dólares para importar insumos básicos para poner en marcha la industria.

El jujeño Morales ofició de vocero de los gobernadores, en su mayoría del PJ, y llegó a plantear que “es la primera vez que las provincias del Norte vamos con un plan de desarrollo de infraestructura para sacar del atraso a la región con vistas a los próximos 30 años”. Le faltó explicar por qué, siendo que sus partidos vienen gobernando desde hace décadas, en las provincias del Norte, que son las más pobres del país, esa pobreza no ha hecho más que multiplicarse.

El progreso y las inversiones que “nos sacarían de pobres” llegarían por el lado de la minería y el petróleo. La inversión extranjera sería la clave para la superación de la pobreza. Solo por poner un ejemplo, Catamarca tiene hace 20 años a la norteamericana Livent produciendo litio y hace más de 15 años la mina de oro del Bajo la Alumbrera, pero acaba de conocerse un índice del 40% de pobreza; Jujuy tuvo 70 años a una empresa yanqui explotando la mina El Aguilar y ahora quedó en el lugar un pueblo fantasma con graves pasivos ambientales; Salta tiene más de cien años de producción petrolera, en una zona donde no está garantizado el abastecimiento de agua potable y todavía se mueren niños Wichi por hambre.

Los gobernadores, como es el caso de Sáenz, se jactan de tener sus provincias ordenadas, de dar las mayores garantías jurídicas a los inversores y cuando llega alguna, como las que efectivamente están llegando en gran volumen para la explotación del litio, se lo adjudican cual si fuera un mérito de su gestión. La verdad es que “explota” el negocio del litio en el mundo, las provincias del NOA ofrecen enormes reservas y la posibilidad de obtener una renta completamente extraordinaria con un costo de producción de 5.000 dólares la tonelada contra un precio de 70.000. Los puestos de trabajo permanentes son muy pocos, las regalías apenas del 3%.

Los llamados inversores, presentados casi como benefactores, están haciendo negocios extraordinarios con la reventa de los yacimientos concedidos por las provincias, mucho antes de que entren en producción, es decir se venden las reservas y la producción futura. La enorme renta del litio podría ser efectivamente una palanca para salir del atraso pero la gira de los gobernadores refuerza el modelo de saqueo del recurso por las mineras, a las que los gobernadores les ofrecen gestionar ante el gobierno nacional un dólar litio, similar al dólar soja que entregó un enorme beneficio a los exportadores.

Los gobernadores reivindican el dominio de las provincias sobre los recursos del subsuelo, como se estableció en la Constitución menemista del 94. Pero esta reivindicación solo tiene sentido si se impulsa la estatización de los yacimientos en el marco de un plan nacional de industrialización que desarrolle toda la cadena hasta la producción de baterías. La verdad es que actúan frente a las multinacionales como jefes de una “república bananera”, es decir someten a las provincias a todas las imposiciones de las mineras.

La depredación ambiental está a la orden del día, ya sea con gobernadores macristas, radicales o peronistas. La disputa acerca de a quién corresponde el poder de policía sobre la preservación de los humedales, si a la nación o a las provincias, que está en el centro del debate sobre la sanción de la una ley de presupuestos mínimos en el Congreso, es trucha. Todos los niveles de gobierno están hoy más postrados que nunca ante el capital que impone todas las “desregulaciones” en materia ambiental para abrir paso a sus negocios. Además, hay abierto un debate en la comunidad científica sobre cuáles deberían ser las condiciones mínimas de una explotación sustentable del litio, en particular por tratarse de una minería “del agua”. Sin control de los trabajadores y derecho a veto de las comunidades, la del litio puede terminar como la mayoría de las otras explotaciones mineras con graves pasivos ambientales.

Que el kirchnerista Wado de Pedro haya estado a la cabeza de la delegación es todo un símbolo de la línea de CFK que pretende respaldarse en el apoyo del gobierno norteamericano para completar su mandato e incluso sobrevivir políticamente, ofreciendo negocios y garantías al FMI y al gran capital. Los gobernadores del Norte Grande son una pieza clave del plan de ajuste e impulsan una nueva oleada de colonización del capital extranjero que reforzará la pobreza, entregando además las pocas joyas de la abuela que quedan en las provincias. Un programa para salir de la pobreza y el atraso en el Norte no va a venir de la mano de los políticos capitalistas sino de un gobierno de los trabajadores.