La comunidad educativa de la Escuela 223 de Valentina Sur, en Neuquén, venía reclamando hace años el levantamiento el cerco perimetral para que dejaran de entrar personas ajenas a la institución a realizar todo tipo de daños y robos a la escuela, por la seguridad de las infancias en los recreos y otras actividades escolares. Finalmente la escuela ardió en medio de la noche de un fin de semana de octubre.

Asimismo, la comunidad educativa solicitó por décadas refacciones de importancia como el sistema cloacal que desborda, las grietas en las paredes más añejas del establecimiento y la construcción de un salón de usos múltiples (SUM) porque no hay espacio para actos y educación física. Una historia de postergaciones.

Entre las madres que participan activamente de esta lucha, hay varias que cuentan que recuerdan a sus madres reclamar lo mismo cuando eran niñas. Es decir, que han pasado los gobiernos y los problemas se acumulan.

El incendio de la escuela en octubre del año pasado complicó más la situación. La escuela quedó dividida en distintos espacios cedidos por otras instituciones. La parte siniestrada fue solamente aislada, pero a la fecha no se inició ninguna reconstrucción.

La diputada del Partido Obrero en el Frente de Izquierda, Gabriela Suppicich, también se sumó al reclamo con un pedido de informes en la Legislatura para que sea incluida en la obra pública de la provincia. Entonces ya se alertó que el gobierno está promoviendo de este modo, la migración de estudiantes a otras escuelas y cerrar el anexo de nivel inicial.

Ante los reclamos de las familias y docentes en el mes de marzo, la ministra de Educación, Soledad Martínez (Frente Grande en Neuquinizate), fue a la escuela y prometió que en junio vendría a dar respuestas sobre la reconstrucción de la parte siniestrada, con un plan de obra concreto, con plazos para comenzar el ciclo lectivo 2025 en el edificio nuevo.

Lejos de cumplir con su palabra y de dar una solución, ni siquiera se presentó en la escuela y tampoco reprogramó la reunión, ni explicó el motivo de su ausencia. El gobernador Rolando Figueroa (MPN en Neuquinizate), anuncia récord de producción de barriles de petróleo y la “provincia de oportunidades”, cuenta con un triste porcentaje de escuelas que le faltan mantenimiento, ampliaciones, reparaciones e inversión en nuevas escuelas para albergar a los miles de estudiantes que están hacinados en aulas sobrepobladas. Y donde, en muchos casos, su única comida del día es el refrigerio escolar que también es pobre nutricionalmente.

Cansados de esperar, la comunidad educativa de la Escuela 223, junto con Aten Capital, resolvieron hacer una actividad que consistió en una recorrida por el barrio, uniendo y haciendo visible las distancias entre las aulas de primaria y nivel inicial, un abrazo simbólico a la escuela, muraleada y una radio abierta que expusiera frente al barrio y la comunidad en general la grave situación en la que tienen que estudiar cientos de alumnos y docentes.

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El plan de lucha, incluye una juntada de firmas exponiendo esta situación, que llevarán al CPE (Consejo Provincial de Educación) en los próximos días, con conferencia de prensa y reclamo de audiencia a la Ministra. En la provincia de Vaca Muerta, hay que meterle lucha. ¡Vamos a lograr que se reconstruya la Escuela 223!

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Vení con el Partido Obrero y los que enfrentan a este gobierno y sus cómplices. –

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