Finalmente, el diputado Germán Kiczka y su hermano Fabián se fugaron, impidiendo que se concretara la tan demorada detención de este clan vinculado al exgobernador misionero Ramón Puerta que integra redes de pedofilia.

Lleva mucho tiempo la investigación, impulsada a partir de las denuncias de ONGs internacionales que luchan contra la explotación sexual infantil, de la que derivan los allanamientos a los domicilios de los Kiczka en la localidad de Apóstoles. Al menos cinco meses demoró la justicia federal para proceder con los allanamientos, pese a que contaba con la información necesaria. Recién el 21 de agosto el juez Farías dictó orden de detención para ambos hermanos y dio a conocer el horror del contenido incautado de los dispositivos de estos depravados: más de 600 archivos de material de abuso infantil, incesto y pedofilia. Peor aún ha sido el tratamiento del caso por parte de la Cámara de Diputados de la provincia, que debía proceder con el desafuero del diputado puertista Germán Kiczka.

La lentitud de la Justicia y el poder político provincial fue un tiempo clave a favor de los imputados. Estaba claro que tienen los recursos suficientes para eludir el accionar de la Justicia, fugarse y/o dificultarlo borrando pruebas. Por eso no sorprende que no hayan podido ser localizados en sus domicilios, ya que tuvieron tiempo de sobra. Recién en la sesión del jueves 22 el parlamento dio tratamiento al desafuero de Kiczka. El contraste con la actitud diligente de la política para criminalizar la lucha de las y los docentes por ejemplo, o cualquier otra lucha social, no puede ser mayor.

Que quede en claro: la justicia federal y el poder político provincial han convivido con engranajes locales de redes internacionales de explotación sexual de niñes todo este tiempo. Juegan para que terminen impunes así que son igualmente responsables de que hayan operado tranquilos todo este tiempo. No sólo tenían las pruebas desde el primer allanamiento a la casa de los Kiczka, ocurrido en febrero; los y las vecinas de Apóstoles presentaron una denuncia en marzo en la Cámara pidiendo urgente celeridad y ventilando que se realizaban fiestas clandestinas con menores en el local y la casa de esta familia; y en abril lo hicieron periodistas de la localidad amenazados por la familia por comentar estas situaciones en las radios locales. Todo esto fue archivado.

Aún en el caso que quisieran alegar desconocimiento, tampoco se explica las demoras en resolver la detención de estos delincuentes -y el desafuero en el caso del diputado- una vez que se conocieron las pruebas contundentes en su contra, hasta tuvo tiempo de pasearse libre por los programas de televisión negando su implicación. Sabemos que en Misiones no hace falta cruzar legalmente por los pasos fronterizos para salir del país, le tendieron las garantías para la fuga.

Con estos pedófilos sueltos las infancias siguen en peligro por eso exigimos el inmediato desafuero de Germán Kiczka y la detención de todo el clan familiar implicado en estos delitos horrendos. En Misiones las redes de pedofilia funcionan hace décadas con connivencia y garantía de impunidad de todos los poderes del Estado, para desmantelarlas necesitamos organizarnos independientes de cualquier organismo institucional y además reclamar la aplicación efectiva y urgente de la ESI en las escuelas, fundamental herramienta con la que cuentan las infancias para identificar y denunciar abusos.

Misiones “hasta el caracú” con la trata y la pedofilia

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