Políticas
14/1/2025
Los parches de los “anarquicocapitalistas” en el rubro eléctrico
Nuevos negocios para los pulpos del sector.
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Eléctricas.
El gobierno que se autodenomina “anarcocapitalista” enfrenta un verano pendiente de un factor que está fuera de su pretendida autosuficiencia: el clima. En la medida que el verano dispare el consumo de electricidad en los grandes centros urbanos, los sectores populares sufrirán cortes de energía de una magnitud que dependerá del factor climático.
Qué medidas adopta el gobierno al respecto, demuestra el nivel de enemistad profunda de Milei para cubrir necesidades populares elementales. Ya ocurrió durante el invierno pasado, cuando por razones de la “motosierra” y el “déficit fiscal cero” se dejó de importar GNL y hubo que cortar el servicio de gas a industrias y estaciones de GNC.
Ahora, no será por la ola de frío, sino por la ola de calor, pero los padecimientos son casi un anuncio con alto grado de certeza.
La falta de inversiones, por la huelga capitalista, su saqueo y su parasitismo, no ha permitido contar en el verano que ya transcurrimos con una red de transporte, que debe ser en super alta tensión (500 Kv), que permita abastecer o evacuar las posibilidades de generación eléctrica instalada. Esas líneas están saturadas. Se anularon licitaciones programadas en función del “déficit fiscal cero”, y ahora transportar kilovatios enfrenta un “cuello de botella”.
Por lo que se demuestra que en todo caso Milei y compañía más que “anarcos” son anárquicos, como lo es el capitalismo.
Baterías de almacenamiento, Edenor y Edesur
Para superar ese “cuello de botella” a mediados de diciembre pasado la Secretaría de Energía de Nación daba a conocer una de las medidas con las cuales piensa enfrentar el déficit eléctrico en la zona del Amba (abastecida por Edenor y Edesur).
Una de las “soluciones” es la colocación de baterías de almacenamiento de energía eléctrica para conectarlas a las redes de 132 Kv que la distribuyen en la región más poblada y de mayor demanda del país. Hace ya un mes se estaba redactando un pliego para contratar, mediante licitación, estas baterías y el modelo del respectivo contrato.
“Es un proyecto que está en proceso y dentro de los próximos días o semanas saldrá la resolución correspondiente”, dijeron fuentes de la Secretaría a Energía Estratégica el pasado 7 de enero. Pero no hay que tirar manteca al techo, porque también se ha advertido que “si el proceso transcurre de manera acelerada, esos proyectos estarían disponibles a partir de inicios del 2026 en adelante” (Idem).
Los consumidores deberán padecer hasta dentro de un año por lo menos, no así Edenor y Edesur, quienes a partir de los tarifazos han obtenido ganancias siderales en el año que acaba de concluir.
Dice Ambito financiero (30/4/24) respecto a Edesur: “Tras la suba de tarifas obtuvo una ganancia después de impuestos de $104.750 millones, lo que representa un incremento del 307% respecto al mismo período del año anterior cuando había terminado con un resultado positivo de $25.724 millones”. Y dice el mismo diario (7/8/24) respecto a Edenor: los “estados financieros correspondientes al período de seis meses terminado el 30 de junio de 2024, que registró una ganancia operativa de $82.650 millones. Esta cifra representó un incremento de 261% contra las pérdidas de $51.363 millones que había registrado en el mismo período de 2023 (…) producto de los mayores ingresos registrados en los recientes meses por recomposición tarifaria”.
Y seguirán con sus privilegios, no solo con la huelga de inversiones, sino con las evasiones del pago de sus deudas respecto a Cammesa por la compra de energía. Si no pagan lo que compran y que distribuyen con jugosos tarifazos, es altamente improbable que invertirán U$S 1.000 millones que se requiere instalar a su cargo las baterías de almacenamiento.
Es que el proyecto pretende que sean las empresas las que pongan esos fondos. Lo pondrán los usuarios, ya que el proyecto tiene la intención “que las distribuidoras no ganen ni pierdan dinero por la instalación de baterías en sus redes. Eso implicaría la creación de un cargo diferencial para cubrir los costos de operatoria que se desprendan de la licitación que llevará adelante Cammesa” (Econojournal, 18/12/2024).
Como un perro que se muerde la cola, la huelga de inversiones no se resuelve con más huelga de inversiones.
En el plano más general hay otro proyecto oficial: el de reemplazar viejas usinas por nuevas, que requiere también inversiones, pero que también choca precisamente con esa huelga inversora patronal. Es que el esquema “libertario” de contractualización directa entre generadoras y distribuidoras, a través de una relación privada, va a un callejón sin salida. La burguesía es rabiosamente estatista cuando de sus negocios se trata, por lo que requiere que sea el Estado el que ponga las inversiones y las obras, y ellos luego usufructúan los beneficios. Hasta ahora el Rigi no ha desatado un frenesí empresario inversor.
En el medio quedan centenares de miles de usuarios que padecerán los cortes, los tarifazos y, además, el cargo diferencial si las baterías de almacenamiento se instalan dentro de un año.
Por la expropiación y puesta bajo control obrero de toda la industria energética, un vampiro insaciable contra la clase obrera y los usuarios.