Políticas
31/7/2024
Pablo Carrizo y Vidal: el fracaso de la “gestión”
Caleta Olivia y Comodoro Rivadavia sin agua.
La única salida para el problema del agua en Caleta Olivia es el acueducto desde la cordillera.
Hoy el deshielo, en el verano la sequía, ayer el acueducto. Siempre la misma desidia de los gobiernos que pasan. La situación nuevamente es calamitosa para la mayoría de los vecinos de Caleta Olivia. Ahora, según Servicios Públicos Sociedad del Estado, la falta de agua en la ciudad se debe a la turbiedad del Lago Musters que, producto del deshielo, afecta a Comodoro Rivadavia y Caleta Olivia. Si bien el deshielo es un proceso natural en esta época del año, la situación actual ha sido atípica dado que arrastró materiales (limo) y sedimentos que provocaron grandes daños en la Ruta 26 por medio del Río Senguer.
Este panorama afecta igualmente a la ciudad del norte santacruceño, dado que el deshielo provoca una turbiedad en el lago Musters del cual se abastece a la misma y, con las temporadas de viento, se vuelve atípico, cambiando la “mancha” de turbiedad de costa constantemente.
Mientras tanto se busca una salida, siempre a largo plazo: el Azud regularía el Lago Fontana y las crecidas del Rio Senguer a través de una presa que limite el torrente del río hacia el lago o lo desvíe de una manera controlada. Las promesas que cotidianamente hacen los partidos patronales sobre un nuevo acueducto para la ciudad nunca se materializan.
Los radicales que ayer apoyaron a Milei, el cual eliminó las obras públicas, son los mismos que ahora piden emergencia provincial y antes publicitaron el Proyecto Aqua de participación Pública Privada con Costa y Macri, el cual nunca se concretó.
El actual intendente, Pablo Carrizo, en campaña hablaba de soluciones a los vecinos en situaciones de emergencias, en problemas cloacales o de distribución del agua. Es decir, problemáticas de décadas en la ciudad.
Como lo anticipó el Partido Obrero y los cientos de vecinos en lucha por el agua, ni siquiera la Planta de Osmosis inversa ha sido la solución efectiva, dado que junto a Cañadón Quinta solo aporta el 30% del consumo (el otro 70% viene del Lago Musters) y hoy está funcionando en su mínima capacidad operativa, ya que solo dos de los ocho equipos están activos.
Hoy el gobierno provincial solo se limita a declarar la emergencia hídrica y a comprometerse a elaborar un plan de distribución con camiones municipales para los barrios más afectados. Pero esto es insuficiente.
El kirchnerismo también fue responsable en no dar solución al problema del agua en la zona norte de Santa Cruz. A pesar de contar con todos los recursos políticos y económicos en 30 años que gobernaron la provincia (y 12 en Nación) no concretaron la obra del acueducto del Lago Buenos Aires, ni terminaron las dos cisternas de 5 millones de litros de reserva en Ramón Santos que iniciaron bajo el gobierno de Peralta, que hoy sería un paliativo a esta crisis.
El Partido Obrero ha acompañado la lucha por el agua para la ciudad y ahora no es la excepción. El pueblo pide agua y de una vez por todas se debe garantizar este derecho.
Es necesario un plan de contingencia que asegure el abastecimiento de agua en cantidad y calidad suficiente para todos los vecinos. Que la junta Municipal de Protección Civil asegure camiones de agua gratuitos para higiene en los domicilios a través de las uniones vecinales, utilizando los rodados disponibles de todas las reparticiones del Estado Nacional, Provincial o Municipal y de las operadoras petroleras y mineras de la zona.
Que el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación y Provincial coordinen la entrega de agua mineral gratuita a través de los Centros Comunitarios, requisando stock disponible en hipermercados hasta que lleguen partidas disponibles en el Estado.