Políticas

19/4/2023

¿Para quién roba el Banco Central?

Milei plantea una salida para rescatar a la banca y a los especuladores, y hacerle pagar el costo a los laburantes.

Edición: Prensa Obrera.

Javier Milei sostiene que la dolarización sería el camino para terminar con la emisión que esgrime el Banco Central, la cual conforma un “robo” porque se termina transformando en un impuesto inflacionario que pagamos los trabajadores de nuestro bolsillo. Lo que el diputado por la Libertad Avanza no dice es que este robo está destinado a abultar los bolsillos de los capitalistas, entre ellos los bancos y las patronales exportadoras, que son quienes más se benefician con la emisión y a quienes rescataría la dolarización.

La cosa es así: el gobierno está llevando adelante el ajuste pactado con el FMI para reducir el déficit fiscal. La meta supone que el Estado debe recaudar más de lo que gasta, un camino que se financia mediante la emisión y el incremento de la bola de nieve de deuda pública. Con esta deuda, a su vez, también aumentan los intereses a pagar por parte del Central, lo que va haciendo cada vez más necesaria la emisión. Al emitir, el BCRA vuelve a erogar deuda para absorber esos pesos. Un círculo vicioso que tiene como principal beneficiaria a la banca y que se lleva adelante a costa del bolsillo de los trabajadores.

“El mes pasado, los pasivos remunerados resultaron expansivos (es decir de ampliación de la base monetaria) en poco más de $169.000 millones. Esto se debió a que el incremento del stock de la deuda remunerada del BCRA no alcanzó para compensar la intensa emisión por el pago de los intereses de esos pasivos. Pero además, el Tesoro necesitó asistencia financiera del BCRA por $150.000 millones para cubrir sus gastos en pesos” (Ámbito, 19/04).

Es mentira lo que dice Milei que incluso esa emisión para financiar el gasto público sea destinado a “dádivas sociales”, puesto que la asistencia financiera requerida por el Tesoro fue destinada, en su mayoría, al pago de intereses de deuda. Según un informe de la OPC “el pago de los intereses de la deuda totalizó $695.678 millones con una expansión de 22,0% a/a, consecuentemente los gastos primarios reflejaron una caída más acentuada de 8,7% a/a”. Si el Tesoro no pagara lo que paga en intereses de deuda, tendría un superávit financiero y no habría que emitir para financiarlo.

Otro mecanismo que utiliza el gobierno para contraer la base monetaria es la venta de reservas del Central, las cuales se encuentran en rojo por el pago de la deuda externa y la fuga de capitales. Para nutrirlas, el gobierno lanzó el dólar soja I, el dólar soja II y ahora un nuevo dólar agro, lo cual implica un beneficio a las patronales agrarias mediante una pérdida sustanciosa (el Estado le vende dólares a $200 que fueron adquiridos a $300), que además tiene un enorme impacto monetario colateral. “A grandes rasgos, si los agroexportadores liquidan los U$S 5.000 millones estimados por el gobierno, eso implicará una emisión de de $1,5 billones. Pero además, el incentivo de $100 implica una emisión adicional de $500.000 millones” (Ídem).

Al mismo tiempo, la medida es una devaluación encubierta que encarece el precio de los alimentos, atizando la inflación y, por ende, generando otro golpe al bolsillo de los consumidores. La emisión que beneficia a estos capitalistas, entonces, la pagan los laburantes con su salario. El gobierno, a su vez, se vale de la inflación para aumentar la recaudación fiscal mediante impuestos al consumo como el IVA.

El planteo de dolarizar, que ofrece Milei como salida, lejos de desarmar este negocio usurario para la banca, le cobra el costo a los ahorristas. Los bancos son quienes invierten en letras del Banco Central, mecanismo por excelencia de absorción de la emisión. Para esto usan la plata de los depositantes, incluidos los encajes bancarios que deberían estar reservados como garantía para los ahorristas. Ante una devaluación como la que sería necesaria para aplicar este esquema, los depositantes quedarían atrapados en un corralito.

Por otro lado, la promesa de Milei al capital agrario de eliminarle las retenciones tiene como principal obstáculo justamente el déficit fiscal. Si empieza a eliminar impuestos y prende fuego el Banco Central, ¿con qué lo va a financiar? Es la confesión de que el ajuste lo va a descargar sobre quienes viven de su salario, no sobre quienes se beneficiaron a costa del robo de la emisión.

El diputado por la Libertad Avanza plantea una salida que va a llevarse puestos a quienes promete rescatar, que son quienes hoy ven sus ingresos pulverizados por la escalada inflacionaria. El problema del Banco Central es que, como vimos, está controlado por intereses privados. De la encrucijada se sale confiscando a la banca y a los capitalistas, que lucran a costa de ajustar a la población que trabaja, para poner esos recursos al servicio de las necesidades populares. La antítesis total y absoluta de lo que plantea Milei.