Políticas
10/7/2025
Pagan la deuda fraudulenta a los bonistas, a costa de la salud y el hambre del pueblo
Cancelaron el vencimiento de 4.200 millones de dólares, pero el propio mercado descuenta una nueva crisis de deuda.

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Se les pagó a los bonistas con más endeudamiento.
Paradójicamente, en el Día de la Independencia el gobierno terminó de cancelar un vencimiento de deuda externa por U$S 4.200 millones con los bonistas privados que ingresaron al canje de 2020. Es la crónica del rescate a una hipoteca impagable, a costa de más endeudamiento, fuga de divisas y ajuste contra las mayorías.
El pago significó un duro golpe a las reservas, cuya situación es muy delicada debido al déficit en la cuenta corriente y el fin de la cosecha gruesa, lo cual agudiza las presiones sobre el tipo de cambio. Según la consultora Outlier, las netas serían negativas en U$S 6.079 millones si se excluyera de la cuenta el último préstamo del FMI por U$S 12 mil millones.
Como vemos, el desembolso a los bonistas se hizo a costa de más endeudamiento en moneda extranjera y, también, del superávit fiscal obtenido a través de un brutal ajuste contra el pueblo. En definitiva, Milei desfinancia al Hospital Garrahan, a las jubilaciones y al conjunto de las necesidades sociales para engrosar los bolsillos de los buitres.
Ese abultado vencimiento tiene como acreedores a aquellos que ingresaron al canje ofertado por Martín Guzmán en 2020. Recordemos que el mismo resultó muy beneficioso para los bonistas, dado que la quita de capital fue de apenas 1,9% y los intereses del 3,07%. Allí se volvió a refinanciar deuda externa que ya había sido renegociada tras el default del 2001, con los canjes de 2005 y 2010 bajo los gobiernos de los Kirchner y el pago a los fondos buitre bajo el gobierno de Macri.
Lo anterior evidencia el carácter impagable de dicha hipoteca, la cual ha pasado de reestructuración en reestructuración acumulando intereses usurarios. Los sucesivos gobiernos honran esta estafa, provocando un enorme drenaje de divisas que socava cualquier posibilidad de desarrollo nacional y desemboca en recurrentes saltos cambiarios que horadan el bolsillo popular.
Cabe destacar que de este saqueo a riquezas del país se benefician acreedores tanto internacionales como nacionales. Del canje del 2020 no solo participaron fondos extranjeros como Black Rock, sino también capitalistas locales, por ejemplo, aquellos nucleados en el Comité de Acreedores de Argentina. Finalmente, los trabajadores tenemos que sacarnos de encima a esta clase social parasitaria que nos conduce continuamente a la ruina.
Todo el plan de Milei consiste en perpetuar este mecanismo de fuga de capitales. Pretende abrir un nuevo ciclo de endeudamiento externo para cancelar los vencimientos que se avecinan, configurando un espiral sin salida. Por el momento, esa posibilidad es incierta dado que el riesgo país continúa por encima de los 700 puntos, lo cual impide el reingreso de Argentina al mercado de crédito internacional, aumentando las probabilidades de default.
Es necesario terminar con este círculo ruinoso mediante el repudio soberano de la deuda externa usuraria, en función de preservar el ahorro nacional para utilizarlo en el desarrollo de las fuerzas productivas del país y en mejorar las condiciones de vida de la población trabajadora.

