El intendente de Río Cuarto, Juan Llamosas, pagó 658.859 dólares en concepto de la primera cuota de la deuda que fue reperfilada en diciembre del año pasado. Aunque el resto de los pagos buscarán renegociarlos, es oportuno aclarar que todos los meses el ejecutivo local paga religiosamente la deuda contraída en moneda norteamericana. Se trata de una factura que se está pagando centralmente con el hambre del pueblo trabajador

Cabe recordar que en el 2017 Llamosas, a lo Macri, tomó una deuda en dólares que aun con un fuerte ajuste no pudo pagar en los términos acordados. Por eso realizó un “reperfilamiento” de la deuda que no implicó quita de capital y mantuvo la misma tasa de interés del 7,65 %. La renegociación consistió en 6 meses de gracia y el acuerdo de pago en 18 cuotas iguales. Con el devenir de la crisis era claro que la deuda era impagable.

En un cuadro de recesión y con pronósticos que dan cuenta de que bajo estas circunstancias el marco de crisis no va a mejorar, la posición de continuar pagando prefigura nuevos ajustes contra el pueblo, en particular se afectará al conjunto de municipales, que vienen siendo uno de los blancos principales del ajuste. Por pagar la deuda, el intendente ya viene recortando el salario, el aguinaldo y negando reclamos de los trabajadores, las mujeres y a juventud.

La búsqueda de renegociar la deuda reperfilada no expresa un cambio de rumbo en la política de Llamosas, sino un episodio de la misma orientación política que viene fracasando. Seguir pagando una deuda usuraria, en un cuadro de crisis económica más agravada, es inviable.

El pueblo trabajador debe sacar las conclusiones políticas y organizativas que representa seguir pagando esta deuda usuraria. Se trata de una política de Estado que es levantada por todos los partidos patronales. Las familias obreras no vieron ni un centavo de dólar, pero que con recursos públicos se está pagando una usura que no tiene el más mínimo beneficio para la Río Cuarto que vive de su trabajo.

La propuesta de investigación y no pago, que levanta solamente el Frente de Izquierda, a la luz de los hechos es la más apropiada para destinar los recursos públicos a resguardar la salud y a poner en marcha la agenda de reclamos populares.