Políticas

6/6/2022

No tan Juntos: el cruce de Gerardo Morales a Macri y el “shock del primer día” de Bullrich

La interna de la oposición derechista también se ahonda.

Gerardo Morales y Mauricio Macri.

El expresidente Mauricio Macri declaró algunas palabras que le echaron leña a la crisis de la oposición derechista. En un foro liberal en Brasil, dijo que en la historia nacional “el populismo empezó con Yrigoyen”, lo que le valió el enojo de sus concubinos de coalición de la Unión Cívica Radical. Gerardo Morales, presidente nacional de la UCR y gobernador de Jujuy, escribió una carta en la que le disparó que “si quiere romper Juntos por el Cambio para acordar con sectores de la ultraderecha antidemocrática lo haga, pero que lo blanquee”; refiriéndose a sus acercamientos con Milei. Luego, la exministra de Seguridad Patricia Bullrich metió bocado en la trifulca.

Morales concluyó el escrito alegando que “es en la confluencia de partidos democráticos y republicanos donde radica la posibilidad de darle un mejor futuro al país”. De cara al 2023, ante el fracaso cada vez más agudo del gobierno de Frente de Todos, una oposición derechista también en crisis se dirime cómo reunir las condiciones políticas para avanzar con la agenda de ataques y reformas antiobreras de los capitalistas. Lo que aquí plantea Morales es en definitiva la intención de preservar para este cometido ciertos recursos de contención, resguardando lazos con sectores del PJ o de la burocracia sindical. La conclusión final de la carta asegura que la UCR “garantizará una alternativa de cambio”.

En tal sentido Patricia Bullrich, quien fue ministra de Seguridad de Macri, intercedió haciendo gala de que si “le toca ser presidenta, va a hacer todo desde el primer día”. Así, se mostró una vez más en la vereda de la política de shock que promueven los “halcones” en contra del gradualismo al que culpan como el factor de fracaso del gobierno macrista. En la misma línea fue que se despegó del gobierno de Macri, recalcando que “dejó de lado sus ideales por seguir a su equipo de marketing, que lo limitaba mucho”, y dijo haber tenido cruces en reiteradas ocasiones con su jefe de Gabinete, Marcos Peña. Es un discurso que la emparenta a propósito con Milei, a quien busca arrimar, pero quien a la vez creció especialmente tras el fracaso del macrismo.

Todos estos elementos configuran la crisis interna que atraviesa también a la oposición derechista, tanto a nivel coalición, como demuestran las pulseadas entre la UCR y el PRO en un frente que integran también la Coalición Cívica o el Peronismo Federal, como incluso dentro de los partidos que lo integran, como prueba la “grieta” entre “palomas” y “halcones”; incluso es también al interior de sus propias “fracciones” que se avizoran divergencias. En el centro de la escena aparece el problema de cómo avanzar en la agenda de los capitalistas, sobre todo luego de haber escarmentado con la reforma previsional en el mandato de Cambiemos, cuando se toparon con la rebelión de diciembre de 2017 que marcó un punto de inflexión en su gobierno.

Ahora bien, las contradicciones que florecen en la base del pacto con el FMI son muchas. Este acuerdo, que ordena toda la economía nacional, actúa como un factor de dislocamiento y abre cada vez mayores grietas dentro de la propia clase capitalista. Es lo que se reflejó en la reunión que mantuvo el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, con el “círculo rojo”. Esta es también la base de las divisiones en la oposición, que espera a las elecciones de 2023 en medio de una tormenta que lejos está de despejarse.

La única salida que se hace posible a esta crisis es una intervención independiente de los trabajadores para desarrollar un programa político de transformación social, que parta de sus propios reclamos y reivindicaciones, y que tiene como punto de partida obligado la ruptura del pacto con el FMI.