Políticas

23/1/2023

Massa “sobrecumplió” las metas de ajuste del Fondo

A costa de los trabajadores, en 2022 el recorte del gasto público fue mayor a lo exigido por el FMI.

Sergio Massa.

El viernes el Palacio de Hacienda anunció que, para 2022, el gobierno sobrecumplió la meta de déficit fiscal impuesta por el FMI, superando el déficit primario de 2,5%. Esto se logró mediante recortes en los presupuestos para esferas públicas fundamentales, subsidios, obra pública y asistencia social, entre otros, los cuales a afectan directamente las condiciones de vida de la población. En tanto, los objetivos del acuerdo para 2023 exigen un redoble del ajuste fiscal, lo que redundará en mayores penurias para el pueblo trabajador, algo que la Unidad Piquetera enfrentará en las calles.

En los primeros once meses del año el déficit primario acumulado equivalía al 1,8% del PBI y el margen para el cierre de 2022 era de 0,7 puntos del Producto. Durante el segundo semestre, luego del designio de Sergio Massa como ministro de Economía, el ajuste fiscal pegó un salto exponencial. En diciembre, de acuerdo a datos recopilados por la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), el recorte en términos reales del gasto fue de 22,4%, el segundo número mensual de ajuste más marcado desde que desde la asunción de Massa (Infobae, 23/1).

El gobierno ahora puso en marcha el reforzamiento del ajuste que reclama el FMI con la baja en casi 160 mil programas Potenciar Trabajo, un ataque brutal a los que menos tienen y a lo que se suma los problemas en la entrega de alimentos para los comedores, las interminables demoras en la entrega de herramientas a los emprendimientos productivos y las bajas naturales del programa, que son por fallecimiento, por por jubilaciones y otras causas, y que no son reemplazadas.

Por otra parte, los planes para seguir limitando el Potenciar Trabajo abarca a aquellos que reciben otras transferencias del gobierno para “alentar el reingreso al mercado laboral formal”. El discurso oficial justifica esto en nombre de promover el programa “Puente al Empleo”, que ha fracasado rotundamente en la creación de puestos de trabajo y que apunta a convertir el plan social en un subsidio a las empresas que contraten -por medio de la cobertura parcial de los salarios y la bonificación de los aportes patronales (es decir, a costa de los jubilados). En definitiva, además de recortar el gasto fiscal el gobierno responde a los reclamos patronales de eliminar los programas sociales por desempleo para abaratar aún más la mano de obra.

Además, mientras el gobierno le saca a los que menos tienen lo que probablemente sea su principal ingreso, se le condonan deudas a las empresas energéticas, se le otorga beneficios cambiarios y exenciones impositivas a las petroleras, a las mineras y a las patronales agrarias, y se le ofrecen reaseguros contra la inflación y la devaluación a los especuladores.

Otros de los recortes que están en la mira del organismo son las jubilaciones y pensiones, que vienen perdiendo sistemáticamente entre 8 y 9 puntos respecto a la inflación desde 2021, y el sistema de regímenes especiales donde preparan reformas específicas. Asimismo, el FMI le marcó al gobierno que deberá atenerse al libreto incluso durante la campaña electoral, situación que, en general, incluye una mayor erogación fiscal que los gobiernos impulsan como parche social.

Según las principales consultoras, las cifras de caída del gasto que se van a ver entre enero y abril van a ser importantes (Ámbito, 22/01). No podemos permitir que seamos los trabajadores y los sectores más vulnerados los que continuemos pagando la crisis.

Es por eso que la Unidad Piquetera prepara una gran movilización al Ministerio de Desarrollo Social este miércoles, exigiendo el alta de la totalidad de los compañeros que fueron dados de baja, la apertura irrestricta y aumento de los planes sociales, y un seguro al desocupado igual a la canasta familiar, entre otras reivindicaciones. La acción será llevada adelante en respuesta al ataque artero del gobierno nacional y en contraste con las organizaciones sociales de oficialismo que han salido a apoyar las suspensiones y despidos del programa, como es el caso de Movimiento Evita y Barrios de Pie.

El peronismo fracasó en responder a las necesidades populares, al contrario, se ha convertido en el mejor alumno del FMI. Superarlo implica la construcción de un nuevo movimiento popular, que supere a todos los políticos capitalistas y que enarbole las banderas del socialismo, las de su propia clase.