El día martes 14 fueron detenidos, por la policía de Alfredo Cornejo y Rodolfo Suárez, los compañeros Martín Rodríguez y Lorena Torres. También Eduardo Tirado, del Polo Obrero, y Micaela Guiñazú, del FOL, luego liberados, en la noche de ese mismo día.

El fiscal Giunta aplicó la figura de reiterancia, con la cual puede disponer su detención por hasta 10 días. Luego debe pedir la prisión preventiva o dejarlos en libertad. La “reiterancia” es la acumulación de denuncias, en este caso por cortes de calle. Un despropósito total ya que no existen  juicios en curso, ni condenas y mucho menos el derecho a defensa. Incluso si fueran condenados por lo que se les imputa la pena máxima es de 2 años, es decir, es excarcelable.

Se vulneran todos los mecanismos democráticos y el principio de que toda persona es inocente hasta que se demuestre lo contrario. La detención de Martín y Lorena es completamente arbitraria.

“Operativo Bullrich”

La detención de los compañeros fue una celada finamente planificada entre sectores cornejistas del Poder Judicial y el Ejecutivo de la provincia. El objetivo central es desenvolver un ensayo general de la política de mano dura y regimentación de los luchadores que viene difundiendo Patricia Bullrich, asociada con Cornejo en el país y en la provincia.

Esto se puso en marcha el mismo martes 14 y se desenvolvió durante toda la semana. El intento por regimentar las movilizaciones callejeras con fuertes despliegues de personal policial, nuevas imputaciones y declaraciones de los funcionarios incluso reclamando la detención de más personas.

Las apretadas y hostigamiento hacia los manifestantes fueron permanente. La policía solicitaba DNI en concentraciones o incluso cuando los compañeros salían de sus barrios amenazaban con detenerlos arbitrariamente. La presencia de personal de seguridad de civil y vehículos no identificados en los centros del Polo Obrero fue una constante. También apelaron a la presencia policial en comedores y la utilización de causas archivadas, hace años, para buscar compañeros en los barrios y que se “notificaran” en sede judicial. El objetivo que se persigue es montar un clima de terror. El gobierno y la justicia adicta no se privaron de utilizar ningún mecanismo para esta tarea.

Este operativo tuvo su punto más alto cuando el viernes 18, con la presencia de la diputada del FIT Romina Del Plá y el dirigente de la Unidad Piquetera Eduardo Belliboni, el jefe de policía Marcelo Calipo, junto con el ministro de Seguridad, Raúl Levrino, pretendieron que la movilización reclamando la libertad de los presos y convocaba a miles de personas fuera por la vereda.

Una cabecera con parlamentarios, dirigentes sindicales, sociales y políticos defendió el derecho a marchar al frente de una columna de más de siete cuadras, algunos medios hablaron de 10 mil participantes. Sin lugar a duda la movilización más importante de la semana.

Durante una semana el gobierno de Mendoza puso a prueba una política represiva de contenido fascista. Este ensayo general debe ser tomado seriamente por todas las fuerzas políticas, sindicales, sociales y democráticas del país, pues representa un salto de calidad.

Efectos “inesperados”

La detención de Martín y Lorena ha golpeado sobre el escenario político. Alfredo Cornejo busca disciplinar a las fracciones oficialistas detrás de su política represiva. El líder del PRO Omar de Marchi, que tiene intenciones de enfrentar al radicalismo, ha quedado en las sombras luego de monopolizar el escenario político debatiendo con el radicalismo. Los correligionarios aparecen unificados en el ataque a los reclamos populares.

El gran ausente del tema que dominó la semana política ha sido el peronismo en todas sus expresiones. Ninguna fracción se ha pronunciado abiertamente. El peronismo de “los intendentes” en líneas generales se orienta hacia acuerdos con Massa, con lo cual ve con simpatía la “mano dura” y el disciplinamiento de los que luchan.

Por su parte La Cámpora, que lidera el PJ mendocino, mantiene un silencio sepulcral. Incluso sus organizaciones allegadas no se han pronunciado. Contrastando con las múltiples adhesiones  nacionales y de la provincia. En Mendoza se pronunció y participaron de algunas de las marchas sectores sindicales como la CTA Autónoma de Mendoza y la de los Trabajadores, el Sitea, Asemug Guaymallén, ATE, Soetem Mendoza (telefónicos), Atilra, Madereros,  Fadiunc, el secretario de Interior de la CGT, etc. Nora Llaver y la Correpi Mendoza, por los DD.HH. Asambleas como la Popular Por el Agua de Mendoza y la de Las Heras Por el Agua Pura, la Socioambiental por el Agua de Guaymallén, la de Trabajadorxs de la Literatura. La Dirección de Carrera de sociología, FCPyS, UNCUYO. La organizaciones de la Unidad Piquetera: el MAR, la Darío Santillán, FAR en Marabunta, Teresa Vive, FOL, Teresa Vive, William Cook. Se pronunció la Utep, el Movimiento Evita y la CCC han marchado y se pronunciaron públicamente por la libertad de los compañeros y el fin de la política represiva. A las organizaciones políticas que integran el FIT-U Mendoza (PO-MST y PTS) se sumaron Montoneros Mendoza, PSTU LIT -SI, COR, todo esto en los primeros días mientras sigue la campaña.

A su vez la Comisión de Derechos y Garantías Constitucionales  de la Cámara de Diputados de la Provincia a través de su presidente, el diputado José Luis Ramón, se puso a disposición del reclamo de la libertad de los presos.

La CGT no se ha pronunciado y sus dirigentes vienen cerrando paritarias a la baja sin ningún tipo de iniciativa de lucha. Es que la jornada de lucha en la cual detienen a Martín y Lorena tenía como destinataria a Tolosa Paz, que viene recortando la ayuda social. El FdT es el principal impulsor del ajuste fondomonetarista, de la mano de Sergio Massa. Para el FdT mendocino denunciar el ajuste del gobierno provincial y la profundización de la política represiva implica denunciar su propia política en la Nación. La brecha se ha disuelto.

La oposición peronista se revela abiertamente impotente y anulada para enfrentar la política represiva y de ajuste del gobierno provincial.

Brecha

Ha quedado en evidencia la brecha que divide a la provincia. De un lado quienes discuten si se profundiza el ajuste de una o con alguna gradualidad, del otro quienes colocan en el centro la necesidad de dar respuesta a la urgencia de las mayorías. En este punto se planta la izquierda y la Unidad Piquetera.

Una conclusión es que es posible enfrentar al gobierno provincial, que con todos los recursos y elementos descriptos no ha logrado doblegar la voluntad de lucha de un sector de vanguardia del pueblo explotado. Existe un entendimiento de que la lucha por la libertad de Martín y Lorena finalmente es la lucha por impedir que se avance en el ataque a las condiciones de vida de los trabajadores, sobre todo los más postergados.

El Partido Obrero viene batallando por darle una expresión política a esta decisión de lucha por una izquierda que se plante contra Cornejo y Suárez y contra el ajuste fondomonetarista del gobierno de Alberto, Cristina y Massa.

La prioridad absoluta es la libertad de los compañeros Martín y Lorena, cuya conquista será el resultado de la enorme movilización que viene sosteniendo la unidad piquetera con cada vez más sectores que se pliegan. Este es el primer gran paso para ponerle un límite a la política reaccionaria y antipopular del gobierno de Suárez y Cornejo.