La precandidata presidencial de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich, desató estos días una catarata de críticas por su falsa afirmación de que “las universidades argentinas están vacías de alumnos argentinos porque casi la mitad de la matrícula la ocupan alumnos extranjeros que vienen y toman esos lugares”.

Los números no dicen eso: el total de estudiantes extranjeros (incluyendo grado, pregrado y posgrado) es de apenas el 4% en las universidades públicas y del 5,5% en las privadas, según cifras del Ministerio de Educación.

Tan contundentes son las cifras que Bullrich debió desdecirse rápidamente.

“Es claro que los dichos de la ultraderechista no son aislados. Busca preparar el terreno para arancelar y privatizar la educación. Su compañero de Juntos por el Cambio, Ricardo López Murphy, lo quiso hacer en el gobierno de la Alianza, que Bullrich también integró. En ese momento, se ocuparon cientos de colegios y facultades. López Murphy se tuvo que ir y la educación siguió siendo pública”, señaló Gabriel Solano, precandidato presidencial del PO-MST, en un comunicado.

Los dichos de Bullrich se inscriben en una batería de afirmaciones xenófobas y discriminatorias. Un día después de las palabras de la candidata macrista, su vice Luis Petri planteó que hay que “terminar con los tours sanitarios de los extranjeros que vienen a hacerse atender a hospitales públicos y después se van a sus países”.

Otra mentira: solo un 4% de las personas que asisten a hospitales públicos y centros de salud primaria para recibir atención son extranjeros, según un informe de la OIT. Sobre un total de más de 800 mil internaciones anuales en hospitales provinciales de Buenos Aires, poco más de 50 mil (un 7%) corresponden a ciudadanos extranjeros. En 2018, la atención a extranjeros en el Hospital Posadas representó el 3,47% del total. Estos datos fueron recopilados en un hilo de tuits por Mauro Brissio, Magíster en Comunicación y Especialista en Fake News (En Orsai, 5/7).

La línea de Bullrich-Petri busca transformar a los extranjeros en el chivo expiatorio de las dificultades que tiene el pueblo argentino para acceder a la salud y la educación pública, cuyos verdaderos motivos residen en el ajuste y desfinanciamiento en ambas áreas llevado a cabo por los sucesivos gobiernos, nacionales y distritales, justicialistas o macristas, que han seguido los dictados del FMI.

En oposición a esta orientación ajustadora común a Massa, Larreta, Bullrich y Milei, la lista Unidad de Luchadores y la Izquierda plantea la triplicación del presupuesto educativo y sanitario, la anulación de todas las leyes antieducativas, la nacionalización y centralización del sistema de salud, y la nacionalización sin pago de los laboratorios farmacéuticos.

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