Políticas
2/8/2023
Solo la izquierda propone recomponer las jubilaciones, restableciendo el 82% móvil
Gabriel Solano es el único candidato que explicó cómo sacar los haberes de la miseria, en base a blanquear a todos los precarizados y reponiendo los aportes patronales.
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Un voto que duele a los que roban a los adultos mayores.
“Las jubilaciones en Argentina son una verdadera vergüenza”, sentenció Gabriel Solano en la ronda sobre el tema organizada por Telefe en su segmento ‘Si yo fuera presidente’. Es el único que planteó un programa para recuperar los haberes de los jubilados, restableciéndolos en el 82% móvil del salario en actividad, una medida que se financiaría mediante el blanqueo de todos los trabajadores y la reposición de los aportes patronales, que fueron reducidos en los ’90.
Es un planteo elemental para sacar a las jubilaciones del nivel en que se encuentran, cuando casi cinco millones de adultos mayores percibe ingresos que apenas alcanzan la tercera parte de una canasta de pobreza. En este pozo las metieron los que nos gobernaron en las últimas décadas tolerando la precarización laboral y metiendo la mano en las arcas del sistema previsional para cubrir sus gastos y pagar la deuda. Es un saqueo que se perpetúa hasta el día de hoy, cuando Massa acaba de conseguir el aval del FMI para malvender los bonos públicos en poder de la Anses en aras de contener la brecha cambiaria: con la plata de los jubilados financia la corrida al dólar.
Mientras hace eso, la propuesta del ministro de Economía es que siga vigente la actual fórmula de movilidad, con la que estafaron a los trabajadores retirados. Él mismo lo reconoce, ya que asegura que eso incluye las “compensaciones” por lo perdido frente a la inflación a través de bonos ocasionales que no se incorporan al haber básico (y por ende quedan fuera de la actualización por movilidad) y la cobertura de medicamentos del Pami. Confirma que para salir de la miseria hay que votar otra cosa.
A su vez, los responsables de este robo sistemático son los mismos que ahora dicen que el problema es el déficit de la caja jubilatoria, y extorsionan a los trabajadores con que para incrementar los aportantes activos es necesaria una reforma laboral que abarate las contrataciones a los capitalistas. Es lo contrario a defender a los jubilados, porque en lugar de revertir quieren profundizar la orientación de las reformas menemistas que achicaron a la mitad las contribuciones patronales, desfinanciando el sistema sin generar por eso mayor empleo. Es el camino que nos proponen Larreta, Bullrich y Milei.
En paralelo, se apoyan en la indignación que suscitan las jubilaciones de privilegio, como la millonaria doble pensión que recibe Cristina Kirchner, para arremeter en realidad contra los regímenes especiales conquistados por la docencia, los obreros de la construcción, entre tantos otros sectores de laburantes expuestos a tareas insalubres. Es un caballo de Troya.
Larreta incluso propone que la jubilación sea proporcional a los años de aportes realizados por el trabajador, lo cual eliminaría todo piso de un haber mínimo. Sería una penalización al laburante por la evasión de los empresarios, la salida antagónica a la planteada por Solano, partiendo del pase a planta permanente bajo convenio a todos los que hoy trabajan sin registrar o contratados. Una oposición por el vértice a la flexibilización laboral que promueven los políticos capitalistas con el pretexto de crear empleo.
Demostrando su caradurez, Bullrich incluso se valió del desastre actual para decir que “nadie castigó tanto a los jubilados como este gobierno”, después de haber comandado como ministra de Seguridad de Macri la bestial represión a la movilización popular que rechazó frente al Congreso la reforma previsional de diciembre de 2017, cuya vigencia en solo dos años consagró en 20 puntos de pérdida en los haberes frente a la inflación.
El planteo de Gabriel Solano para recuperar las jubilaciones no es una simple promesa de campaña, sino un programa que es parte de la lucha de las organizaciones de jubilados, que vienen de una jornada de movilización el 31 de julio para exigir un aumento de emergencia, 280.000 mil pesos de jubilación mínima ajustada por inflación y una moratoria universal para quienes no lleguen a los 30 años de aportes. La lista Unidad de Luchadores y la Izquierda es, por eso, la que le duele a los que le ajustan a los jubilados para pagarle al Fondo y la que prepara las luchas que se vienen.
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