En una anterior nota de Prensa Obrera, denunciábamos que hace más de 40 días numerosos barrios del distrito bonaerense de Marcos Paz padecen la falta de agua y, en varios casos, esta contaminada. Mientras tanto, el municipio y la empresa prestataria ABSA, miran para otro lado.

Este lunes 4/1 nuevamente lxs vecinxs se convocaron frente a las oficinas de ABSA y ningún responsable ha salido a hablar para brindar explicaciones. Al contrario, les dicen a lxs vecinxs que deben abrir el reclamo individualmente y aguardar hasta que se dirija una cuadrilla a resolver el problema. Ponen como excusas en la posibilidad que sea solo un inconveniente doméstico (perdida en su propio domicilio) y no general. Un escándalo, mientras lxs vecinxs pagan tarifas altísimas por un servicio que no tienen y la empresa sigue recaudando millones.

A raíz de las nulas respuestas de la empresa, lxs vecinxs se dirigieron a la sede local de Defensoria del Pueblo provincial para elevar sus reclamos. Por otro lado, el municipio gobernado por Ricardo Curutchet (Frente de Todos) es cómplice y encima ataca a los vecinos, alegando que se dejen de “cacarear” y denuncien en la oficina de defensa del consumidor de la comuna, una cáscara vacía. Con todo esto, el municipio pretende ocultar su inoperancia, no asiste a los vecinos que están sin agua y que anden deambulando con trámites burocráticos.

Una cuestión importante, es que además de la falta de presión del agua, la misma está contaminada. Los vecinos reportan que se deriva de un reservorio aledaño al arroyo La Pantanosa, que ante la falta de mantenimiento y la descarga de efluentes por parte de las granjas avícolas, el agua les sale “turbia”. Pero además esto se suma a años de no tratar el agua como corresponde, ya que lxs vecinxs denuncian a raíz de resultados de agua que mandaron a analizar que está contaminada altamente con arsénico, superando los niveles de permitido.

Por eso, ante este critico panorama es imperiosa la organización de los barrios de Marcos Paz en exigir también a los Estados provincial y nacional la inmediata solución a la falta de agua. En primer lugar, el municipio no puede hacerse el desentendido y debe asistir de emergencia mediante la provisión de cisternas para higiene y de bidones para consumo. Además de la instalación de bombas en algunas zonas para contribuir con una mayor presión a la red.

Finalmente, ante una empresa que deja a merced y en riesgo de salud a la población más vulnerable como jubilados, pacientes oncológicos, etc, debe irse y que el Estado, bajo el control de lxs trabajadores y vecinxs, se haga cargo, tome sus activos locales y lleve adelante las obras de fondo.