A los trabajadores del AMBA, que están sufriendo una invasión de mosquitos que prácticamente ha tornado insoportable su día a día, se les sumó otro problema: el precio de los repelentes y los aerosoles que sirven para combatir el fenómeno se ha duplicado en poco tiempo y en algunos comercios estos productos ni siquiera se consiguen.

La compañía que está a la cabeza de las subas es Sc Jonhson, que controla más del 80% de la góndola del sector. Otra vez más, los intereses de los capitalistas entran violentamente en contradicción con los de los trabajadores. Según Página 12, Sc Johnson, que produce el repelente Off y el aerosol Raid, aumentó sus precios un 170% en menos de dos meses –desde diciembre.

La empresa norteamericana monopoliza el negocio del rubro e impone los incrementos de precios despóticamente. Al controlar el 80% del mercado, los consumidores se ven obligados a comprar sus productos. Se trata de una compañía que es líder a escala global en la fabricación de productos para el cuidado del hogar. En 2017, Sc Johnson vendió productos por el equivalente a 10.000 millones de dólares (The Wall Street Journal, 29/3/2018). Solo la venta de repelentes (en cualquiera de sus versiones) le genera ganancias millonarias todos los años.

En diciembre del año pasado, en Argentina, un Off de color naranja (el menos intenso) costaba entre $1.300 y $1.700. Ese mismo producto cuesta hoy aproximadamente $3.700 y en algunos comercios barriales se vende a $6.000. El Raid, por su parte, cuesta $5.000 en los comercios de barrio y más de $3.000 en las grandes cadenas de supermercados. Hay que tener en cuenta que los trabajadores asisten mayormente a los almacenes barriales. En este contexto, asimismo, en algunos comercios hay escasez de repelentes.

El aumento de precios que viene teniendo lugar hace mucho tiempo pegó un salto con la política de liberalización de precios promovida por el gobierno de Milei. Al mismo tiempo, el Ejecutivo está aplicando un plan de ajuste que implica que no se realicen en los barrios las tareas de limpieza, desobstrucción de sumideros y desmalezamiento de los espacios públicos correspondientes, entre otras cosas.

En este marco, además, crecen los casos de dengue como consecuencia de la falta de políticas epidemiológicas y de campañas al respecto –por ejemplo, no existe un programa público de vacunación.

Tanto el gobierno nacional como el provincial y los municipales deben garantizarle repelentes gratuitos a toda la población trabajadora y llevar adelante los programas de fumigación necesarios así como también urbanizar los barrios para evitar inundaciones y terminar con los basurales –factores de crecimiento del mosquito invasor.