Políticas
27/5/2025
"¡Qué miseria!": Empanadas y salarios, o las mentiras de Caputo
Tras la polémica por los dichos de Darín, veamos cuánto perdieron salarios y jubilaciones en docenas de empanadas.

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Cuando la realidad supera a la ficción.
La reciente aparición de Ricardo Darín en la mesa de Mirtha Legrand generó polémica al mencionar cómo se encareció el precio de una docena de empanadas. El ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, se sumó al coro de trolls que salieron a intentar desmentirlo y ridiculizarlo, pero la discusión deja en evidencia la caída del poder adquisitivo del salario argentino, que el propio ministro se encarga de hundir con un cepo a las paritarias.
El ejemplo sirve como otra demostración del empobrecimiento de los trabajadores en los últimos años. Es lo que se ve con una simple comparación. Tomamos el índice salarial del Ripte -que promedia las remuneraciones de los asalariados registrados- y la jubilación mínima, y los medimos contra el precio de las empanadas usando un relevamiento hecho por Noticias Argentinas en base al Índice de Precios al Consumidor de la Ciudad de Buenos Aires (IPCBA): el resultado es que en los últimos diez años los salarios perdieron un tercio de su poder de compra y los haberes casi la mitad.
En diciembre de 2015 el salario promedio del Ripte era de $13.630 y la jubilación mínima $4.299, y podían comprar unas 93 y 29 docenas de empanadas respectivamente (a $145,58 cada docena).
Ya para diciembre de 2023, al momento de asumir Milei, la capacidad adquisitiva del salario promedio ($596.823) había caído a 76 docenas y a 20 en el caso de la jubilación mínima ($160.713) -contando el precio de la docena a $7.855,86.
Quince meses después, en marzo de 2025, el Ripte ($1.363.510,33) alcanzaba para comprar apenas 62 docenas, mientras que el haber mínimo ($366.481,74 contando el bono) menos de 17 -con una docena a $22.010,64). La caída es brutal.
El cuadro es más grave todavía si se toma un salario testigo. Los residentes del Hospital Garrahan están actualmente de paro denunciando salarios congelados (además de la falta de personal, de insumos y el vaciamiento del sistema sanitario) en $797.061, lo que le permite comprar apenas 36 docenas de empanadas.
Esto vale no solo para las empanadas. Según un informe del Ieral, de la Fundación Mediterránea, sobre los precios de bienes durables, indumentaria y calzado Argentina es más cara que Brasil, Estados Unidos, Polonia, Australia, Corea del Sur, Chile, Francia, China y México en un 91% de los casos.
Mientras los trabajadores del país se empobrecen y los jubilados viven con haberes de indigencia, en todos estos años nunca cesó el saqueo propio del pago de una deuda externa fraudulenta y la fuga de capitales. Como en aquella escena de Esperando la carroza en que Antonio Musicardi salía de un almacén de barrio comiendo una empanada y lamentándose cínicamente: “¿Podés creer? Tres empanadas para dos personas”, ante la mirada hambrienta de su hermano Sergio; hoy los funcionarios del gobierno se burlan del pueblo trabajador mientras se llenan los bolsillos con el carry trade y el lavado de plata. "¡Qué miseria, che!"

