Políticas

19/4/2022

Luis D´Elia y sus ataques antipiqueteros

La verborragia contra el movimiento piquetero independiente sirve a encubrir a un gobierno ajustador.

D´Elia y Fernández.

El oficialista Luis D´Elia se ha convertido en un claro detractor del movimiento piquetero y un acusador serial contra quienes salen a manifestarse contra el ajuste del gobierno y el FMI. En un reciente debate con Eduardo Belliboni, del Polo Obrero, en C5N, volvió a cargar contra los piqueteros con las calumnias y el arsenal ideológico de la derecha y los sectores reaccionarios.

La virulencia de los ataques del D´Elia oficialista contrasta con las denuncias que levantaba hace exactamente un año, cuando le reclamaba al gobierno de Alberto Fernández por la continuidad de la asistencia económica pospandemia, la apertura de los programas sociales y los alimentos para los comedores populares: los mismos reclamos que hoy ataca como “desestabilizadores”.

D´Elia se ha convertido en una sombra de su pasado, cuando al menos movilizaba con la FTV en el auge piquetero de finales de los 90´y principios del 2000, pasando por la complicidad con la Masacre de Avellaneda, encabezar la cooptación kirchnerista y terminar, en estos días, reproduciendo el libreto del ajuste fondomonetarista.

La degradación de una dirigencia cooptada

En la intervención contra Belliboni, D´Elia acusó a los “piqueteros trotskistas” de funcionales a la derecha, desestabilizadores, cobardes, manipuladores, ladrones y conciliadores con el macrismo, un menjunje de calificativos y calumnias que busca falsificar los hechos, en una operación en exceso fraudulenta, para desacreditar la lucha del sector más dinámico que se enfrenta a la política de ajuste del FMI.

Tal es así que Belliboni debió recordarle que quienes pactaron una tregua con la exministra de Desarrollo Social macrista, Carolina Stanley, no fueron las organizaciones piqueteras sino las organizaciones sociales oficialistas nucleadas en el Triunvirato Cayetano (Movimiento Evita, CCC, Somos-Barrios de Pie), actual Utep.

D´Elia sabe de pactos espurios, cuando le dio la espalda a Kosteki y Santillán, y a todos los piqueteros, con la tesis de un “pacto de represión de baja intensidad” y que las organizaciones piqueteras “buscaban un muerto”, lo que respaldó el accionar criminal de Duhalde y compañía.

La última acción de lucha que el dirigente oficialista puede reivindicar es la ocurrida en 2004, cuando copó una comisaría ante el asesinato de Martín “Oso” Cisneros, de la organización social Los Pibes, a manos de bandas narcos y zonas liberadas. En 2019 fue condenado a prisión donde conoció al asesino de Mariano Ferreyra, Cristian Favale, a quien respaldó más tarde, reivindicando la tesis del “enfrentamiento entre facciones sindicales” y la “tragedia” de la bala perdida, para exculpar, nuevamente, a los responsables políticos de un nuevo crimen contra la clase obrera.

Funcional al FMI

El encono de D´Elia contra los piqueteros solo se justifica por el lugar que ocupa el Polo Obrero y el movimiento piquetero independiente en la lucha contra el hambre.

D´Elia, hace tiempo “desvinculado” de la lucha social en las calles, oficia de respaldo del relato oficial de Zabaleta, Guzmán y Fernández, que busca distorsionar la realidad y justificar los recortes en el gasto públicos, las jubilaciones y los salarios. Incluso atacando las expresiones demagógicas del kirchnerismo, con quienes mantiene un distanciamiento personal y político.

El derrotero de D´Elia, como muchos otros dirigentes salidos del movimiento piquetero, se explica por el tránsito de su cooptación al Estado, lo cual ha acelerado el desarraigo de cualquier identificación de clase con los explotados. Hoy D´Elia asiste al proceso de lucha piquetero como un elemento funcional a los intereses del FMI en la región y respalda con sus acusaciones las operativas mediáticas y represivas contra los trabajadores precarizados y desocupados.