Políticas

18/3/2021

Inflación

Suben 6,1% los precios mayoristas en febrero y se espera un marzo caliente

Se trata de los insumos de los que se abastece el mercado interno.

La suba del 6,1% en el índice de precios mayoristas, según lo publicado por el Indec, confirma la responsabilidad del gobierno nacional en la escalada de los precios minoristas y augura un marzo caliente, donde se acumulan todas las expectativas inflacionarias.

Se trata de los precios de los bienes que los productores e importadores venden en el mercado interno, sobre los cuales más impacta la política económica del gobierno.

Con esta suba –la más alta desde la corrida cambiaria de agosto del 2019-, los precios mayoristas acumulan en el primer bimestre un alza del 12% y un acumulado anual del 47,7%. Mientras que la inflación minorista habría sufrido una leve baja, pasando del 4 al 3,6% en febrero, la mayorista expresa la tendencia contraria (enero 5,6%), hacia arriba.

Entre los principales factores se encuentran los aumentos previstos en gas y petróleo para las industrias, la suba de los precios internacionales de las materias primas, la reactivación más general de la actividad y, a pesar de los controles y la “paz cambiaria”, las presiones hacia una nueva devaluación.

Los rubros que encabezan las subas son petróleo y gas (10,2%), refinados del petróleo (7,6), productos metálicos básicos (8,4%), energía eléctrica (8,8%) y productos importados (7,4%).

Recordemos que el gobierno cedió ante los reclamos de la Mesa de Enlace, cuando amagó con una disputa por el impacto desfavorable de las exportaciones en el mercado interno. La política de valerse de las divisas de estas exportaciones para obtener una precaria estabilidad cambiaria y así frenar de paso la inflación, tampoco pareciera resultarle.

El incremento en los productos importados fue del 7,4%, contra un dólar mayorista que creció el 2,8%. Los límites a la adquisición de dólares oficiales y a las importaciones, sumados a la expectativa de una eventual devaluación, siguen empujando los precios hacia arriba.

Otro sector que también agrega su contribución a la inflación es la construcción, con un 5% de aumento para febrero. El interanual de este rubro destaca un alza del 40,8%, aunque de forma disímil. Mientras los materiales subieron por la nubes (76,5%) y gastos generales acompañaron la inflación minorista (38,5%), la “mano de obra” solo subió un 17,8%, menos de la mitad que la inflación, lo que demuestra quienes pagan los platos rotos de la crisis: los trabajadores.

Ante esta situación, el gobierno viene de anunciar su política de “informes patronales” para controlar la cadena de precios y abastecimiento de la industria y el mercado interno, lo cual es menos que una medida inútil para parar la inflación, ya que implica un encubrimiento de la política de ajuste oficial.

El camino al pacto con el FMI está plagado de ataques contra la clase obrera. Una política de defensa de los intereses de los trabajadores debe partir del rechazo al pago de la deuda externa para centrar los recursos nacionales en el desarrollo de un plan económico de la clase trabajadora, recuperando la industria, con la nacionalización del comercio exterior y controlando la cadena de valor y los resortes de la economía.