El hecho de que la Federación Médica Bonaerense (Femeba) corte el jueves 26 de octubre las prestaciones del Ioma para los servicios de anestesia y de alta complejidad, como consecuencia de la deuda que la obra social de la provincia de Buenos Aires mantiene con los profesionales, es un hecho de gravedad que afecta a miles de trabajadorxs.

El vaciamiento del Ioma por parte de los gobiernos es de larga data. Tuvo lugar con el gobierno de Scioli, Vidal y ahora lo tiene con el de Kicillof.

Ioma ha sido y es una caja negra de todos los gobiernos. La inclusión del artículo 56 inciso f en la Ley 14.989 -de reforma de la estructura ministerial- le permitió al Poder Ejecutivo disponer de los fondos no utilizados por el Ioma para el cierre del ejercicio financiero. Los fondos que provienen de la subejecución del presupuesto asignado al Ioma queda en manos del gobierno de turno.

Con aportantes cautivos y porcentajes que no bajan del 4%, esto hace que Ioma sea una caja de recaudación para el gobierno. El uso de los fondos es discrecional (esto también lleva, por ejemplo, a que haya sobreprecios en las prestaciones).

Al mismo tiempo, los recursos de Ioma se utilizaron durante la pandemia para otorgar créditos a tasa cero y a largo plazo a las clínicas y sanatorios privados. Este desfalco contra los afiliados fue presentado por el gobernador como una “integración del sistema de salud estatal y privado”. Al día de hoy, no hay informes sobre la devolución de los préstamos por parte de las corporaciones y monopolios de la medicina privada.

Las declaraciones de Femeba no son nuevas. Lo mismo ocurrió en el 2021, en la ciudad capital de la provincia, donde los chantajes de la Asociación Médica Platense (AMP) terminaron, como siempre, con un aumento del costo de las prestaciones y un golpe al bolsillo de los afiliados.

El Ioma se encuentra en una cesación de pagos que afecta a médicos, psicólogos, odontólogos, acompañantes terapéuticos, cuidadores domiciliarios y proveedores de insumos, a quienes se les incumple y demoran meses los pagos.

El recorte creciente de prestaciones a lxs afiliadxs -con sus consecuencias desesperantes para centenares de pacientes oncológicos y con enfermedades crónicas- “dibuja” un haber superavitario que no existe y que se paga con la deficiente atención de lxs afiliadxs.

Lo mismo sucede con la atención de profesionales; lxs afiliadxs deben desplazarse largas distancias para acceder a un médico derivado que lxs atienda. La habilitación de 60 “policonsultorios” de Ioma en la provincia no ha modificado esta situación, porque estos centros tienen una atención y prestación limitadas.

Un Ioma para lxs trabajadorxs

El vaciamiento del Ioma es parte de la política de todos los que gobernaron la provincia.

Ese vaciamiento fue utilizado por intendentes de Juntos por el Cambio para avanzar (con el apoyo del Frente Renovador de Massa, Juntos por el Cambio y libertarios) en la Legislatura bonaerense en una desarticulación de Ioma que atenta contra lxs trabajadorxs municipales. Una avanzada aún más privatizadora.

Para atacar la política de vaciamiento y privatización se debe proceder a una reparación económica extraordinaria, que debe salir exclusivamente de las ganancias y tributos del capital.

Inmediato plan de cobertura y prestaciones médicas plena para todos lxs afiliadxs. No a los proyectos de desarticulación de Ioma. Por la elección del directorio del Instituto de Obra Médico Asistencial (IOMA), mediante el voto obligatorio de la totalidad de lxs afiliadxs y estableciendo la revocabilidad de los cargos de cuatro años por incumplimiento del mandato.

Asimismo, el superávit al cierre de cada ejercicio financiero debe ser contabilizado como un fondo de reserva por fuera del presupuesto asignado al ejercicio siguiente.

https://prensaobrera.com/politicas/cuales-son-las-causas-del-faltante-de-combustible

https://prensaobrera.com/politicas/la-trampa-del-balotaje