Políticas

4/9/2025

Milei, Clarín y las patronales de prensa van contra el estatuto del periodista

El evento.

La patronal de Clarín viene de festejar, con fiesta, gala en el Colón y lujo asiático sus 80 años de existencia; fue una “alta fiesta”, según uno de sus editorialistas, en medio de un país que se desangra en la pobreza. De esta “fiesta inolvidable”, también en palabras del escriba de Héctor Magnetto, participaron todos los enemigos de la clase obrera y del pueblo argentino, hubo más de 2.300 asistentes: quince gobernadores (varios de ellos del PJ), Sergio Massa, el jefe de Gabinete del presidente liberchorro Javier Milei, la flor y nata de los grandes capitalistas del país (entre ellos Paolo Rocca, hoy valientemente enfrentado por los trabajadores de Ternium), el infaltable Mauricio Macri, el expresidente derechista de Uruguay Julio María Sanguinetti, más de medio centenar de jueces y fiscales, y burócratas sindicales de la CGT como Gerardo Martínez, Andrés Rodríguez y José Luis Lingieri.

A menos de una semana de esta fanfarria, se conoció que la patronal de Clarín viene reclamando que se avanzara en la eliminación del Estatuto del Periodista que, en este 2025, cumple 79 años de promulgación por ley del Congreso Nacional, iniciativa que “fue adoptada de inmediato por el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, quien la presentó en la mesa del Consejo de Mayo", según reveló El Destape (Tiempo Argentino, 3/9).

La “joda” patronal y el intento de derogación del estatuto no pueden escindirse de la ofensiva contra la libertad de prensa y de expresión del gobierno de Milei, acorralado por el escándalo de las coimas de su hermana Karina, y que exige que todos estos derechos sean erradicados, los periodistas perseguidos y judicializados, y el derecho de la población a enterarse de los chanchullos del régimen mileísta, apoyado por todo el mundo asistente a la fiestita de Clarín, conculcado.

El estatuto, una conquista de la lucha. Su defensa también exige de un claro plan de acción

El estatuto del periodista vela por los derechos laborales fundamentales de los trabajadores de prensa, en primer lugar por la estabilidad laboral, que garantiza la posibilidad de los periodistas de defender su derecho a la libre expresión por encima de las presiones e imposiciones de las editoriales. Es un resguardo “frente a la presión del Estado y las patronales de medios y vela, en la medida de lo posible, por el libre ejercicio de la profesión dando garantías para la libertad de expresión” (Tiempo, ídem); establece además de la estabilidad laboral una indemnización especial de seis meses más que las de cualquier trabajador, para disuadir a las empresas de despedir libremente, y garantiza el resguardo frente al apriete de los gobiernos respecto de las informaciones que se publiquen.

Este cuerpo de derechos fue conquistado después de décadas de lucha contra la prepotencia tanto del Estado cuanto de los capitalistas de los medios, que tuvo un hito inicial clave en una gran huelga de periodistas de 1919 en el diario La Prensa (uno de los más importantes de la época). “Durante esas jornadas se creó también el primer Sindicato de Periodistas y Afines. Fue como el primer gran momento del gremialismo de prensa”, recuerda el periodista Tomás Eliaschev. Finalmente, el estatuto fue aprobado bajo el primer gobierno de Juan Domingo Perón, pero los ataques y avanzadas contra el estatuto del periodista vienen desde hace décadas. En primer lugar, esa avanzada se vino desenvolviendo durante todos los gobiernos de los últimos 40 años, en su inmensa mayoría peronistas. La precarización laboral que sufre el gremio de prensa y la vulneración de las conquistas y derechos hoy tiene ribetes desesperantes.

Mientras la Unión Industrial Argentina (UIA) felicitó públicamente la cruzada con los derechos de los trabajadores de prensa, algunos medios destacan que el dirigente de la CGT Gerardo Martínez se habría pronunciado en contra (El Destape), nada menos que el mismo que festejó los 80 años de Clarín brindando con Magnetto.

La lucha contra esta ofensiva que implica profundizar la reforma laboral en el gremio de prensa, y defender el derecho a la libre expresión y a conocer lo que pasa de parte de los trabajadores, exige de la más estricta independencia política de las patronales y de la burocracia sindical.

Desde esa perspectiva, la agrupación clasista de la Naranja de Prensa de la Coordinadora Sindical Clasista del Partido Obrero llama a todos los trabajadores de prensa y al Sipreba a debatir y organizar un plan de lucha hasta derrotar esta ofensiva patronal, apoyada, como surge de los asistentes a la “Fiesta Inolvidable” de Clarín, por todas las patronales, sus partidos y la burocracia sindical de la CGT.

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