Políticas
8/8/2025
Sobre el proyecto de ley de “denuncias falsas” contra infancias y adolescencias
Este proyecto reaccionario busca criminalizar a quienes denuncian, desanimar las denuncias y atacar al movimiento que lucha contra el abuso sexual infantil y adolescente.

Seguir
Carolina Losada
La senadora radical de la provincia de Santa Fe, Carolina Losada, con el apoyo del ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, volvió a presentar un proyecto de ley que pretende modificar el Código penal y aumentar las penas por falsa denuncias, falso testimonio y encubrimiento e incorporar figuras agravadas en contextos de delitos de violencia de género.
El proyecto ya había sido presentado el año pasado y defendido en la Cámara por Cuneo Libarona, - que fue denunciado en Diputados por Vanina Biasi- pero no obtuvo tratamiento en ese entonces. Hace pocos días, Losada volvió a presentarlo y ya cuenta con dictamen de mayoría.
El abuso hacia las infancias y adolescencias retrata una problemática profunda y extendida en nuestro país, sostenida en un marco de impunidad garantizada en primer lugar por la justicia y las múltiples esferas del Estado. Le sigue la persecución a quienes se animan a denunciar en la justicia, que mayoritariamente son las madres protectoras. Se les impone el falso SAP, para perseguirlas y criminalizarlas. Las penalización por falsas denuncias ya existe en el Código Penal y el agregado propuesto de estos agravantes solo tiene como propósito reforzar la criminalización de las madres que luchan contra la impunidad y el ASI.
Importa retomar la discusión al respecto porque la orientación defendida por los libertarios, y que es promovida y amparada por Cúneo Libarona y su séquito de defensores de pedófilos, presenta un grave retroceso en la concepción estatal sobre la responsabilidad en materia de acceso a la justicia de las mujeres y el fiel retrato de un régimen social descompuesto desde sus entrañas que tiene como saldo la proliferación de abusos hacia las infancias y adolescencias.
El proyecto hace foco sobre las afectaciones que sufren aquellas personas acusadas de violencia de género, abuso sexual y violencia contra niñes y adolescentes y plantea que las denuncias y los procesos judiciales implican una afectación al derecho de defensa de quienes abusan. Si bien las falsas denuncias existen, son mínimas y, según Unicef sobre investigaciones con base mundial, regionalmente 1 de cada 5 niñas y 1 de cada 7 niños experimentarán alguna forma de violencia sexual.
El programa Víctimas contra las Violencias arroja una estadística similar en nuestro país donde 1 de cada 8 niños, niñas o adolescentes es víctima de alguna forma de violencia sexual antes de cumplir 18 años, donde más del 89% por ciento de los casos ocurren en el entorno familiar, es decir, quienes abusan de ellos son sus padres, abuelos, tíos o personas vinculadas a la familia. Sin embargo, son muy pocos los casos que son denunciados. Son las niñas y los niños, las verdaderas víctimas de un régimen perverso que acelera la pudrición de los vínculos y las relaciones entre los géneros propiciando el escenario familiar para la concreción de las peores violencias.
La proliferación de las denuncias y la lucha del movimiento de mujeres y diversidades, y la de las madres protectoras, han permitido avanzar en abordajes profesionales que pueden poner en valor el relato de una víctima cuando puede animarse a expresarlo. El trabajo profesional permite reconocer su consistencia, inclusive sin la existencia del relato verbal, por ejemplo, con niños pequeños. “muchas veces lo traumático habla más a través de lo no dicho que por lo dicho.” Susana Toporosi - psicóloga y especialista en abuso infantojuvenil- (Página12, 8 de agosto 2025).
Por tanto, lo único que se busca con este proyecto reaccionario es la criminalización de quienes denuncian o aún peor: desanimar las denuncias y atacar al movimiento que lucha contra el abuso sexual infantil y adolescente.
Una vez más se plantea la tarea de denunciar y enfrentar este atropello, en el debate público, cotidiano y también en las calles. La defensa de las víctimas y de las valientes madres protectoras representa un desafío necesario para dar pelea a un Estado descompuesto, reaccionario y promovedor de la peor porquería.
Abajo el proyecto que defiende violentos y abusadores.
