Javier Milei aterrizó en La Matanza dos veces en cuatro días, con la intención de reforzar su discurso reaccionario en el corazón del electorado bonaerense. Esto ocurrió la semana pasada, antes de fracasar en su acto de lanzamiento como candidato presidencial para las elecciones de 2023. Se presentó en el estadio de El Porvenir en Gerli, donde apenas llegó a reunir a poco más de 1.500 personas. Sin embargo, para el Frente de Izquierda Unidad y el Partido Obrero es de suma importancia realizar un análisis sobre el intento de penetración de esta variante reaccionaria en el conurbano bonaerense.

El espacio del economista que reivindica a Cavallo, aquel exministro de Menem que fue uno de los mayores ejecutores de la privatización de cientos de empresas públicas durante los años '90, es una expresión de derecha que se ha consolidado en CABA hace poco más de un año y que si bien carece de personería como partido a nivel nacional se destaca en los medios de comunicación por su crecimiento en las encuestas, explotando el descontento social que produce el fracaso de las políticas de los partidos tradicionales. Luego de los resultados de las elecciones legislativas que colocaron a Espert en tercer lugar, Milei intenta hacer pie en los municipios que tienen un peso estratégico en la provincia de Buenos Aires.

Ahora, el rejunte derechoso que protagoniza el impulsor del Movimiento Antipiquetero Argentino planifica acuerdos políticos en el conurbano y en secciones electorales importantes para apoyar sus propuestas reaccionarias. Es el caso de las negociaciones para cerrar acuerdos en provincias estratégicas como Santa Fe, sumando a figuras que defienden el mismo programa antipopular y reaccionario, como Amalia Granata, y el hijo del genocida Antonio Bussi en Tucumán. Todo esto digitado por Álvaro Zicarelli, exasesor de Elisa Carrió y Gabriela Michetti, dos representantes de la casta que Milei tanto repudia y dice combatir.

Sin embargo, las visitas que hizo a La Matanza fueron a las corridas. Solo estuvo una hora por el centro de Laferrere y media hora en el Mercado Central, en la localidad de Tapiales. Lo hizo acompañado de Ramiro Marra, la vicepresidenta del Partido Libertario -Lilia Lemoine-, algunos referentes bonaerenses de ese espacio y Karina Milei, su hermana y asesora. Su paso relámpago por el distrito estuvo apuntado a una instalación mediática que le permita colocarse cerca de los sectores más empobrecidos de la provincia, pero lejos estuvo de protagonizar un intercambio con las y los trabajadores que sufren la precarización laboral, la falta de vivienda y urbanización, consecuencias de las políticas ajustadoras que aplica el gobierno municipal pejotista de Fernando Espinoza, como parte de la ejecución de las condiciones impuestas por el FMI para el pago de la deuda.

El recorrido bonaerense de Milei atraviesa Avellaneda, Florencio Varela, San Martín y Tigre, donde se reunió en el Hotel Wyndham de Nordelta junto a empresarios y la participación de Martin Urionagüena, quien preside el Parque Industrial de Tigre. Allí intentó mostrarse como crítico de Juntos por el Cambio diciendo que “fueron un intento fallido” de la propuesta liberal que propone su espacio. Pero por más que intente mostrarse opositor a “la casta política” la orientación de su gira por el conurbano es clara lo desenmascara. No está en su agenda electoral el intercambio con los trabajadores que reciben el impacto del ajuste y la crisis política. Milei intenta penetrar principalmente en el electorado que reclama una salida por derecha.

Su presencia en los sectores más golpeados por la crisis es solo testimonial, a las apuradas y una campaña para la vidriera. Solo se sienta a discutir con el sector empresarial, es decir, con quienes se benefician través de las orientaciones políticas de la casta.

Un antipiquetero en terreno peligroso

El contenido de las propuestas de Milei no disimula el ataque hacia el movimiento piquetero, y son un arma de doble filo en un distrito en el que se ha profundizado y consolidado la organización independiente de trabajadores desocupados contra el ajuste del macrismo primero y el Frente de Todos después. En esta gira por el conurbano Milei busca ganarse al sector que se opone a las luchas en curso y a un método de intervención política, y que ve con buenos ojos el ataque hacia las principales reivindicaciones que colocan trabajadores ocupados y desocupados ganando las calles, empezando por el salario y el trabajo genuino.

Milei pretende que en un municipio azotado por la pobreza y la precarización laboral las y los trabajadores apuesten por una salida que ofrece sacar al país del fondo de pozo en nombre de una “lucha contra la casta”, que implica básicamente que capitalistas y trabajadores se unan para poder acabar con el atraso y la pobreza. Es decir, que los trabajadores peleen codo a codo con sus enemigos de clase.

Esta idea no solo no resiste un debate teórico si la contraponemos a la concepción marxista del Estado -que forma parte del programa político histórico del Partido Obrero-, sino que se trata de una trampa para desdibujar la división de clases en función de profundizar el ataque de los derechos conquistados por las y los trabajadores. Por eso Milei quiere acabar con la organización independiente como herramienta de lucha. Lo propuso abiertamente al manifestar ser el promotor del Movimiento Antipiquetero Argentino y a través de un cuestionamiento a los sindicatos, en un escenario político en que juegan un papel protagónico los planes de lucha que desarrolla la Unidad Piquetera, encabezada por el Polo Obrero.

La militancia e intervención política en de defensa de los derechos laborales que carece el espacio de Milei es la que desplegó el Polo Obrero y el Partido Obrero en el último episodio electoral que consagró por primera vez en la historia a dos concejales del FIT-U en La Matanza y otros municipios. Esa campaña estuvo atravesada por masivas y verdaderas recorridas de agitación política que concentraron a miles de trabajadores ocupados y desocupados de punta a punta, desde Villa Celina hasta Virrey del Pino, y que culminó con una histórica movilización de 10 mil personas al Concejo Deliberante para llevar los reclamos de los 100 barrios en donde interviene el Polo Obrero. Con este método vamos a responder el intento de Milei de quebrar la organización independiente y el avance de políticas derechistas en La Matanza y el el conurbano bonaerense.

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