La mañana del lunes 14 el Hospital Posadas amaneció militarizado, con carros hidrantes y un enorme despliegue de la policía en las cercanías del nosocomio para intimidar a los trabajadores. Los uniformados de la Federal ubicados en el tercer piso, lugar donde se encuentra la dirección, y algunos otros por el hall central, no pudieron intimidar una asamblea autoconvocada que repudió el accionar de las autoridades que nos mandan a la policía -ante los rumores cada vez más crecientes de la llegada de 640 telegramas de despidos.

Desde que llegaron, las autoridades del hospital no hicieron más que preparar el terreno para justificar la posibilidad de despidos apelando a todo tipo de argumentos.

No olvidemos que utilizaron lo ocurrido con el resonador magnético, donde el propio director -el Dr. Díaz Legaspe-  acusó ligeramente a los trabajadores de sabotaje, cuando las principales pericias iniciales indican que fue un  accidente involuntario, todo lo cual era sabido por el director. 

Lo mismo que tratarnos de “ñoquis” y “militantes”. O, peor aún, sus dichos en Telenoche, cuando planteó que sobran la mitad de los trabajadores.

La bronca por el silencio de las conducciones sindicales (ATE, UPCN, STS) es tal que los trabajadores nos autoconvocamos para repudiar el despliegue policial, reafirmar que no vamos a permitir ningún despido y que nos vamos a mantener organizados para contrarrestar la campaña de mentiras. Por otro lado, se resolvió que el día martes 15 a las 10 hs en el hall central nos vamos a volver a concentrar y el miércoles 16 vamos a parar y movilizarnos en la convocatoria de ATE, a pesar de que estos no llamaron a  asamblea alguna, esperando pasivamente los telegramas.

Los trabajadores del Hospital Posadas nos empezamos a organizar: no queremos ningún despido, y vamos a defender la salud pública, gratuita y de calidad para toda la población.

Jimena Lettieri

Trabajadora contratada desde hace 15 años