Este miércoles 29 se realizó una reunión convocada por la Mesa del Agua, la cual agrupa a distintas asambleas barriales que vienen reclamando y movilizándose en La Plata bajo el lema “Sin agua no se puede vivir”. La situación es dramática, barrios platenses enteros tuvieron que sobrevivir la ola de calor veraniega sin una gota de agua. Las carencias continúan, así como los cortes del servicio de Aguas Bonaerenses S.A (Absa), la empresa provincial de agua.

A la reunión no concurrió el intendente platense del PRO, Julio Garro, y sí lo hicieron algunos concejales radicales de Juntos. Por el Frente de Todos estuvieron presentes la presidenta del bloque de concejales Yanina Lamberti, el concejal Guillermo Escudero, y el diputado provincial Archanco. Se echaron el faltazo los funcionarios de Absa, que debían informar acerca de las obras anunciadas por el gobierno de Kicillof, de contragolpe y en campaña electoral.

El papelón mayúsculo lo hicieron los concejales y el diputado del Frente de Todos, quienes por toda respuesta le echaron el fardo a los vecinos y reclamaron a las asambleas que “actualicen” los barrios en los que falta agua. Fue una tomada de pelo, porque no estuvieron en las marchas y porque lo que piden es público: hay un mapa elaborado de toda la ciudad de La Plata, y, además, el informe debería ser competencia de Aguas Bonaerenses.

La delegación de concejales de Juntos se dedicó a encubrir al intendente Julio Garro planteando un “Observatorio del Agua”, sacado de la galera en las vísperas de la apertura de las sesiones en el Concejo Deliberante. Mientras tanto, decenas de miles de vecinos de la zona norte de La Plata viven sin agua por las roturas frecuentes del acueducto, que el propio jefe comunal había calificado como la solución definitiva para 100.000 usuarios de esa región. La oposición derechista está en campaña para que se privatice Absa, explotando el pésimo servicio resultado de la falta de inversiones y del vaciamiento de la sociedad anónima con mayoría estatal. Como denunció Guillermo Kane, legislador bonaerense por el Partido Obrero en el Frente de Izquierda Unidad, se hunde Absa después de que fracasara escandalosamente la multinacional norteamericana Azurik veinte años atrás.

Un programa para la emergencia hídrica

El Partido Obrero, que viene participando de las distintas movilizaciones a la Gobernación y de las asambleas barriales por el Agua, concurrió a la mesa con una delegación representativa encabezada por el diputado Kane, en la que también estuvieron Daniel Rapanelli y Oscar Maidana, precandidatos a intendentes del Partido Obrero en el Frente de Izquierda Unidad por los municipios de La Plata y Ensenada, respectivamente.

En su intervención, Kane defendió el control popular de las obras anunciadas, que no terminan de arrancar y carecen de plazos concretos de terminación. Hay una distancia sideral entre los anuncios de las obras en campaña electoral y la realidad que obliga a las asambleas vecinales a ganar la calle. La representación del Partido Obrero señaló que son las asambleas y la Mesa del Agua las que deben controlar las obras y la fiscalización de costos, para que no se carguen sobreprecios a los usuarios. Este control popular debe ser independiente del gobierno provincial del Frente de Todos, de la intendencia de Julio Garro y de los jefes comunales de la región. Absa debe ser puesta bajo control de los trabajadores, y sus libros deben abrirse para saber qué hicieron con el dinero quienes la controlan.

La emergencia hídrica que reclama la Mesa del Agua, y que acompaña el Partido Obrero, debe estar encuadrada en un plan integral de obras para que no se diluyan la lucha y los reclamos. En lo inmediato, el gobierno de Kicillof debe informar los plazos de obra del llamado “Plan Verano” (21 nuevas perforaciones por un valor de 282 millones de pesos) y del programa de reemplazo de las cañerías de la ciudad, que tiene unas 1.700 cuadras con caños obsoletos que datan desde hace 70 años. El Partido Obrero reclama que se investigue a la contratista Coninsa, encargada de la construcción del acueducto, por el empleo de materiales deficientes para abaratar fraudulentamente los costos y por negligencia en los trabajos. En plena ola de calor, Coninsa rompió un cable de tendido eléctrico, lo que dejó sin luz a un amplio sector de la ciudad. Los negocios de la patria contratista son otra cara de las políticas privatistas.

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En la reunión se trató también la suspensión del pago de las boletas de agua para los usuarios que no reciben el servicio, que fue una conquista de las asambleas movilizadas a la Gobernación. Sin embargo, los trámites engorrosos para acogerse a la suspensión dejan afuera a miles de usuarios, cuando debería ser un proceder inmediato conforme a las zonas registradas sin servicio. Hecha la ley, hecha la trampa: los beneficiarios de la suspensión del cobro de las boletas (que llegaron con aumento) deben demostrar haber estado completamente sin agua durante 48 horas; esto deja afuera a quienes tienen un hilo de agua por las noches y sufren cortes intermitentes sistemáticos.

La falta de agua en La Plata y la región es multicausal, pero todos los caminos conducen a los capitalistas. El Código de Ordenamiento Urbano (COU), que nació con el exintendente platense Bruera y está vigente con Garro, agravó todas las deficiencias del servicio en una ciudad donde la especulación inmobiliaria y los grandes edificios de altura en el centro acaparan el agua de la red y saturan las cañerías obsoletas. Quienes hablan de la falta de agua como un problema de larga data, para evadir sus responsabilidades, no hacen sino confesar los fracasos del peronismo y de Cambiemos, que gobiernan y han gobernado la provincia y las intendencias de la región. El 43% de los platenses está sin cloacas y el 20% sin agua potable, porcentajes que suben enormemente en los asentamientos periféricos y sin servicios básicos, que crecieron brutalmente por el peso de la especulación inmobiliaria en el casco urbano.

Un régimen que no garantiza siquiera el agua está completamente agotado. Reclamamos, junto a las asambleas, que se hagan las obras y se garanticen los camiones y bidones con agua para todos los barrios que lo demanden. Desde la bancada del Partido Obrero en el FIT-U, Guillermo Kane propuso una audiencia por el Agua en la Legislatura, teniendo en cuenta que se trata de un problema provincial con alto impacto en la ciudad. Seguiremos batallando para organizarla en común con las asambleas.

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