La gobernadora rionegrina Arabela Carreras, en medio de una sostenida curva de contagios y con un sistema de salud colapsado por falta de personal y camas UTI, planteó al Diario Río Negro que “no podemos perder la temporada de verano”. Bariloche y la zona cordillerana será la zona de sacrificio, política avalada por el gobierno nacional para el ingreso de turistas, que de hecho ya ha venido ocurriendo.

La intención de reabrir la economía siempre fue el norte de la gestión de Juntos Somos Río Negro; de hecho, en plena cuarentena la actividad frutícola en las chacras, la exploración minera y el fracking no pararon en ningún momento.

Mientras en el Alto Valle no hay camas en terapia intensiva y se derivan pacientes al Hospital de Viedma o a la provincia de Neuquén, o localidades como Sierra Grande no tienen a disposición respiradores, Carreras se reserva camas para uso de los turistas: declaró que “hay camas UTI reservadas que todavía no se pusieron en funcionamiento” y servirán para esos casos.

La apertura del turismo profundizará una crisis sanitaria alimentada por los bajos niveles de testeos, los bajos salarios y la falta del personal de enfermería y médico -que emigra particularmente a Neuquén. De conjunto, por una política de años de desinversión de la salud pública y de sostenimiento del negocio de la salud privada, con transferencia de millonarios recursos vía derivaciones de servicios a las clínicas privadas.

La orientación social del gobierno en defensa de los intereses y el lucro capitalista, es acompañada por la totalidad de las burocracias sindicales, que lejos de controlar y hacer cumplir los protocolos de bioseguridad, se suman al conveniente relato oficial de que los contagios se producen en reuniones sociales. En realidad la reproducción de los contagios se producen en el ámbito laboral y de allí a las familias de las y los trabajadores. Sumado a esto, las burocracias sindicales postergan o cierran paritarias aceptando sumas fijas y en negro.

Sin la centralización del sistema de salud, testeos a la totalidad del personal de Salud y de la población, aumento salarial para el personal hospitalario e implementación de una ley que declare su trabajo insalubre, cumplimiento irrestricto de los protocolos de bioseguridad e incremento del presupuesto que dote del equipamiento y personal necesario a todos los hospitales de la vasta provincia, la apertura del turismo se convierte en otra medida de política capitalista de Carreras, que producirá una tragedia aún mayor.

Es necesario que la población trabajadora delibere y se movilice y apoyando los justos reclamos del personal de salud, que volverán a salir a las calles este lunes 12 en toda la provincia, rechazando la entrega paritaria de la burocracia de ATE -donde además exigirán mayor presupuesto de manera inmediata.

Todos los recursos que se destinan al repago de la escandalosa deuda en dólares del Plan Castello, como el cobro efectivo de las deudas de las multinacionales empacadoras, los grandes terratenientes y los concesionarios del puerto tienen que redireccionarse para otorgar mejoras salariales, acrecentar los recursos e insumos para la salud y sus trabajadores, y brindar una asistencia de $ 40.000 al trabajador parado.

Por una salida de los y las trabajadoras.

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