Políticas

28/6/2022

Río Negro: sigue el plan de lucha de Salud luego de rechazar la (miserable) oferta del gobierno

La explosión del Caps Cona Niyeu y el grave estado de salud del agente sanitario Arcenio Centeno evidencian el ajuste.

Trabajadores/as de la salud.

El gobierno de Río Negro, acorralado por un proceso de irrupción masiva de trabajadoras/es, movilizaciones y cortes de ruta, ha debido convocar a mesas de negociaciones a quienes luchan contra el ajuste, el hambre y la pobreza, no sin antes iniciarles causas en la Justicia provincial y federal.

La inflación desbocada puso en evidencia el mentiroso “impacto” del 24% para las categorías más bajas y entre un 12-14% para Salud, como parte de una nueva bonificación que tuvo que sacar de la galera producto del gran plan de lucha. Como el bono Salud para no médicos del 7%, no sobre el salario de bolsillo sino sobre los básicos, a partir de julio y a cobrar en agosto, y sólo por “prestación sanitaria efectiva”, es decir que no asegura que quien curse certificado médico de larga duración lo cobre. Representa entre $3.500 más hasta $10.500.

Sobre el plus pandemia, si se pagara, la propuesta fue de un 6% de aumento. El planteo del gobierno es claro: intentar dividir a las bases con sus propuestas diferenciadas.

Como las asambleas permanentes, la acción directa y los piquetes de las y los trabajadores de Salud nucleados en ASSPUR persisten se ha ingresado en una nueva etapa del plan de lucha que desnuda y denuncia la miseria salarial acordada por las burocracias de ATE y UPCN, y el vaciamiento de todo el sistema de salud, que se evidenció como nunca con la explosión del CAPS de Cona Niyeu, donde resultó gravemente herido el agente sanitario Arcenio Centeno.

Luego del plenario de delegados/as, para debatir la propuesta, se resolvió continuar el plan con nuevos paros, esta vez de 24 horas, rechazando la propuesta del gobierno. Se exige que se mejore la propuesta para achicar la brecha del bono médico y no médico, y que se abone por planilla complementaria en julio, y no en agosto.

El gobierno de Carreras, que ya anticipó que no hay más recursos y el aguinaldo se encuentra postergado, se da el gusto de sostener con subsidios y derivaciones millonarias a las clínicas privadas, e incorporar con cobertura completa de IPROSS a los pastores evangélicos, a quienes además gira subsidios millonarios del Estado. Como vemos, el gobierno se apega cada vez más a las iglesias, mientras ajusta a la salud pública y vacía todo el sistema de salud, como un ataque directo contra las masas que defendemos la salud pública.

Necesitamos un paro nacional que enfrente el plan de ajuste, de hambre y pobreza del gobierno, que una en las calles y las rutas a toda una vanguardia obrera que ha decidido luchar por sus derechos.

Presupuesto para la salud pública. Todos somos Arcenio Centeno.