Políticas

26/6/2021

Salta: ministro de Salud reconoce la desnutrición en las comunidades originarias, pero no propone soluciones

Acerca de las declaraciones del Dr. Esteban en una radio de Tartagal.

El ministro de Salud de la provincia de Salta, el Dr. Juan José Esteban, fue entrevistado recientemente por una radio de Tartagal. Ante la pregunta de los periodistas sobre en qué situación se encuentra la desnutrición en general, y particularmente en las comunidades originarias, respondió que lo que detectaron es malnutrición, lo que se nota en el color amarillento del cabello en los niños que deambulan en los pueblos y los que piden dinero en los semáforos. Esta característica se debe a que tienen una alimentación a base de hidratos de carbono y baja o nula ingesta de proteínas, según las declaraciones del propio funcionario.

Dijo también que están trabajando en la solución al problema, que los agentes sanitarios visitan y llevan un registro de los casos más graves, pero nada dijo de acciones concretas para atender directamente a las familias que padecen los efectos de la pobreza extrema en la que están sumidos en su mayoría, las comunidades originarias. Pero además es claro que no es un hecho exclusivo de estas, sino que en las barriadas de los pueblos existen sectores en las mismas condiciones, que tampoco son atendidos.

La política de los gobiernos, nacional y provincial, hacia las comunidades originarias tiene estrecha relación con lo que dijo hace pocos días el presidente Alberto Fernández acerca de los orígenes de los habitantes del continente americano: “Los mexicanos salieron de los indios, los brasileros salieron de la selva, pero nosotros los argentinos llegamos de los barcos, y eran barcos que venían de Europa, y así construimos nuestra sociedad”. Con ésta expresión, como mínimo, se invisibiliza a los pueblos originarios, en una clara discriminación. Estas declaraciones reafirman la política del gobierno de Sáenz, que como los de Romero y Urtubey, ha favorecido a los grandes grupos exportadores y terratenientes locales, que con los desmontes y otras acciones han arrinconado a las comunidades originarias, despojándolas de sus tierras y recursos y arrastrándolas a las muertes por desnutrición.

La gravedad de estas declaraciones reside no solo en el hecho de que Alberto Fernández es presidente de “todos los argentinos”, sino también en su condición de abogado y docente de la facultad de derecho de la UBA, ya que el reconocimiento de los derechos de los pueblos originarios como preexistentes al Estado argentino está plasmado en la Constitución Nacional y también en la provincial. Esto revela que esos derechos han quedado solo en papel pintado.

Ante estas expresiones no podemos esperar acciones concretas que mínimamente tiendan a, como ellos dicen, solucionar el problema. Los gobiernos nacional y provincial, oficialistas y opositores, solo piensan en rescatar una deuda que, incluso ellos, reconocen que es impagable, pero llevan adelante un ajuste que empobrece cada día más a los habitantes de Argentina.

El Partido Obrero impulsa la organización independiente de los pueblos originarios para reclamar la propiedad comunitaria de la tierra, por pan y trabajo y que ningún chico padezca hambre o malnutrición. Y que en unidad con la clase obrera se levanten todos los reclamos de los oprimidos de nuestro país y del continente.