La Daia, Delegación de Asociaciones Israelitas de Argentina, hizo público un comunicado en sus redes sociales en el que busca prohibir las acciones de solidaridad con el pueblo palestino en las universidades e institutos educativos. Se escuda en una campaña de victimización, igualando el sionismo con el judaísmo, para llamar “antisemita” a todo aquel que rechace el genocidio, los crímenes de guerra, la matanza de civiles, los bombardeos a hospitales, ambulancias y campos de refugiados, la destrucción de las infancias, que expresan un intento de limpieza étnica por el Estado de Israel contra Palestina.

Para dar sustento a sus denuncias utiliza de forma engañosa fotografías de apoyo a la causa palestina por parte de diferentes agrupaciones estudiantiles, mezcladas con esvásticas anónimas en lo que presuntamente es el baño de alguna casa de estudios, que siquiera hacen mención a la barbarie en Medio Oriente. Querer confundir el logotipo del nazismo (del que, le recordamos a la Daia, somos sus principales enemigos) es una maniobra para intentar acallar a los y las estudiantes que denunciamos el genocidio en Palestina.

Denunciamos que con esta banalización del antisemitismo se busca una justificación para la vandalización y las agresiones a las que día a día somos sometidos quienes expresamos nuestra solidaridad con el pueblo palestino.

Rechazamos el intento de presentar la defensa del pueblo palestino ante el intento de exterminio por parte del sionismo como “judeofobia”. El pueblo judío no es responsable de las masacres cometidas. De hecho, varios de los estudiantes y docentes acusados por la Daia de “antisemitas” en este comunicado son judíos, que tanto en Argentina como en distintas partes del mundo se encuentran movilizados de forma valiente rechazando la política colonialista y racista y el sistema de apartheid, bajo la consigna “no en nuestro nombre”.

Así como en nuestro país tenemos una larga tradición histórica en rechazar la “teoría de los dos demonios” con la que se buscó por mucho tiempo justificar el genocidio en la última dictadura militar, señalamos que lo mismo aplica para Palestina. Allí no hay una “guerra entre dos bandos”, sino un genocidio que ya se ha cobrado la vida de 10.000 civiles, el 70% de ellos son niños y mujeres. Y es una política de exterminio que tiene una larga duración, en los últimos 75 años. Todo sobre la base de un régimen de apartheid impuesto sobre la población de Gaza y Cisjordania. En esta última Hamas no tiene presencia, y aún así se asesina con total impunidad a los civiles palestinos (160 asesinados por las fuerzas del Estado israelí solo en el último mes) y se secuestra activistas de sus hogares como a Ahed Tamimi, cuya libertad exigimos inmediatamente.

Creemos que es urgente redoblar la movilización para exigir al Estado argentino la ruptura de relaciones con Israel y la liberación de los 5.000 presos políticos palestinos mediante el intercambio de rehenes.

Somos estudiantes que así como reivindicamos el levantamiento del pueblo judío en el Ghetto de Varsovia contra el ejército nazi, hace 80 años, reivindicamos que el pueblo palestino en Gaza y Cisjordania se organice para luchar por una vida digna y en paz.

El sionismo no callará nuestra voz. Seguiremos de pie visibilizando el horror al que es condenado el pueblo palestino en estas horas. Pedimos por el cese inmediato de los bombardeos y por el alto el fuego en Gaza.

No podrán cercenar la libertad de expresión de la comunidad educativa. Reafirmamos nuestra disposición a defenderla con la misma saña y decisión con la que enfrentamos las atrocidades barbáricas del Estado de Israel. Llamamos a todos los actores de la comunidad educativa a pedir por una Palestina libre y laica, para que todas las comunidades puedan vivir en paz.

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