Políticas

8/8/2024

editorial

Los alcances de la crisis económica y política

Para el pueblo trabajador Milei es hambre, desocupación y represión.

Collage Prensa Obrera

Agosto viene “cargado”. No solo por los aumentos de las tarifas de luz y gas, combustibles, o la confirmación de que la pobreza envuelve a la mayoría de los argentinos y que los que no acceden a la comida -indigentes- son el ¡20%!, o sea, 1 de cada 5, y aunque solo sean números que cuantifican -con atraso- una situación que se vive y se palpa, la magnitud espanta.

El mes lo inauguró Mauricio Macri con el “relanzamiento” del PRO en un acto público en La Boca. Aunque fue después de una reunión personal de cuatro horas con Milei, en el acto y en la gira de los medios de comunicación, Macri se esforzó a delimitarse del gobierno de LLA, y si bien defendió la “orientación estratégica” de Milei se centró en señalar con nombre y apellido a la hermana del presidente y a Santiago Caputo como los artífices de los desaciertos de la “gestión”. A esto agregó el rechazo a la nominación de Lijo para la Corte Suprema, una bandera de Milei.

Macri tenía motivos particulares para la queja: por un lado la pretensión del gobierno de “comerle” el PRO, por el otro el incumplimiento de parte de “Toto” Caputo del acuerdo por los fondos para CABA -una bandera que MM había asumido como propia. El gobierno redobló la apuesta y avisó que quiere sacar el subsidio al transporte en la Ciudad. Casualmente o no, otro Macri, Mariano, hermano de Mauricio, denunció a Socma, la empresa de la familia, por defraudación y lavado de dinero, la causa -oh sorpresa- cayó en el juzgado de Lijo.

¿Cuál es el alcance de esta crisis entre el gobierno y su principal aliado -por lo menos en el Parlamento? El fracaso de la sesión de Diputados de este miércoles 7 parece ampliarla. La visita de los diputados de LLA a los genocidas en Ezeiza ha generado una crisis al interior del oficialismo y mientras este había encontrado una forma de “aplacarla” -incluso con la venia de UxP- y con la intención de llevar al recinto la crisis venezolana para explotarla a su favor, Pichetto -de la “oposición dialoguista”- metió la cuchara y dejó la sesión sin quórum en lo que parece un intento de desgastar a la camarilla mileísta que maneja la Cámara.

Otro episodio de la crisis política lo constituye el avance en comisión del Senado de la movilidad jubilatoria con media sanción tal cual vino de Diputados lo que obligaría al prometido veto de Milei y escalaría un descrédito social mayúsculo vetando un pequeño 8,1% de recomposición, pero que viene acompañado del pago de las sentencias firmes y el envío de los fondos previsionales a las provincias. Demasiado para la motosierra criminal de Caputo.

Llovido sobre mojado

La base de estos “desencuentros” está en la situación económica. La crisis en los mercados financieros mundiales se vive ampliada en la Argentina por la magnitud de las contradicciones y fracasos de la política de Milei y Caputo. Un dato relevante -también en agosto- fueron las declaraciones de Paolo Rocca de Techint, un peso pesado que en marzo en Estados Unidos, y aquí ante las pymes que trabajan para el grupo, defendió fervorosamente a Milei y su programa económico. Ahora Rocca declaró que tal vez fue “demasiado optimista” sobre la política económica de Milei, lo hizo en la presentación de los resultados negativos del trimestre para Tenaris. Y sin aparente intención de romper con el gobierno señaló que “es una situación difícil de controlar desde el punto de vista de la inflación y el equilibrio fiscal… De modo que Argentina recuperará credibilidad y acceso al mercado, pero llevará un poco más de tiempo” (Tiempo Argentino, 2/8).

Es justamente el acceso al mercado de capitales lo que aparece más cuestionado. La aprobación del Rigi muestra el intento de ofrecer una vía de llegada de inversiones, bien que a costa del saqueo y los beneficios impositivos, sin embargo no aparece nada nuevo que pueda cambiar el panorama. Con el riesgo país en 1.600 puntos Argentina sigue bloqueada en el mercado internacional de deuda y, desde luego, de alguna inversión más allá de los saqueos ya previstos.

Lo que sí el Rigi ha servido para profundizar una disgregación política en el peronismo, fundamentalmente, que ve cómo sus gobernadores, diputados provinciales e incluso concejales presionan por el voto y la aprobación del Rigi; Kicillof puede dar cuenta de la crisis que le abrió el gobierno en el PJ bonaerense después que YPF eligió a Río Negro para instalar la planta de GNL, un proyecto en pañales y de futuro aún incierto.

Las declaraciones del Ministerio de Economía de la Nación sobre el colapso de las bolsas el lunes negro sembraron más preocupación entre los probables inversionistas o prestamistas.

En un “Chat de Economía sobre el lunes negro y sus posibles consecuencias” en el que, se supone, interviene el ministro Luis Caputo, el Ministerio adelantó que la Argentina “podría quedar al margen del derrumbe financiero del lunes porque 1, el gobierno ‘no necesita financiamiento’ (sic) y 2, no tomamos ‘medias apresuradas como haber salido del cepo’” (Clarín, 6/8). La conclusión que han sacado es que el cepo vino para quedarse más allá de lo pensado.

La escasez de dólares que tiene el Banco Central se ha convertido en el meollo de la situación por varias razones. Por un lado por los compromisos con bonistas y el FMI, por el otro por el pago de la deuda a los importadores (Bopreal) que suma 4.000 millones de dólares adicionales desde setiembre. Mientras el Central vende divisas para controlar la brecha cambiaria que está arriba del 40%.

Por el lado de los ingresos la cosa no viene mejor. La caída en los precios de los commodities agudiza los reclamos de los sojeros para que haya una devaluación y una quita de retenciones. El gobierno apuesta a la entrada por el ahorro en energía, pero como el propio Rocca declaró “las demoras en las inversiones en Vaca Muerta también suman datos negativos para el grupo con vistas al segundo semestre desde Norteamérica hasta Medio Oriente, con proyecciones de una caída del 15% en las ventas respecto de los primeros seis meses del año” (Tiempo Argentino, 2/8).

El alivio no parece venir de afuera. En una reciente conferencia del Espacio Idea Rosario, el jefe de Economía para Latinoamérica de la banca Morgan Stanley, Fernando Sedano, después de los elogios a Milei “señaló dos obstáculos de difícil solución. Por un lado, la fragilidad que presentan las reservas del Banco Central y las dificultades de Argentina de acceder al crédito internacional” (LPO, 6/8). Para completarla el expresidente del BID y asesor de Trump, Mauricio Claver-Carone, criticó la política económica de Milei, lo acusó de “gobernar como peronista” y no pasar a la liberalización que había agitado en la campaña, además de decir que Trump tenía una relación sólida con Macri y no así con Milei.

Milei solo tiene ajuste y represión para ofrecer

El tándem Caputo-Milei apuesta a juntar los recursos de un mayor apriete sobre la población. El mentado superávit fiscal es a costa del derrumbe de los salarios, jubilaciones y planes sociales; por los despidos en el Estado; por recortes brutales a servicios de salud, educación, a las provincias, etc. Y también con mayores impuestos como la implementación de Ganancias sobre los sueldos de casi un millón de trabajadores, y por el impuesto País, hijo del cepo que los capitalistas le reclaman que elimine.

El país bordea la depresión económica que se cuantifica en la caída del consumo, del IVA y Ganancias y por supuesto en el crecimiento de los despidos también en la actividad privada, que según la Asociación Cristiana de Empresarios son 600.000 (Clarín, 8/8). El índice de pobreza no deja lugar a dudas de quiénes están pagando la crisis.

Sólo algunas áreas en julio han mantenido un repunte en su actividad -cuya consistencia aún no está clara y a niveles muy bajos-: la industria automotriz por un lado (que requiere a su vez una demanda de dólares para autopartes) y algo de la construcción. Pero la patria contratista es sacudida en estas horas con el default del grupo Roggio que declaró no poder pagar vencimientos de $10.000 millones.

La política del oficialismo no abre una salida, solo patea para adelante la decisión de ir a una devaluación que todos los grupos capitalistas con el FMI a la cabeza le reclaman. El gobierno le teme a una disparada de la inflación que termine llevándoselo puesto. ¿Hasta cuándo esto es posible? La demarcación de sus aliados puede estar indicando que se aceleren las presiones para producir un viraje antes que todo estalle.

Organizar la derrota de Milei

Es a todas luces evidente el fracaso de Milei: no hay estabilidad económica ni política. La necesidad de forjar una alternativa -con Milei o sin él- debe rondar la cabeza de los capitalistas, materializarla ofrece enormes dificultades porque la crisis agrava las divergencias y enfrentamientos, y sacude al resto de los partidos políticos, sobre todo al peronismo. Cualquiera sea ella tendrá sin ninguna duda un sesgo antiobrero y reaccionario. Como si fuera necesario, las denuncias de Fabiola Yáñez contra Alberto Fernández -el que declaró que con él había terminado el patriarcado- por violencia ofrecen una lección enorme: nuestras banderas y reclamos en manos de los políticos capitalistas son y serán mancilladas.

Esta situación ofrece a los trabajadores la oportunidad de intervenir buscando un agrupamiento independiente y un plan de acción para imponer una salida que responda a una reorganización del país sobre sus propios intereses.  

Por eso hay que apoyar fuertemente las luchas que se abren paso a pesar del papel de la colaboración de la burocracia sindical, y a pesar de la represión y persecución en que se asienta la acción estatal, que recordemos tiene presos a Daniela y Roberto desde hace casi dos meses por haberse manifestado junto a miles frente al Congreso.

Así tenemos luchas por el salario como la que preparan los docentes universitarios, que van al paro; la de los docentes de Córdoba que acaban de cumplir 48 horas de un paro y movilización importantes; de los ceramistas con un plan de 24-46-96 ejecutado; de los docentes de Neuquén contra el presentismo y el impuesto a las ganancias; la huelga general declarada por los aceiteros por salario y contra ganancias, etc.

A su vez está la lucha del Sutna contra los despidos y los procedimientos preventivos de crisis truchos de Fate y Bridgestone, a los cuales los compañeros les están haciendo frente con diversas medidas de movilización y organización.

Las organizaciones piqueteras en el medio de la persecución de la justicia y la represión sostienen su lucha por comida, por trabajo, organizándose en las barriadas, sumando nuevos contingentes al calor del agravamiento de la crisis.

Todas estas luchas estuvieron representadas en la columna independiente que marchó este 7 de agosto a la Plaza de Mayo en la convocatoria de la Utep, la CGT, las CTAs, reclamando el paro nacional y un plan de lucha. La burocracia convocó a una medida anodina mientras se dispone a seguir insistiendo en un diálogo con el gobierno y consensuar la reforma laboral, y asegurarse que no les toquen sus cajas.

El camino es otro: nuclear al activismo, a los delegados de base, hacer asambleas en barriadas, lugares de trabajo, centros de estudio, elegir cuerpos de delegados honestos, mandatarlos en asambleas. Deliberar y resolver una acción tras un pliego de reclamos, hacer una gran agitación para preparar una intervención de los trabajadores que derrote las pretensiones del gobierno y los capitalistas.

Al servicio de ello están las asambleas de trabajadores y la juventud que estamos llevando adelante a lo largo de todo el país en este agosto de 2024.

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