Políticas
20/9/2021
¿Qué representa la llegada de Filmus al Ministerio de Ciencia y Técnica?
Del verso del "gobierno de científicos" a la privatización del sistema científico.
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La derrota electoral del gobierno nacional expuso una crisis política del peronismo que derivó en un recambio de parte del gabinete, pero no para representar la “voluntad popular” -como dijo Cristina Fernández en su carta- sino una derechización cuyo fin es llevar adelante una profundización del ajuste en curso dictado por el Fondo Monetario Internacional. En este camino se inscribe la designación de Daniel Filmus en el Ministerio de Ciencia y Técnica, quien reemplazará a Roberto Salvarezza.
Alberto Fernández presentó su gabinete original prometiendo un “gobierno de científicos”, pero rápidamente sacó a relucir su verdadera orientación: gobernar para los laboratorios privados, desfinanciar el sistema científico -dentro de ello las investigaciones sobre Covid-19– y enterrar los salarios de sus trabajadores. Si la gestión de Salvarezza fue un gobierno de científicos pobres, el halago público de Daniel Filmus al saliente ministro no hace más que confirmar que se reforzará este camino.
Pero el recambio en Ciencia y Tecnología tiene un trasfondo aún más profundo. Filmus estuvo a cargo en 2003 del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la Nación, y luego encabezó las derrotas electorales del peronismo en la Ciudad de Buenos Aires en 2007, 2011 y 2013. Como ministro de Néstor Kirchner estuvo a la cabeza de la “nueva” Ley de Educación Nacional (LEN), que mantuvo los aspectos privatistas de la Ley Federal de Educación menemista -de la cual también participó como asesor en su redacción. En esa línea va la “articulación con el sistema productivo” (Página 12, 19/9) que buscaría Filmus en CyT, un latiguillo que se utilizó para eliminar de la mano de la LEN cientos de orientaciones secundarias que “no le servían” a los empresarios. Es el sometimiento del sistema científico a los intereses capitalistas.
El desfinanciamiento constante de los organismos de Ciencia y Técnica es el mecanismo mediante el cual se hace ingresar capital privado para marcar el rumbo de las investigaciones científicas según su conveniencia. La Ley de Financiamiento del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación votada a principio de año por todos los bloques políticos patronales da cuenta de esto en su artículo 3 inciso H, donde establece como objetivo “generar incentivos para la inversión del sector privado en actividades que involucren la investigación, el desarrollo y la innovación”. Solo el Frente de Izquierda Unidad no acompañó, marcando estos límites. La meta de llegar al 1% del PBI en 2032 es una fantasía si se siguen privilegiando estos intereses, cuando actualmente se encuentran en 0,28% del PBI -a niveles de 2007- y que luego de un recorte del 0,04% en 2017 hasta hoy solo se recuperó un 0,02% del PBI.
Los convenios de Bayer-Monsanto, Shell y otras petroleras, mineras y farmacéuticas con las universidades nacionales son ejemplos de esto. Los grandes capitales son los que inclinan la balanza a la hora de establecer cuáles son los “temas estratégicos” que deben recibir mayor atención. Estas son las ramas de investigación que concentran la mayoría de las becas doctorales y posdoctorales. En este contexto hay que interpretar las declaraciones de Filmus acerca de que (al MinCyT) “hay que darle una impronta mucho más articulada con otros ministerios” (Clarín, 19/9). Lo que quiere decir el nuevo ministro es que para desarrollar el plan económico del gobierno se debe profundizar esta orientación.
Con el repago de la deuda externa al FMI como eje central, el desarrollo científico nacional quedará relegado para avanzar en una mayor privatización de la Ciencia y la Técnica. Por si faltaban confirmaciones, según La Nación Filmus aseveró que “no me hubiera causado tanta simpatía que me toque el Ministerio de Educación, porque exige una atención mucho más fuerte que Ciencia y Tecnología, que es un ministerio que proyecto al futuro en el mediano y largo plazo”. En la era Filmus definitivamente la “soberanía científica” no será ni siquiera un relato.
La llegada de Filmus al Ministerio de Ciencia y Técnica viene a perpetuar la gestión del ajuste. Pero la lucha de Jóvenes Científicxs Precarizados y de la Asamblea Nacional de Becarixs consiguió las prórrogas de las becas que el gobierno quería dar por terminadas en plena pandemia. Y en el caso de CIC, CPA y personal de gestión una mejora de la paritaria de miseria firmada por la burocracia sindical de UPCN. La organización de estudiantes, docentes e investigadores en unidad y con independencia política del gobierno y las autoridades es el camino para enfrentar la entrega de la ciencia al capital.
Defender la Ciencia y la Técnica, para ponerla a disposición de las necesidades populares, es la tarea. Manos a la obra.
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