El intendente de Córdoba, Daniel Passerini, habilitó un nuevo tarifazo en el boleto del transporte urbano de pasajeros. A partir del sábado 9 de agosto el costo del boleto pasó de $700 a $940, lo que implica una suba del 34,3%. De esta manera crece la brecha entre el costo del pasaje y los salarios, que siguen perdiendo frente al incremento de los servicios y la inflación.

Con la nueva actualización el boleto urbano tiene una suba del 176%, en el 2024. Hay que tener en cuenta que inflación acumulada en lo que va del corriente año es del 80%. Cabe tener en cuenta que ningún salario tuvo el mismo incremento, con lo cual cabe concluir que el costo del servicio no guarda relación con el precio del boleto.

De acuerdo a estimaciones del índice de Precios del Consumidor (IPC) el costo del pasaje tendría que estar alrededor de $ 1.050. En la misma línea el gobierno dice que el último aumento fue a mediados del mes de febrero, y que “los principales costos fijos del transporte como combustibles, repuestos y sueldos fue superior a ese porcentaje”. Sin embargo, los trabajadores del transporte también pierden frente a la suba de precios.

Así las cosas, el municipio difunde estimaciones para justificar un nuevo tarifazo, con el que apunta a darle “sustentabilidad” al sistema. Pero lo que no se tiene en cuenta es la renta empresaria y su parasitismo que explica en gran medida la imposición de tarifazos. Hay que decir que los subsidios rondan un 45% del costo del pasaje.

El gobierno pretende defender un nuevo tarifazo publicitando la incorporación de nuevos colectivos. La expansión de la flota fue largamente agitada por la propaganda oficial, aun cuando la falta de renovación de las unidades viene de años atrás. En este punto valen como ejemplo los coches que por desperfectos dejan a lxs usuarixs a pie en pleno recorrido.

De acuerdo a un cálculo publicado en La Voz el costo del transporte “para trasladarse en colectivo por día de lunes a viernes ascienden ahora a $ 37.600 al mes, considerando ida y vuelta”, es decir, un trabajador gasta más del 14 % del Salario Mínimo Vital y Móvil, fijado en uno $ 262.432,63, según la citada fuente.

Lo señalado ilustra, una vez más, la miseria salarial y la brecha entre el costo del transporte y los montos de salarios y jubilaciones que pierden su poder adquisitivo, como resultado de un proceso de confiscación de los ingresos populares, que es producto de la orientación de ajuste de quienes gobiernan. El intendente Daniel Passerini es responsable de un nuevo tarifazo, que también es consecuencia del plan motosierra de Javier Milei, que el gobierno peronista de Córdoba apoya en el Congreso de la Nación.   

Sin dudas la apertura de los libros de las empresas es una consigna que es necesario llevarla a la práctica, para que el pueblo sepa cuáles son los verdaderos costos, y terminar con el manejo discrecional de subsidios y elevados costos del servicio. Esto junto a la estatización bajo control de trabajadores y usuarixs es vital para garantizar el derecho al transporte terminando con el parasitismo empresarial. Se trata de consignas que para ser llevados adelante requieren de una intervención independiente desde el campo de lxs trabajadores. En ese sentido, la estrategia de la huelga general tiene en los aumentos del transporte un motivo más para organizarla. En esa perspectiva el Partido Obrero desarrollará el próximo sábado 17, a las 10 horas en la Facultad de Arquitectura, una asamblea de trabajadores y estudiantes.

Los alcances de la crisis económica y política

Para el pueblo trabajador Milei es hambre, desocupación y represión. –

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