Este jueves 29 de junio, en el Teatro Picadero de CABA, el Partido Obrero y el MST, organizaciones que componen la lista “Unidad de Luchadores y la Izquierda” del Frente de Izquierda Unidad, presentaron su programa de gobierno. Allí, Gabriel Solano, precandidato a presidente, expuso los ejes de la política educativa que plantea la lista.

La fórmula Solano-Ripoll propone triplicar el presupuesto del sector, nacionalizar el sistema educativo, anular todas las leyes antieducativas, ponerle fin a las pasantías gratuitas, llevar adelante un plan de reinserción escolar, democratizar el cogobierno universitario y otorgarle más presupuesto a la cultura.

La situación de la educación es calamitosa. Esto puede verse en la crisis edilicia de los colegios, de muchos terciarios y de las universidades públicas. También se expresa en los bajos salarios docentes.

La dictadura militar transfirió miles de escuelas primarias y a casi 45 mil docentes a sus jurisdicciones. Menem profundizó ese proceso mediante la Ley de Transferencia y la Ley Federal de Educación. También aplicó la privatista Ley de Educación Superior, que ataca la universidad pública.

Los gobiernos capitalistas mantuvieron esta estructura privatista y ajustadora. Néstor Kirchner impulsó la Ley de Educación Nacional, que dejó intacto ese modelo y permitió el recorte de orientaciones (la “Nueva Escuela Secundaria” de Macri se basa en esa ley).

La Ley de Financiamiento de Kirchner (estipula que el presupuesto educativo debe representar el 6% del PBI) no fue cumplida ni por él; la deuda con la educación pública supera los 3,4 billones de pesos. Macristas y peronistas compartieron este ataque a la educación. Milei quiere recrudecer esta ofensiva antieducativa implementando un sistema de vouchers.

Un gobierno obrero terminaría con esta fragmentación del sistema educativo, garantizando a todos los trabajadores el derecho a la educación. La educación privada debe ser abolida y también la educación confesional. Esto último es la única vía para garantizar una verdadera educación laica y científica, y para que se aplique la ESI en todos los establecimientos.

También triplicaría el presupuesto educativo sobre la base del desconocimiento del pago de la deuda externa e impuestos progresivos al gran capital. Esto es clave no solo para solucionar la cuestión edilicia, sino también para aumentar los salarios docentes.

Este año ha habido paros y protestas docentes en casi todo el país por aumentos salariales y contra el derrumbe edilicio. A principios de junio hubo huelgas en 7 provincias. En Salta se desarrolló una pueblada contra el ajuste del massista Sáenz. En Santa Cruz y Chubut también hubo luchas. En Misiones hace dos meses que hay conflicto. Y en Buenos Aires y Capital Federal, los sindicatos combativos organizaron paros y movilizaciones. Estas luchas fueron precedidas por el no inicio de las clases en 14 provincias, a principios de marzo.

Los docentes universitarios también han dado pelea. En Jujuy, la docencia lucha contra actualmente el ajustador e intento de tirano Gerardo Morales.

Muchos de los protagonistas de estas luchas integran la lista “Unidad de Luchadores y la Izquierda”. Por ejemplo, Romina Del Plá, docente de la Matanza y referente de la oposición multicolor del Suteba, va como precandidata a senadora nacional. Amanda Martín, secretaria adjunta de Ademys, será precandidata a legisladora de CABA. Cintia Frencia, referente de la lucha docente en Córdoba, irá como precandidata a diputada nacional por esa provincia.

Gabriela Meglio, secretaria adjunta de Amsafe Rosario, sindicato encabezó y organizó la lucha contra las balaceras narco en las escuelas, se candidatea como diputada nacional por Santa Fe junto a Claudio Citará, delegado de escuela. Miguel Del Plá, como precandidato a senador, y Juan Manuel Valentín como candidato a gobernador son docentes de Adosac, cuyos trabajadores vienen peleando contra la ajustadora Alicia Kirchner. La fórmula Solano-Ripoll está acompañada de muchos más docentes que se plantan contra el ajuste antieducativo.

Vamos por una educación que esté al servicio de los intereses de la clase obrera.