Neuquén está siendo sacudida por una formidable jornada de lucha de trabajadores docentes, salud, judiciales y organizaciones piqueteras. Hoy, miércoles 3, comienza el no inicio de clases con un parazo de cinco días de los trabajadores de la educación. Los docentes desarrollan una gran manifestación en los centros de las ciudades y mañana, jueves 4, tendrán lugar numerosas acciones en las rutas de la provincia. En el caso de salud, se procesa un paro por tiempo indeterminado ante la entrega de la burocracia sindical, la cual pactó un miserable 12%, con sumas fijas y en cuotas. Una gran concentración de trabajadores de distintas hospitales discutió la medida, lanzando acciones por hospitales y una asamblea interhospitalaria para el  viernes 5/3.

A su turno, los judiciales rechazaron en forma unánime la propuesta salarial presentada por el Tribunal Superior de Justicia, la cual copia la iniciativa oficial de establecer un 12% de aumento, más sumas fijas y en cuotas y hoy paran y movilizan. Por su parte, organizaciones sociales y piqueteras, lanzaron un plan de lucha que incluye jornadas provinciales y nacionales. Hoy miércoles, el FOL (Frente de Organizaciones en Lucha) y el FPDS (Frente Popular Darío Santillán) cortan el puente carretero, en tanto que el jueves el Polo Obrero realizará un corte de ruta en la capital y acciones en Zapala, Chos Malal, Plottier, Cutral Co, Plaza Huincul y Chañar.

Todas las acciones tienen una línea común: el gobierno de Omar Gutiérrez, siguiendo al gobierno de Alberto Fernández, desarrolla una ofensiva sobre los salarios, los presupuestos de salud, educación y el desmantelamiento de la ayuda social, pretendiendo que de aquí salgan los recursos para el repago de la deuda provincial y la continuidad de los subsidios a los capitalistas. Para este cometido, cuentan con el apoyo activo de la burocracia sindical.

La deuda sí, el salario no

Esta orientación del gobierno quedó claramente expresada en el discurso inaugural, cuando el mandatario provincial señaló que “los mejores salarios son los que podemos pagar”. Una clara alusión a que la crisis de las cuentas fiscales responde a la evolución de los salarios. Sin embargo, una mirada seria del asunto permite vislumbrar que ha sido la evolución de la deuda, un 67% pactada en dólares, la que hace rugir las “finanzas públicas”. Según los propios informes oficiales, el resultado económico ejecutado a setiembre del 2019 arrojó un superávit de $ 7.625 millones y de $ 1.000 millones a setiembre de 2020. En este último año, los ingresos corrientes se presupuestaron en $ 157.000 millones, según el gobernador ingresó un 80% de ese monto. Pero la provincia terminó subejecutando el presupuesto. No hubo ni un peso de incremento salarial, ni gastos de funcionamiento de la administración pública por meses, y de las escuelas por todo el año. De modo que gran parte de esos gastos presupuestados no se ejecutaron y el déficit de $2.238 millones del cual habla el gobernador, no lo generan los salarios en el 2020, sino el negociado con los fondos buitres y bancos. Y además, los subsidios y concesiones a los capitales como lo es la rebaja de ingresos brutos en un 50% a las cámaras empresariales y a las empresas que desarrollen pozos convencionales.

En el mes de enero de 2021 ingresaron $ 1.629 millones adicionales a lo presupuestado. Así las cosas, Gutiérrez está empecinado en defender la orientación capitalista de su gobierno. Por ello, cuando el gobierno habla de déficit, lo hace en función de las necesidades de financiamiento para los grandes grupos económicos.

Desarrollemos el frente único. Derrotemos el ajuste del FMI 

En Neuquén se desarrolla un verdadero pacto social entre el gobierno y las direcciones de ATE y UPCN contra los salarios y las condiciones de trabajo. Esto, claramente no es nuevo, pero en el año en curso se ha profundizado. El mismo se sustenta en la subordinación política de las burocracias al Frente de Todos y el alineamiento de Gutiérrez con Fernández. Mantener los salarios muy por detrás de la línea de pobreza y menores a la inflación es una cuestión de Estado. De lo contrario, el esquema de Gutiérrez estaría fuertemente cuestionado, cuando las condiciones de un nuevo endeudamiento son prohibitivas y la asistencia de Nación hace agua.

En el caso de la dirección de ATEN, la misma colaboró activamente en la estrategia del gobierno de estirar las negociaciones hasta el mismo día de inicio del ciclo lectivo. Este tiempo dado por la dirección fue prácticamente desde el 19 de diciembre hasta el mismo 2 de marzo, un día previo al inicio de clases. Aquí, la fuerza y la decisión de los trabajadores de la educación de no soportar un año más de rebaja salarial impuso que la burocracia tenga que votar el paro por 5 días.

En este escenario, es clave el desarrollo del frente único, la unidad de todos los sectores ( ceramistas, tierra y vivienda) y el impulso a fondo de un plan de lucha.