Políticas

17/3/2019

Que la crisis la paguen los capitalistas, por una salida de los trabajadores y la izquierda

Manifiesto al pueblo argentino de cara al proceso electoral

Cuando avanzan las elecciones en 15 provincias y a dos meses de la inscripción de alianzas para las PASO, es un hecho que el segundo acuerdo del gobierno Macri con el FMI ha sido incapaz de sortear siquiera la crisis financiera y asegurar una estabilidad cambiaria hasta las elecciones de agosto-octubre. 


En tanto, la aplicación del ajuste draconiano ha hundido al país en la peor recesión, despidos y cierres masivos de industrias, de comercios y una caída vertical de la construcción. A esto contribuye el derrumbe del poder adquisitivo de salarios y jubilaciones como resultado de la persistencia de una inflación confiscatoria.


El proceso político y electoral del año en curso, se procesará entonces en un marco  excepcional de crisis, frente al cual la izquierda obrera y socialista tiene que ganar la iniciativa política para que los trabajadores se pongan de pie luchando para que la crisis la paguen los capitalistas y pongamos fin al régimen del FMI. Este será el propósito de la lucha electoral del Partido Obrero y del Frente de Izquierda.


Nos referimos a la necesidad de desarrollar un bloque político de los trabajadores y la izquierda en oposición tanto con el gobierno de Macri como con la oposición cómplice que le ha votado las leyes al gobierno nacional y que cogobierna el ajuste a través de sus gobernadores, desde la Salta de Urtubey hasta la Santa Cruz de Alicia Kirchner.


Más deuda, más inflación, más tarifazos


En estos días, una nueva misión desesperada del Ministro Dujovne suplica al FMI que le habilite liquidar dólares prestados para contener la nueva corrida, mientras las tasas de interés han vuelto a escalar arriba del 60%. El capital agrario que el Presidente y Vidal han ido a saludar a Expoagro y a prometerles más rebajas de impuestos contesta con la retención de dólares de la cosecha empujando más devaluación.


Esto en una Argentina donde cada movimiento del dólar se traduce en la metralla de tarifazos a repetición, porque los combustibles y el sistema energético están atados a la dolarización establecida por Macri, Aranguren y todos sus sucesores. Un régimen de entrega de Vaca Muerta, la segunda reserva de gas no convencional del mundo, es ofrecida a los monopolios en las condiciones leoninas que empezaron con Cristina Kirchner, Galluccio y Kicillof y sigue hasta hoy: el subusidio al gas al doble y hasta el triple del precio de extracción internacional. Lo que hoy se traduce en boletas impagables que se aplanan endeudando a los usuarios para pagarlas en cuotas. Llegaremos a diciembre con el voto-deuda, donde se juntarán las tarifas del gas del invierno con las de la luz del comienzo del verano.


Como el perro que se muerde la cola, bajo este régimen la crisis realimenta la crisis, la bancarrota realimenta la bancarrota. Es el caso del Banco Central cuya deuda por bicicleta financiera volvió al billón de pesos, el motivo por el cual fue eyectado Sturzenegger.


Superar la subordinación de la burocracia sindical a la ofensiva patronal


Las patronales no sólo golpean con suspensiones, despidos y cierres. Más de 400 Procedimientos Preventivos de Crisis apuntan también a liquidar los convenios colectivos y agravar la superexplotación de los trabajadores. Es lo que ocurre en Fate, donde los obreros del neumático a través de su sindicato el Sutna han rechazado la amenaza de 437 despidos con asambleas y movilizaciones y Textiliana donde las obreras fueron al paro en defensa de su salario. Es lo que ocurre en Coca Cola, en Verónica y en toda la industria automotriz paralizada por suspensiones en todas las plantas.


Al mismo tiempo la docencia de todo el país ha ido al paro general por su salario. En algunas provincias como Chaco hay una verdadera rebelión de las bases docentes, en este caso ante los gobiernos del pejotista Peppo y el Intendente cristinista Capitanich.


Las mujeres, el 8M protagonizaron una movilización formidable que levantó muy alto la bandera de sus derechos, del NiUnaMenos y la responsabilidad del Estado o la bandera del aborto legal enfrentada por el clero y todas las fuerzas clericales que han depuesto la lucha en función electoral, lo que apunta a consagrar legisladores “celestes” junto a los “verdes”. La formidable movilización de las mujeres cuestionó a la burocracia sindical , denunció a Macri y a los gobernadores y levantó bien alto todas las reivindicaciones de las mujeres.


Mientras la CGT maniata al movimiento obrero con una maniobra artera. Convoca una movilización obrero patronal para abril, con un programa de reclamos empresariales y con el PJ en sus sus distintas alas. Y acompaña toda la burocracia sindical: el binomio de la vergüenza de Daer y Acuña, moyanistas, kirchneristas de la CTA, todos.


Surgen dos estrategias opuestas: mientras el PO y el FIT plantean “que la crisis la paguen los capitalistas”, llamando a derrotar la ofensiva del gobierno y las patronales, la burocracia sindical y el bloque kirchnerista-pejotista se alían a las patronales que despiden, suspenden y rebajan salarios, entregando a los trabajadores a sus verdugos.


El PO propone al Frente de Izquierda una fuerte campaña común en el sentido que ya lo hace el Plenario Sindical Combativo junto al Polo Obrero y demás organizaciones de desocupados independientes, con todos los sindicatos del clasismo: inmediato paro activo nacional de 36 horas, con abandono de tareas a partir de los lugares de trabajo, para que millones de trabajadores en las calles asestemos un golpe mortal a Macri y al régimen del FMI.


La intervención de la izquierda se caracteriza por la movilización popular para acabar con el sistema de explotación.  Luchamos por poner fin al régimen de Macri, el FMI y los gobernadores del ajuste y que se convoque a una Asamblea Constituyente, libre, soberana y con poder político para reorganizar el país sobre otras bases.


Un programa de salida a la crisis: romper con el FMI


La magnitud de la crisis ha fracturado el frente patronal que cerradamente apoyó a Macri hasta octubre del 2017.


El desbarranque que no paró desde las jornadas de las grandes movilizaciones contra el robo a los jubilados, seguido después por la fuga de capitales y la megadevaluación, ha mellado el apoyo capitalista a Macri.


Está en marcha un intento de relevo ordenado a través de la unidad del PJ en torno a un recicle del programa macrista: renegociación con el FMI y reparto de subsidios al capital bajo otras condiciones, incluyendo el manejo de tarifas sin alterar el cuadro de privatización energética.


Podría decirse que Lavagna es hoy su principal carta. Pero todos, desde Urtubey hasta Kicillof, pasando por el propio Lavagna, se reunieron con el FMI para asegurar la Argentina ajustadora del futuro.


El Frente de Izquierda es el único campo de independencia política de este operativo de relevo y tiene suficiente camino recorrido para definir hoy un programa perentorio de salida a la crisis: poner fin a los despidos repartiendo las horas de trabajo; romper con el FMI, repudiar la deuda externa usuraria; parar la fuga de capitales nacionalizando el sistema financiero; proceder a terminar con el régimen de las privatizadas y los monopolios petroleros nacionalizando bajo control obrero los recursos naturales del país; establecer el monopolio del comercio exterior; abrir los libros de las 101 empresas contratistas de la obra pública hoy procesadas por corrupción y asegurar la continuidad de las obras mediante la intervención del Estado bajo gestión y planificación de los trabajadores. Elevar el salario a una canasta familiar y las jubilaciones al 82%, reponiendo los aportes patronales. Impuestos progresivos al capital y eliminación de los impuestos al consumo.

Una salida de los trabajadores que, desde luego plantea que ellos mismos se hagan cargo del poder.


Esta perspectiva nos compromete a redoblar la campaña común contra la intervención imperialista de Donald Trump y el grupo Lima en Venezuela, contra Bolsonaro y toda la ofensiva represiva y flexibilizadora continental. Por gobiernos de trabajadores en toda América Latina.


La batalla electoral y el FIT


La comprensión que el Partido Obrero aporta al pueblo trabajador y a los luchadores de la izquierda es que todo el proceso político electoral de este año está atravesado por la presente crisis de régimen y una bancarrota capitalista de enorme alcance.


En estas condiciones, las elecciones para la clase capitalista deberán tener la función de dirimir quién es el síndico de la quiebra del país. Qué fuerza política de la clase dominante ejecutará la tarea de descargar las crisis sobre las espaldas de los trabajadores, con qué métodos y con qué recursos.


Semejante perspectiva incentiva todos los días la bronca popular. Por eso han adelantado elecciones la mayoría de las provincias, incluidas provincias gobernadas por Cambiemos. Ni peronistas ni oficialistas quieren atar el carro a las presidenciales.


Este debate es el que hace crujir a Cambiemos, derrotado número uno en las recientes elecciones de Neuquén (15%), pero también es disparador de la crisis del PJ que, por ejemplo en Tucumán, se ha dividido en dos. La táctica cristinista de unidad con el PJ que ya tiene expresión en 10 provincias tuvo también un chasco en Neuquén.


Es hora de que el Frente de Izquierda que consagró dos diputados en Neuquén, en contraste con el derrumbe de la centroizquierda y su completa asimilación a los bloques dominantes, lance una propuesta nacional para mostrarle a los trabajadores que plantamos bandera, y que la izquierda se postula como un bloque político independiente de todas las variantes capitalistas, sean macristas, pejotistas o kirchneristas.


La izquierda bajo el planteo de clase “Que la crisis la paguen los capitalistas, por una salida de los trabajadores y la izquierda” tiene que definir el total de su propuesta común. En la lucha de los trabajadores, en el campo del programa y a través de las compañeras y compañeros que como candidatos llevarán adelante la propuesta nacional.


Una campaña electoral focalizada en intervenir en la crisis con un programa socialista y anticapitalista, y desarrollando las luchas que libren los trabajadores, las mujeres y la juventud, es una campaña de movilización política. Por eso planteamos que como parte del acuerdo integral de programa y candidaturas, convoquemos un Congreso del Frente de Izquierda con decenas de miles de compañeros para impulsar la campaña con los métodos propios de la izquierda.


La Conferencia Electoral del PO, reunida el 16 de marzo con doscientos delegados y dirigentes de todo el país ha nominado a la Diputada Nacional Romina Del Plá para integrar la fórmula presidencial. Proponemos públicamente la fórmula del FIT Romina del Plá-Nicolás del Caño, o Nicolás del Caño-Romina Del Plá. 


Junto con la definición de la fórmula presidencial la conferencia nominó a Néstor Pitrola, Nora Biaggio y Guillermo Kane, para la provincia de Buenos Aires. A Gabriel Solano, Marcelo Ramal y Vanina Biasi en CABA. 


Al mismo a las principales figuras para integrar el Frente de Izquierda y los Trabajadores en 20 provincias del país, desde Jujuy a Tierra del Fuego.


Ahora es cuando. Por el gobierno de los trabajadores y la unidad socialista de América Latina.


Partido Obrero 16/3/19


Conferencia electoral del PO proclama a Romina Del Plá