La ofensiva de Milei contra los derechos conquistados en materia de salud mental, más precisamente con la modificación del articulado de la ley 26.657 que implica la Ley Ómnibus, recibió un fuerte rechazo en una audiencia pública convocada por los diputados del Frente de Izquierda en el Congreso de la Nación el lunes 22.

Fueron más de un centenar de trabajadores, profesionales, usuarios y referentes de la salud mental, los consumos problemáticos y el ámbito de la discapacidad quienes se dieron cita.

Tomaron la palabra Ángel Barraco, del Movimiento Defensa Ley Nacional Salud Mental; Sara Daneri, de la Asociación Argentina de Terapistas Ocupacionales; Fabián Murua, del Cels; Alberto Trimboli, de la Asociación Argentina de Salud Mental; Melisa Hechenleitner, de la Fundación Multipolar; Gladys del Valle, del Foro Federal; Malena Lenta, de la cátedra de Psicología Preventiva UBA; Celeste Romero, de Acción Colectiva; Enrique Carpintero, de la revista Topia; Sabrina Faustini, de Prestadores Precarizados; además de residentes, profesiones, familiares, activistas de la Asamblea Disca, de Orgullo Disca, entre muchos otros.

En forma virtual, también se comunicó Roberto Mezzina, exdirector del departamento de salud mental de Trieste, y Mariela Gamboa, vicepresidenta del Consejo de Trabajo Social.

Durante las alocuciones se abordaron los fundamentos del rechazo a la reforma desde distintos ángulos. Hubo una coincidencia en rebatir la totalidad del nuevo articulado propuesto. Se consideró inadmisible el retorno al marco tutelado por la Justicia y que sea un juez quien dictamine la internación. También se repudió con insistencia la habilitación de nuevas instituciones totales (manicomios) y la preeminencia de los ya existentes.

Muchas intervenciones profundizaron, además, sobre otros puntos en debate: la necesidad de un abordaje integral del consumo problemático, los negocios espurios de las farmacéuticas y los “manicomios privados”, la lucha contra la estigmatización y la discriminación, el rol de los medios de comunicación, y la lista sigue.

Además del rechazo a la modificación de la Ley de Salud Mental, también existió un significativo alineamiento contra la totalidad de la Ley Ómnibus, el DNU y el protocolo de Bullrich. La precariedad laboral, la represión, el cercenamiento de derechos también afectan la salud mental. Con este entendimiento, la mayoría de las intervenciones convocaron abiertamente a participar del paro del 24.

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Por su parte, Gabriel Solano, legislador porteño del Partido Obrero-FIT, hizo uso de la palabra para denunciar que la ofensiva contra la salud mental no se restringe a la ley nacional, sino que ya se están dando los primeros pasos en la Ciudad de Buenos Aires con la reforma regresiva de la ley 448 que plantea Jorge Macri.

La audiencia se realizó a instancias de los diputados del Frente de Izquierda Romina del Plá, Nicolás del Caño, Myriam Bregman, Alejandro Vilca y Christian Castillo, quienes intervinieron al inicio y al cierre de los debates con sus conclusiones.

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