Políticas
19/10/2022
Se hunde la participación de los salarios en la economía, y es récord el empleo no registrado
Según el Indec, la mitad de la población activa trabaja bajo condiciones de informalidad.
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Los trabajadores perdieron más de 6 puntos porcentuales de su participación en la economía.
Según el Indec, en el segundo trimestre de este año los salarios representaron solo un 41,7% del total del Valor Agregado Bruto de la economía nacional, mientras el excedente bruto de explotación que se apropian los empresarios creció hasta significar un 49,2%. Respecto del trimestre anterior, los trabajadores perdieron más de 6 puntos porcentuales de su participación en el producto bruto, mientras que los capitalistas incrementaron su porción de la torta en casi 10 p.p.
El informe publicado por el organismo confirma que el “rebote económico” pospandemia se dio sobre la base del crecimiento del empleo precario y una mayor explotación de la mano de obra, en beneficio de las patronales. Mientras la cantidad de puestos de trabajo registrados aumentó un 3,5% de un año a otro, los no registrados lo hicieron en un 20,2% y un 5,5% los no asalariados (dónde se cuentan los autónomos y monotributistas). Así, ya la mitad de los puestos de trabajo del país son informales o no asalariados, es decir, carecen de derechos laborales y del reconocimiento de su relación de dependencia con el empleador.
El impacto de esto lo vemos al comparar esa variación de los puestos de trabajo con el crecimiento mucho mayor de la cantidad de horas trabajadas, lo cual da cuenta que la sobrecarga laboral. Las horas trabajadas en el sector registrado aumentó un 4,8% interanual (un tercio más que la generación de empleo), y un 9,4% en el caso de los no asalariados (cerca del doble que el crecimiento de los puestos de trabajo). Esto evidencia las jornadas laborales extenuantes a las que deben someterse los monotributistas y autómonos, una fracción de la población trabajadora sujeta a altos ritmos de explotación por tener sus ingresos atados a la facturación que generan para las patronales (apps, etc). Si esta fue la dinámica durante la “reactivación”, son también quienes más expuestos están a pagar los platos rotos de la caída de la actividad económica que se viene.
Las patronales que incrementan su participación en la economía, a costa de atacar los salarios, son las mismas que en el Coloquio de Idea volvieron a reclamar una reforma laboral para flexibilizar los derechos laborales, como condición primera para abandonar su huelga de inversiones. Quieren generalizar esa mayor explotación laboral y el ahorro de los aportes patronales que permite el trabajo precarizado.
Contra ello, el informe del Indec desnuda que el problema de la falta de empleo no tiene que ver con el costo laboral sino con el parasitismo de los capitalistas, que aumentan ganancias intensificando la explotación en lugar de invertir para aumentar la productividad. Es el caso de Toyota, que de la mano de la burocracia sindical del Smata aplicó una flexibilización en el convenio colectivo que no se tradujo en un mayor empleo pero sí le permitió aprovechar un gran negocio de exportación. Las automotrices, de nuevo según el Indec, utilizan hoy tan solo un 65% de su capacidad instalada, bastante debajo del promedio de la industria.
A su vez, la tendencia recesiva, producto de las altas tasas de interés y de la caída del consumo, promete profundizarse y va a atizar el nivel de desempleo, algo ya reconocido por el Presupuesto 2023. El movimiento obrero debe mirar los ejemplos del Sutna, de la docencia universitaria, de la Unidad Piquetera, y de todos los que están defendiendo los salarios, los puestos de trabajo y los derechos laborales para poner en pie una salida propia bajo banderas socialistas, en oposición a los políticos capitalistas que nos quieren hacer pagar la crisis. Es en este sentido que el Partido Obrero convoca a un acto el Plaza de Mayo para el 29 de octubre.
https://prensaobrera.com/politicas/canasta-basica-en-128-214-crece-la-brecha-con-los-salarios