Políticas

18/5/2021

Ni los Precios Cuidados se salvan de la inflación

Un informe precisa que subieron por encima de la media de los precios.

Los productos del programa Precios Cuidados subieron, en el último año, por arriba de la inflación general e incluso de los alimentos, según un informe publicado por el Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa). Se pone de manifiesto una vez más que las “regulaciones” del gobierno son vía libre para las aspiraciones y ganancias capitalistas.

Mientras que la inflación anual (abril 2021) fue del 46,3% y el rubro de alimentos creció un 46,4%, el estudio señala que los productos de Precios Cuidados subieron un 53,4%, sacando una holgada diferencia.

El programa de Precios Cuidados alcanza a unos 600 productos enlistados y solamente se accede a estos en las grandes cadenas de supermercados, con lo que se estipula que el porcentaje de la población que participa de este “beneficio” es de un 35%.

Estos datos se suman al desmantelamiento del programa Precios Máximos, con el desenlistamiento de 36 categorías, lo que indudablemente impactará con fuerza en los precios.

Una política de descontrol

Las restricciones, acuerdos, controles e informes del gobierno no han servido en nada para contener los precios, más bien todo lo contrario: resultan la fachada de una orientación de ajuste, que se traslada al bolsillo de los trabajadores.

Allí se inscriben las “amenazas” del gobierno a las patronales de la carne, con la suspensión –reversible- de la exportación de carnes por 30 días, luego de que todos los programas de “registros” y precios pactados fracasaran uno tras otro.

La carne subió en promedio un 70% durante el último año, si bien el consumo se encuentra en el nivel más bajo de los últimos ¡cien! años (Iprofesional, 17/5). Desde las patronales responsabilizan a la emisión monetaria –gran parte de ella para financiar negocios del capital financiero y la banca- y al alza en los precios de los combustibles, que impacta en la logística. Sin embargo, omiten mencionar que no existe ningún control real sobre la cadena de precios ni mucho menos sobre las exportaciones, que desvincule los precios nacionales de los internacionales.

La amenaza del gobierno se parece mucho a lo realizado, no hace tiempo, respecto a las exportaciones de maíz, terminando con un recule del gobierno en toda la línea.

Es el ajuste

Lo que se esconde en el fondo de la disparada de los precios y de las medidas cosméticas del gobierno es una orientación de ajuste, camino al pacto con el FMI.

El salto de la inflación responde a la liberación de tarifas y precios avalados, formal e informalmente, por el gobierno y al giro de los recursos nacionales al pago de la deuda externa y de los intereses de instrumentos financieros como las Leliq y los pases pasivos, que implican jugosas ganancias para la banca privada.

Los precios de “referencia” solo han servido para sostener una ilusión estadística pero no redundan en un cepo a la inflación. Para parar el alza de los precios se precisaría la apertura de los libros de las empresas productoras y el control de toda la cadena de precios, bajo control de los trabajadores. Lo mismo ocurre con la exportación de carnes, trigo, soja, maíz, etc. con precios internacionales y dólares que los hacen más atractivos para los capitalistas, para lo que se requiere la nacionalización del comercio exterior, evitando así pagar los altos precios internacionales.

Todo esto debe ir de la mano de una política de paritarias libres, sin techos, y salarios por arriba de la canasta familiar, para garantizar el acceso de las familias obreras a todos los bienes de consumo.