Del 21 al 24 de febrero se desarrollará en Washington DC una nueva edición de la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC, por sus iniciales en inglés), que congrega a referentes de la derecha de Estados Unidos y del mundo. En esta ocasión, uno de los atractivos de la cumbre es la presencia del presidente argentino Javier Milei.

La CPAC nació en 1974, cuando contó con un discurso inaugural a cargo del republicano Ronald Reagan (entonces gobernador de California). En los últimos años, estuvo dominada por Donald Trump y esta vez no será la excepción: tendrá a cargo el principal discurso.

El cierre de la conferencia coincidirá con las primarias republicanas en Carolina del Sur, que podrían despejar el camino de Trump para la nominación presidencial. Se trata del Estado que tuvo como gobernadora a su contrincante en la interna, Nikki Haley, quien no participa del evento.

A pocos meses de las presidenciales estadounidenses, el carácter electoral del encuentro no solo está dado por el hecho de ser una tribuna política. Para la investigadora senior de la Fundación de la CPAC, Mercedes Schlapp (Telemundo, 14/2), la invitación a Milei y al presidente salvadoreño Nayib Bukele forma parte de un intento de pelear el voto latino en los comicios de noviembre.

Milei, quien en estos días se reunirá con el secretario de Estado, Antony Blinken (lo cual demuestra su subordinación tanto a demócratas como republicanos), compartirá cartel con otros referentes de la ultraderecha y formaciones políticas fascistizantes como Eduardo Bolsonaro (hijo del expresidente brasileño), Santiago Abascal (dirigente de Vox de España), Liz Truss (ex primera ministro de Reino Unido, cuyo insostenible plan de recortes masivos de impuestos a los grandes capitalistas provocó su caída en tiempo récord), y Nigel Farage (fundador del Partido de la Independencia del Reino Unido, Ukip, promotor del Brexit). También figuran lobistas del sector petrolero y gasífero como Tim Stewart, legisladores republicanos y exfuncionarios.

En el comunicado que anuncia la presencia del dirigente “libertario”, la CPAC lo saluda como un hombre “centrado en luchar contra el socialismo y la corrupción en su nación”. Matt Schlapp, presidente de la institución, dice: “Los patriotas estadounidenses lo apoyan para que tenga éxito y también nos gusta la motosierra”.

La CPAC proclama en su sitio web su apoyo a Israel en la ofensiva contra Gaza. Uno de los participantes del encuentro será el diputado Simcha Rothman, del Partido Sionista Religioso, que integra la coalición de gobierno que lidera Benjamin Netanyahu. En este respaldo al sionismo, no hay diferencias entre la convención derechista y el gobierno de Joe Biden, quien, a pesar de sus declaraciones hipócritas sobre las vidas de los civiles palestinos, proporciona auxilio militar a Tel Aviv y vetó cualquier posibilidad de alcanzar un cese al fuego.

La presencia de Milei en un cónclave de estas características no sorprende. Y, a esta altura, tampoco llama la atención que vaya a dar cátedra al exterior mientras todos los indicadores sociales en Argentina se derrumban como consecuencia de su plan motosierra contra los trabajadores y el pueblo.

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